Boletín
N°210 - junio 2020
Identifican en bacterias multi-resistentes los
genes de un sistema de secreción de toxinas cuya inhibición podría contribuir
al control de las infecciones
Posted
by agenciacyta | Jun
26, 2020 | Ciencia,
Destacadas, Salud
Científicos de
Rosario lograron encontrar los genes responsables de la secreción de toxinas en
patógenos que producen infecciones hospitalarias como neumonías, infecciones
del tracto urinario, meningitis e incluso endocarditis. Es un paso que sienta
bases para el desarrollo de medicamentos eficaces.
(Agencia CyTA-Leloir)-. Algunas especies de bacterias del genéro Acinetobacter están en la lista que la Organización Mundial
de la Salud elaboró sobre los patógenos más peligrosos para la salud humana y
"prioritarios" por ser resistentes a los antibióticos.
Ahora, científicos del Instituto de Biología Molecular y
Celular de Rosario (IBR) realizaron un avance que podría traducirse en el
futuro en estrategias para eliminar selectivamente a bacterias de ese y otros
géneros.
Los científicos del IBR lograron identificar la diversidad
de genes responsables de la producción de toxinas exportadas a través de un
sistema de secreción (conocido como T6SS) que se encuentra en bacterias del género
Acinetobacter
y que podría estar relacionado a su virulencia.
Las bacterias de Acinetobactery
otros géneros tienen un sistema de secreción (T6SS) que funciona como una
"jeringa" secretando proteínas al medio extracelular o de forma específica a
células blanco.
Una especie de este grupo es Acinetobacter baumannii que produce infecciones
hospitalarias como neumonías, infecciones del tracto urinario, meningitis e
incluso endocarditis, y que puede ser difícil de erradicar dado que puede
desarrollar multirresistencia a los antibióticos, aún
a aquellos de último recurso.
"El conocimiento derivado de este proyecto no sólo tiene una
importante contribución desde un punto de vista básico en lo que respecta a las
toxinas asociadas a estos complejos sistemas de secreción bacterianos, sino que
también permitirá a largo plazo diseñar estrategias para inhibir su acción como
factor de virulencia", afirmó el primer autor del estudio, Guillermo Repizo, del IBR, que depende del CONICET y de la
Universidad Nacional de Rosario.
Suzana Salcedo, de la Universidad
de Lyon, en Francia, Repizo, Martín Espariz y Joana Seravalle, también del IBR, compararon las regiones de ADN
que codifican para los 18 genes que forman la "jeringa" o sistema de secreción
de toxinas y otras proteínas presentes en 191 cepas de Acinetobacter. A partir de esos
análisis, los científicos lograron identificar dos organizaciones genéticas
diferentes que codifican ese sistema de secreción.
"También nos centramos en analizar y clasificar las toxinas
asociadas a estos sistemas, de manera tal de predecir sus posibles blancos de
acción", destacó Repizo.
Tradicionalmente, el descubrimiento de nuevas clases de
antimicrobianos se ha planteado a través de ensayos que detecten la inhibición
del crecimiento o la muerte del patógeno. Estas estrategias han perdido
eficiencia puesto que se direccionan a las rutas metabólicas fundamentales en
los que la presión de selección también ha generado la mayor frecuencia de
desarrollo de mecanismos de resistencia, explicó el científico rosarino.
Y continuó: "En este contexto, es crucial la implementación
de estrategias que conduzcan a la identificación de blancos alternativos, y con
estos, el desarrollo de drogas de antivirulencia que
bloqueen mecanismos específicos de patogenia, permitiendo la intervención
simultánea del sistema inmunológico en la eliminación de la bacteria".
En una etapa posterior, los autores del estudio, publicado
en "Frontiers in Microbiology",
proponen testear bibliotecas de compuestos con el fin de encontrar moléculas
que afecten el funcionamiento del T6SS. "Seleccionaremos moléculas capaces de
inhibir el proceso infeccioso teniendo ese sistema de secreción de toxinas como
blanco", concluyó Repizo.
Autores del
estudio: Guillermo Repizo (Izq.), Joana
Seravalle y Martín Espariz,
científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), que
depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario.