Boletín
N°210 - junio 2020
La exclusión educativa ha
repuntado durante la pandemia de COVID-19, según la UNESCO
Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura analiza los factores que excluyen a los
alumnos en todo el mundo. Menos del 10 % tiene leyes para garantizar la plena
inclusión. El 40% de los países empobrecidos no ha dado apoyo a los alumnos
desfavorecidos en la crisis del coronavirus.
Eva Rodríguez 23/6/2020 13:30
CEST
Durante esta crisis se ha centrado mucho
la atención en soluciones de aprendizaje en línea, sin embargo, tales
propuestas son inadecuadas para alumnos desfavorecidos. / © Adobe Stock
La exclusión en
la educación durante la pandemia de COVID-19 se ha agravado, sobre todo en los
países empobrecidos, según el Informe 2020 de Monitoreo de la Educación Global
(GEM, por sus siglas en inglés), publicado por la UNESCO. Se estima que
alrededor del 40 % de los países de ingresos bajos y medios bajos no han podido
apoyar a los alumnos desfavorecidos durante el cierre temporal de las escuelas.
"Durante esta crisis, se ha centrado mucho la atención en
soluciones de aprendizaje en línea, que apuntan al futuro de la educación.
Sabemos que tales propuestas son imperfectas incluso para los mejores
estudiantes. Pero, sobre todo, son inadecuadas para los alumnos desfavorecidos, que pueden no tener acceso barato o
bueno a internet, o un ambiente en casa lo suficientemente idóneo para
estudiar", dice a SINC Manos Antoninis, Director del informe GEM.
Por esta
razón, la UNESCO insta a los países a centrarse en aquellos jóvenes que se
quedan atrás a medida que se vuelven a abrir las escuelas, para fomentar
sociedades más resistentes e igualitarias.
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"Repensar el futuro de la educación es aún más importante
después de la pandemia de COVID-19", apunta la Directora General de
la UNESCO, Audrey Azoulay
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"Para enfrentar los desafíos
de nuestro tiempo, es imperativo avanzar hacia una educación más inclusiva.
Repensar el futuro de la educación es aún más importante después de la
pandemia de COVID-19, que ha ampliado las desigualdades. No actuar
obstaculizará el progreso de las sociedades", apunta la Directora
General de la UNESCO, Audrey Azoulay. Este es el cuarto Informe anual UNESCO GEM
hecho en 209 países.
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Los efectos de la COVID-19
La crisis de la COVID-19 está incidiendo más en los
estudiantes de los países más pobres. Incluso antes de la crisis, 258 millones
de jóvenes, en su mayoría en esos países, no estaban escolarizados. "Tan
solo el 12 % de los hogares de los países empobrecidos tienen acceso a internet
en casa. Incluso las soluciones de más baja tecnología no funcionan. Entre los
hogares más pobres de Etiopía, solo el 7 % posee una radio y ninguno tiene
televisión", destaca Antoninis.
Si se observa el caso de Europa, en Francia después de solo tres semanas de bloqueo el 8 % de los
estudiantes habían perdido el contacto con sus profesores. Asimismo, a estos últimos les resultó difícil
comunicarse con los padres de los estudiantes más pobres, especialmente cuando
la supervisión de la educación en el hogar se ve en peligro por la baja
alfabetización o por padres que no hablan el idioma.
Investigaciones en EE
UU muestran que los niños pierden una cantidad sustancial de aprendizaje
durante el verano (20 %) de la capacidad
lectora lograda durante el año escolar en entre el segundo y tercer grado
de escuela.
"Si los centros educativos permanecen cerrados durante
mucho tiempo, las pérdidas de aprendizaje serán más fuertes para los más
desfavorecidos, que necesitarán clases específicas. Y la recesión tendrá
efectos para la educación, ya que los jóvenes pueden ser presionados para
obtener ingresos", añade.
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Tan solo el 12 % de los hogares de los países empobrecidos tienen
acceso a internet en casa
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En los países de ingresos medianos y bajos solo
aproximadamente uno de cada cinco estudiantes alcanza el nivel mínimo de
competencia en lectura, en comparación con los cuatro de cada cinco en los
países de ingresos altos. "Todos estos factores significan que las
recomendaciones en nuestro informe sobre cómo proteger y construir la inclusión
en la educación son aún más críticas", concluye el director del GEM.
Inclusión y educación en España
La inclusión, según la UNESCO, es ante todo un proceso:
acciones y prácticas que construyen un sentido de pertenencia, arraigadas en la
creencia de que toda persona tiene valor y debe ser respetada.
"Sin embargo, la inclusión también es un resultado, cuya
naturaleza compleja hace que sea difícil fijar. A España le va bien en ese
sentido: solo uno de cada diez estudiantes ha reportado no sentir un sentido de
pertenencia en la escuela, uno de los mejores del mundo", señala Antoninis.
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"Los países han ido fortaleciendo su compromiso de garantizar que
todos los niños reciban educación en su escuela ordinaria. Por lo tanto,
España también debe dar ese paso adicional", añade el director del
informe
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Respecto a la inclusión en la educación, según la Agencia
Europea para las Necesidades Especiales y la Educación Inclusiva, poco menos
del 20 % de los niños con discapacidad se encuentran en escuelas especiales
en España. Un número reducido en comparación con otros países de Europa. En
Alemania, por ejemplo, es del 63 %.
"Teniendo
en cuenta que solo el 3 % de los estudiantes en España están identificados
con necesidades especiales, el 0,5 % de ellos se encuentran en escuelas
especiales. Sin embargo, los países han ido fortaleciendo gradualmente su
compromiso de garantizar que todos los niños reciban educación en su escuela
ordinaria. Por lo tanto, España también debe dar ese paso adicional", añade
el director del informe.
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Educación inclusiva: un concepto acuñado en España
El concepto de educación inclusiva comenzó en España, con la
Declaración y Marco de Acción de la Conferencia Mundial de Educación para
Necesidades Especiales de 1994 en Salamanca. Este documento instó a los países
a que los niños con discapacidad estuvieran en "la escuela a la que
asistiría si el niño no tuviera discapacidad". Esto condujo a la
Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad de 2006, que hizo del derecho
a la educación inclusiva una obligación internacional.
"Sin embargo, no se especificó de manera muy concreta cómo
se esperaba que los países alcanzaran este ideal. El Comité de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad no desalentó
explícitamente la educación que se lleva a cabo fuera del sistema general y a
veces se consideraba aceptable la educación especial", argumenta el director
del informe GEM.
Las observaciones sobre España en 2011 recomendaron que se
consultara a los padres sobre las decisiones de matricular a un niño con
discapacidad en una escuela especial. Pero cada vez más, una posición más estricta
considera la educación excluyente o segregada como una forma de discriminación que viola la Convención y sus
disposiciones para la igualdad de oportunidades.
En 2019, el Comité reiteró que deben adoptarse "medidas para
considerar la educación inclusiva como un derecho y conceder a todos los
estudiantes con discapacidad, independientemente de sus características personales,
el derecho a acceder a oportunidades de aprendizaje inclusivo en el sistema
educativo general, con acceso a los servicios de apoyo según sea necesario".
El reflejo de la sociedad en las escuelas
Otro de los puntos que destaca la UNESCO es que, por ejemplo,
los libros de texto en España a
menudo no son representativos, omitiendo o tergiversando grupos sociales.
Investigaciones pasadas han demostrado que el 0,6 % de los libros de educación física de la escuela primaria
involucraron a personas con discapacidades, principalmente personas con
discapacidades físicas que usan una silla
de ruedas.
Además, la proporción de personajes femeninos fue del 10 %
en la escuela primaria y del 13% en los libros de texto de la escuela
secundaria, una quinta parte de más de 12.000 imágenes fueron de mujeres.
"Por otro lado, las bajas expectativas de los maestros de secundaria afectaron el rendimiento
académico de los estudiantes inmigrantes y la probabilidad de deserción, y
las ONG intervienen para compensar el apoyo insuficiente del gobierno a la
educación que empodera a la población
gitana", explica Antoninis.
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Los libros de texto en España a menudo no son muy representativos,
omitiendo o tergiversando grupos sociales
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Portugal e Italia, sobresaliente en inclusión
Por su parte, Portugal e Italia son dos de los países en
Europa, y a escala mundial, con una sólida legislación educativa inclusiva. Italia es la pionera después de haber
sido el primer país en cerrar escuelas especiales en 1977. Otras leyes,
directivas y directrices han ampliado desde entonces el alcance de la ley.
Portugal
ejemplifica este enfoque moderno con una legislación
educativa inclusiva que abarca a todos los estudiantes. La ley de julio de 2018
amplió la cobertura educativa y el apoyo a los niños y jóvenes con diversidad
de necesidades. La introducción a la ley se refiere a la educación inclusiva
como un proceso destinado a responder a la diversidad de los estudiantes.
Reconoce el currículo y al estudiante como elementos centrales del proceso de
inclusión y requiere un ajuste a los procesos de enseñanza y aprendizaje.
"La ley también requiere que las escuelas tengan un equipo
multidisciplinario, compuesto por un maestro, un maestro de educación especial,
un psicólogo y tres miembros del
consejo pedagógico. También introduce centros de apoyo al aprendizaje
destinados a apoyar la inclusión, crear recursos de aprendizaje y herramientas
de evaluación para los componentes curriculares y organizar la transición
posterior a la educación", indica Antoninis.
Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
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