Boletín
N°212 - julio 2020
19/08/20
Trabajadores comunitarios de salud
de Brasil en serio riesgo
Cada trabajador comunitario de salud
brinda atención primaria a 200 familias. Crédito de la imagen: Dênio Simões/Agência
Brasília, bajo licencia Creative Commons
De un vistazo
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Denuncia
publicada en The Lancet
evidencia magnitud del desastre de la pandemia en Brasil
·
Científicos
analizan factores que ponen en riesgo un programa que era visto como ejemplo
·
95 por
ciento de agentes comunitarios tiene síntomas de COVID-19 y muchos no fueron
capacitados
Por: Washington
Castilhos
La falta de equipos de protección personal y las
incertidumbres sobre el papel que deben cumplir en la pandemia del nuevo coronavirus
son algunos factores que han puesto en riesgo a aproximadamente 286.000
trabajadores comunitarios de salud,
que atienden al 75 por ciento de los 210 millones de habitantes de Brasil.
Esos trabajadores "son los cimientos del Sistema Único de
Salud (SUS) de Brasil", explicó por teléfono a SciDev.Net Gabriela Lotta, profesora de
la Fundación Getúlio Vargas y una de las autoras de
un documento publicado en la revista The Lancet, que detalla la
situación que confrontan estos agentes comunitarios.
Lotta agregó que cada trabajador
comunitario suministra cuidados primarios de salud a 200 familias a través de
visitas domiciliarias dentro de su comunidad, "y establece una relación de
confianza entre las comunidades y el sistema
de salud".
"Saben donde están los jóvenes,
los ancianos y las áreas vulnerables. Esta proximidad a las comunidades es
vital para la vigilancia de los brotes en el terreno", añadió Lotta, quien integra el equipo de coordinadores del Centro
de Estudios Metropolitanos en São Paulo.
En el documento, científicos de Brasil, Reino Unido y
Estados Unidos, denuncian que el programa comunitario -que en algún momento fue
considerado un referente mundial- ha sido dejado de lado por la administración
federal.
Cuadro
de datos
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"El Sistema Único de Salud ha
luchado por atender a la población, incluso con un gobierno autoritario"
Roseni Pinheiro, Instituto de Medicina Social, Universidad
Estatal de Río de Janeiro
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"Es una analogía de lo que ha pasado en el país desde el
inicio de la pandemia, un caso que refleja las decisiones equivocadas del gobierno brasileño y el fracaso
del presidente Jair Bolsonaro y su administración en
reconocer la severidad de la pandemia", dijo.
Brasil ha reportado 3,3 millones de casos y 107.879 muertes
desde que apareció el primer caso de COVID-19 en el país el 26 de febrero. Es
el segundo país del mundo con mayor número de casos y muertes por la pandemia,
antecedido solo por Estados Unidos.
La politóloga recuerda las grandes expectativas generadas
por el papel de los trabajadores comunitarios de salud en la lucha contra la
COVID-19.
En marzo, científicos del renombrado Imperial College de Londres mostraron a Brasil como modelo
de respuesta a la pandemia, debido a que esos trabajadores forman parte del
SUS, a diferencia de otros países que también tienen estos trabajadores, como
India, Pakistán, Ruanda y Colombia, pero donde trabajan sin equipo de apoyo, ni
un respaldo detrás.
En Brasil, el SUS también les proporciona un equipo de otros
colaboradores profesionales, como médicos y enfermeras.
Gabriela Lotta dice que "ser parte
del SUS implica trabajar en la atención básica, que incluye la prevención y
promoción de la salud y es la 'puerta de entrada' al sistema nacional de
salud".
Los agentes comunitarios de salud
están muy vinculados a la población a la que deben atender. Tony Winston/Agência Brasília bajo licencia Creative Commons.
La amplia cobertura de atención de estos trabajadores a la
población más vulnerable hizo pensar a los científicos que podrían ayudar a
evitar que el país se convirtiera en epicentro de la pandemia en la región dada
su cantidad de habitantes, pero la incertidumbre acerca del papel de estos
agentes llevó al fracaso al gobierno brasileño en cuanto a políticas de
atención básica, señala el documento.
Entre otras cosas, los autores temen que los 50 trabajadores
comunitarios muertos como resultado de la COVID-19, cifra dada por los
sindicatos que los agrupa, "esté muy subestimada", porque en las estadísticas
oficiales sobre la mortalidad de los trabajadores de salud no se registra a los
agentes comunitarios.
También señalan que solamente el 9 por ciento de los
trabajadores comunitarios había recibido equipos de protección personal hasta
finales de junio. Aunque Lotta no tiene datos actualizados
disponibles, cree que la situación no ha variado.
Los datos publicados por The Lancet concuerdan con los resultados de
una investigación realizada por la Escuela Politécnica de Salud Joaquim Venâncio, vinculada a la Fundación Oswaldo Cruz -escuela
técnica integrada al SUS- que tuvo como objetivo analizar los impactos de la
pandemia en la salud de estos trabajadores durante abril y mayo.
Según los resultados, el 95,6 por ciento de los 1.978
participantes dijo haber presentado alguno de los síntomas de COVID-19; sin
embargo, el 53,8 por ciento no tuvo acceso a la prueba de descarte de la
enfermedad.
Otro 14,8 por ciento dijo que su unidad de salud no
proporciona equipos de protección personal, y un 46,9 por ciento dijo no haber
recibido ningún tipo de entrenamiento para el abordaje de COVID-19. Pese a
ello, 83 por ciento indicó haber permanecido en su puesto de trabajo.
Para Roseni Pinheiro,
profesora del Instituto de Medicina Social de la Universidad Estatal de Río de
Janeiro, los autores del documento publicado en The Lancet "deberían haber enfatizado más el
potencial del SUS como sistema de salud universal y descentralizado, y la
importancia para los agentes comunitarios de ser parte de él".
Precisa que a pesar de todas las
dificultades, si no fuera por el SUS, la situación de la pandemia en Brasil
podría ser aún peor.
"El problema es cómo el gobierno federal reprime su
potencial evitando que se salven vidas. Por la forma como está colocado en el
documento, parece que no hubiera respuestas, y las denuncias de los
trabajadores comunitarios y otros profesionales de la salud sugieren que no se
estuviera haciendo nada", dijo por teléfono Pinheiro.
La especialista en salud comunitaria agregó que, a pesar de
contar con fondos insuficientes y precarios, "el SUS ha luchado por atender a
la población, incluso con un gobierno autoritario".