Déficit Fiscal: ¡Siempre es
lo mismo!
Por Andi Mirom
22 Abril, 2018
Columna Poliédrica
Tal y como indicamos semanas
atrás, la solución del déficit fiscal es un problema porque se debe establecer
quiénes van a tener que pagar el desbalance. Ya hemos dicho que los
trabajadores de este país, públicos y privados, pagamos impuestos porque lo
consideramos un deber cívico y porque nosotros no podemos eludirlos y tampoco
evadirlos.
La estructura tributaria
costarricense, lo hemos dicho incesantemente, se ha configurado de una forma
regresiva a lo largo de muchos gobiernos. Nuevamente se acude a los impuestos
indirectos, entre otros, para resolver un déficit cuyas causas no son
responsabilidad de los trabajadores costarricenses.
La estrategia es repetitiva y
siempre es la misma, llegar a un momento crítico para luego decir que no hay
alternativa. Ahora nadie se acuerda que Óscar Arias recibió de Abel Pacheco un
gobierno con una finanzas públicas sanas, sin embargo,
al finalizar la administración de ese señor, otra vez, comenzaron los problemas
fiscales para nuestro país.
Recuerdo la situación fiscal en
el año 1991 en que el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier
denunció que Óscar Arias le había dejado las arcas vacías. En esa ocasión se
dijo que había llegado la quiebra del Estado costarricense y un fundamentalista
neoliberal como Thelmo Vargas, comenzó a decir que
para resolver el problema era necesario reducir el presupuesto a la educación,
principalmente, el de las universidades públicas.
Siempre es lo mismo. En la
administración de José María Figueres Olsen, siempre alegando problemas de
déficit fiscal, se quiso cerrar instituciones públicas (CNP, CONICIT, IFAM, etc) y se reformó los regímenes de pensiones, con lo que se
afectó a todos los trabajadores del país; a pesar que siempre se ha ofrecido
realizar acciones en otros ámbitos de la estructura tributaria, una vez que se
aprueban las medidas en el lado del gasto, las otras acciones terminan
olvidándose y como dice nuestro pueblo: ¡Si te vi no me acuerdo!
Desgraciadamente la memoria de la
mayoría de los costarricenses es bastante flaca y por eso debemos recordar esos
momentos de nuestra historia. En lo particular me queda claro que los gobiernos
de Óscar Arias se han caracterizado por dejar las finanzas públicas bastante
desbalanceadas y gran parte de ese déficit se ha gastado, en ambas ocasiones,
en una campaña publicitaria que oculte la realidad y con la complicidad de los
medios de comunicación que terminan facturando grandes cantidades de dinero por
concepto de publicidad.
Todavía estoy esperando, además,
que alguien nos explique qué pasó con los dineros de la trocha fronteriza. No
obstante, ya nadie se acuerda de esos dineros y todo se resume en un problema
fiscal que se le endilga al gobierno de Luis Guillermo Solís; en otras
palabras, recuerdo los hechos anteriores, porque no quisiera que se piense que
todos los costarricenses somos unos desmemoriados y
por tanto, que nos estamos chupando el dedo en materia fiscal.
Con lo anterior no quisiera que
se interprete que el actual gobierno ha hecho lo necesario y lo correcto para
enfrentar el problema. Aunque hizo algunas acciones para cobrar mejor los
impuestos, lo cierto es que han seguido el camino de otros gobiernos y ahora al
final están avalando algo que es más de lo mismo.
No olvidemos. Estudiemos la
historia. Intentemos entender qué está pasando, aunque sea por nuestros hijos.
¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo el abuso que vienen haciendo con la
gente que se gana su vida honestamente?
¿Hasta cuándo?