Diputados en la Luna
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Por Franco Mainieri
Murillo - Piloto Comercial
febrero 18,
2021 Franco Mainieri Murillo Opinión
-¡Houston,
tenemos un problema!
-Prosiga
con su emergencia, notifique asistencia que requiere.
-¡Requerimos
que los diputados vuelvan a la Tierra!
Hace unos días,
nuestra Asamblea Legislativa aprobó en primer debate la creación de una Agencia
Espacial Costarricense (AEC). Como si no hubiese pobreza, desempleo, crimen,
corrupción ni un desastre fiscal, pareciera que varios congresistas estaban en
órbita y creen que formar esta agencia es urgente o prioritario.
En primer lugar,
varias instituciones y centros de investigación costarricenses ya estudian el
entorno aeroespacial. El Centro de Investigaciones Espaciales (CINESPA) de la
UCR fue inaugurado en el 2002, desde el 2005 el Planetario de esta misma
universidad abrió sus puertas y se ofrecen carreras en ciencias atmosféricas y
astrofísica. Además, el laboratorio PRIAS del Centro Nacional de Alta
Tecnología (CeNAT) también tiene una rama espacial
asociada a organizaciones como la NASA, OCDE y el Banco Mundial. También, el
TEC posee líneas de investigación en esta materia y la Asociación
Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE) ya existe como ONG en la
materia. Por supuesto, también está la conocida empresa privada Ad Astra en
Liberia.
Cuando se discute el
cierre o fusión de instituciones y disminución de la burocracia y del tamaño
del aparato estatal, la AEC representará todo lo contrario: repetición de
funciones ¡qué novedad! El proyecto de ley no especifica los gastos en que
incurrirá este nuevo ente público, ni mucho menos el centro de investigaciones
que se ordena construir en Guanacaste. Tampoco el precio del terreno,
instalaciones o recursos materiales requeridos.
Costa Rica ya posee
instituciones de dudosa funcionalidad o alta duplicidad de funciones como la
Comisión de Energía Atómica, tres instituciones dedicadas al comercio (COMEX,
MEIC, PROCOMER), tres instituciones sobre drogas (ICD, IAFA, Junta de
Vigilancia de Drogas y Estupefacientes), tres sobre ciencia (Micitt, Conicit, Academia Nacional de Ciencias) y no menos
de seis en temas sociales y de reducción de pobreza.
Por otra parte,
olvídese que el propuesto Consejo Directivo estará formado por cosmólogos,
astrofísicos o ingenieros aeroespaciales. El jerarca del Ministerio de Ciencia
y Tecnología, el directivo del CeNAT, el jerarca del
Ministerio de Relaciones Exteriores, un representante de PROCOMER y un
representante de Cinde serán los tomadores de
decisiones sobre la electrodinámica cuántica en campos fuertes, los plasmas
astrofísicos, la radiación de entes estelares compactos, las nebulosas
espirales y la radiación cósmica de fondo. Es decir, en su mayoría, políticos
encabezarán una agencia técnica que seguramente en la mañana discutirán la
estructura del espacio-tiempo y si les sobra tiempo en la tarde, sobre la
interacción de moléculas interestelares y circunestelares.
No es la primera vez
que personal no calificado debe tomar decisiones en sectores que no les
corresponde. Por ejemplo, el Consejo Técnico de Aviación Civil (CETAC) está
conformado por siete miembros, de los cuales solo uno (por ley) debe ser un
profesional en la aeronáutica. Ya nos hemos topado con abogados "dirigiendo" el
Mopt, así como el actual canciller como representante
suplente en la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea
(COCESNA).
De ninguna manera se
puede menospreciar a la ciencia y tecnología, ni mucho menos imaginarnos una
vida sin los aportes que nos dan. Sin embargo, sí se puede y debe señalar las
improvisaciones, ocurrencias y tonterías. La Agencia Espacial Costarricense en
absolutamente innecesaria y se deriva de un proyecto fallido sin ambición ni
trascendencia en la situación nacional actual. Se supone que se financiará con
el 0,5% de la sub-ejecución del Presupuesto Nacional (como si no hubiese un
déficit fiscal) y un aporte inicial -sin especificar el monto- del CeNAT. Sus atribuciones son vagas y sosas como "divulgar",
"monitorear", "definir", "controlar", etc. y pretende que a los pocos meses los
miembros de la AEC se junten con expertos en materia espacial para definir las
líneas de trabajo.
Solo el presupuesto
de la NASA es de $22,6 billones y gestiona proyectos reales ejecutables y
funcionales para la humanidad. Esta agencia tica no es más que otro ejemplo de
falta de seriedad y deseo por controlarlo todo y tener una institución para
todo. Sería más provechoso fortalecer el Micitt e
invertir de verdad en inglés, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas
desde la escuela y colegio como algunas potencias asiáticas lo han venido
haciendo. Según la Contraloría, este ministerio no ejecutó 13 600 millones de
colones el año pasado. Un buen comienzo habría sido transferir este monto en
becas o capacitación a docentes.
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