Derecho de respuesta del
decano Arrieta sobre la publicación del Semanario Universidad
Texto del Dr. Orlando Arrieta Orozco, Decano de la
Facultad de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica, aludido en la
publicación titulada "Decano de Ingeniería es denunciado por enriquecimiento
ilícito", del 4 de diciembre en este periódico
By Álvaro Murillo Dic
09, 2019 16:41pm
Sobre la publicación
realizada el miércoles 4 de diciembre en el Semanario Universidad y
escrita por la periodista Lucía Molina, solicito formal derecho de respuesta de
acuerdo a los derechos ciudadanos que me asisten en la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. Solicito además que el siguiente texto se publique por las
mismas vías de comunicación en las que se divulgó la nota que hace referencia a
mi persona:
Recibí una consulta
de la periodista del Semanario el
martes de 3 de diciembre, en la que se me consultaba e informaba sobre una
supuesta denuncia en mi contra. Tal y como le expliqué, hasta ese momento -y
aún hoy- no tengo notificación oficial de la supuesta denuncia presentada a las
instancias mencionadas en la nota del Semanario
Universidad, ni por parte de la denunciante. Ante
la falta de mayor información, le solicité a la periodista esperar para recibir
la información oficial y poder emitir una respuesta amplia ante lo que
considero es una falsedad en mi contra, encaminada a afectar injustamente mi
imagen pública. Sin embargo, y para mi sorpresa, la nota salió publicada en
impreso y en digital el día siguiente de su consulta.
En la nota periodística, se menciona
que se me denunció porque supuestamente cometí el delito de enriquecimiento
ilícito, al aceptar ser nombrado en la Junta Directiva del CONICIT al mismo
tiempo que ejerzo funciones como académico en la UCR, actualmente como decano
de la Facultad de Ingeniería. Lo primero que debo aclarar es que mi
participación en esa Junta Directiva no implica una relación laboral, es decir,
no recibo un salario por ese aporte académico que realizo a una institución
dedicada a la ciencia y la tecnología, áreas en las que me desempeño desde hace
muchos años. Lo que recibo es un reconocimiento de dieta por cada reunión
semanal en las que participo (por un monto neto de ¢37.306,10), algo que no
contraviene ninguna ley o norma.
Lo segundo que hay
que precisar es que la nota del Semanario se
refiere a una supuesta superposición horaria entre el tiempo que dedico al
CONICIT y el tiempo completo en el que me desempeño como docente y decano de la
Facultad Ingeniería. Basta con revisar las declaraciones juradas de horario,
que son conocidas y avaladas por mis superiores jerárquicos, para darse cuenta que en cada una de ellas, he declarado el tiempo de las
sesiones ordinarias de la Junta Directiva del CONICIT, aparte de las 40 horas
que por ley y por compromiso dedico a la decanatura. Para verificar lo
anterior, he hecho pública en mis redes sociales, mi declaración jurada de
horario, la cual ahora solicito al Semanario publicar
junto a este derecho de respuesta.
Antes de iniciar mi participación como
parte de la Junta Directiva del CONICIT en el 2017, efectué las comunicaciones
pertinentes, con el fin de constatar el interés institucional de esta
designación y que estuviese acorde a la normativa universitaria y la
legislación nacional. Las actividades propias del CONICIT no interfieren con
mis actividades académicas, más bien se complementan y lo veo como un
importante aporte de la Universidad al fortalecimiento de su vínculo con la
sociedad.
Como parte del ejercicio de la
transparencia y tal como lo exige la ley, he realizado anualmente la
declaración de ingresos y bienes ante la Contraloría General de la República,
en la que detallo todos mis bienes e ingresos económicos.
Debo señalar que
durante toda mi carrera académica me he esforzado por ser una persona
transparente, comprensiva y abierta, dispuesta al diálogo y a la negociación.
Por ello, me es incomprensible la aseveración de la denunciante, en cuanto a
que es la representante de un "grupo de estudiantes" de la Facultad de
Ingeniería, infundadamente temerosos de represalias. El 4 de diciembre -mismo
día en que salió la nota en mi contra- el Consejo de Estudiantes de Ingeniería
hizo público un pronunciamiento en el que afirman que nunca han sentido
intimidaciones ni mucho menos miedo a represalias por parte de mi persona,
afirman que "por esta razón nos parecen infundadas
las afirmaciones que se dan en el Semanario Universidad de que un grupo de
"estudiantes" de la Facultad se sienten intimidados, reiterando nuevamente que
el decano es una pieza fundamental en que ingeniería sea una facultad unida".
No puedo dejar de señalar que ante una
denuncia claramente malintencionada, calumniosa y con tintes políticos de
poquísima altura, considerando que he dado a conocer mis intenciones políticas
para 2020, la Universidad y toda su comunidad deben ser ejemplo de prácticas
políticas honestas y trasparentes, esto además es una urgencia en nuestra
sociedad; y los medios de comunicación están obligados a investigar
acuciosamente, a hacer balances informativos que contribuyan al fortalecimiento
de la democracia interna en nuestra institución y en el país.
Finalmente, me pongo a la orden de las
instancias internas y externas a la Universidad de Costa Rica en las que
supuestamente se ha puesto la denuncia en mi contra. Ejerceré mi derecho a la
defensa según me lo permite la ley y será el tiempo el que se encargará de
aclarar el interés detrás de este injusto e injustificado ataque.