Boletín
Nº 204 - diciembre 2019
16/12/19
Argentina recupera su ministerio
de ciencia
Juramentación del ministro Roberto Salvarezza. Crédito de la imagen: Mincyt.
De un vistazo
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Rebajado a
secretaría en 2018, creación de Ministerio es señal de nuevo impulso al sector
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Bioquímico
y expresidente de Conicet está al frente del ministerio
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En últimos
cuatro años Estado dejó de invertir US $900 millones en sistema de ciencia y
tecnología
Por: Martín
de Ambrosio
La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva fue una de las primeras medidas del nuevo presidente de
la Nación, Alberto Fernández. De esta manera dio una señal clara del impulso
que su mandato piensa dar al sector. El gobierno de su antecesor, Mauricio Macri, degradó
este ministerio a secretaría en septiembre de 2018.
De inmediato nombró también al titular del ministerio, el
diputado del Frente para Todos Roberto Salvarezza, de
profesión bioquímico y ex presidente del Conicet —el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas— entre mayo de 2012 y diciembre de 2015.
"Nuestro trabajo inmediato será ponerle
número a nuestras necesidades y, dentro de la emergencia económica general del
país, dar señales al sistema de que la ciencia importa. Por ejemplo, queremos
descongelar los ingresos de científicos al Conicet y otros organismos y
aumentar las becas que ahora están casi en el nivel de la pobreza" (unos 500
dólares al mes), dijo el flamante ministro a SciDev.Net.
Cuadro
de datos
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"Nuestro trabajo inmediato será ponerle número a nuestras necesidades y, dentro de la
emergencia económica general del país, dar señales al sistema de que la
ciencia importa".
Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva.
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La ciencia argentina atravesó durante los últimos cuatro
años una fuerte
crisis, basada sobre todo en los permanentes recortes presupuestarios.
Según la información recogida por el físico Jorge Aliaga, ex
decano de la facultad de ciencias exactas y naturales de la Universidad de
Buenos Aires, si bien la inversión en ciencia y técnica en el presupuesto
nacional durante el período macrista "sufrió un
ajuste del 35 por ciento en pesos; medida en dólares, la caída es del 60 por
ciento" (por la devaluación de la moneda nacional). El nuevo ministro comparte
el diagnóstico y agrega: "En total, el Estado dejó de poner US$ 900 millones en
el sistema en estos años".
En 2015, el Estado asignaba al sector alrededor del 0,35 por
ciento de un producto interno bruto (PIB) equivalente a unos US$ 550.000
millones. En 2019, asignó el 0,25 por ciento del PIB, según cifras oficiales.
El sector público aporta más del 75 por ciento del total de la inversión en
investigación y desarrollo de Argentina.
El sistema científico local consta de una serie de
organismos que coordina el ministerio, entre los que destacan el Conicet y la Agencia
Nacional de Promoción Científica.
"Además de mejorar los presupuestos, tenemos que parar la
sangría de recursos humanos que abrió la puerta a la fuga
de cerebros, y que aquellos que se fueron y estaban expectantes para volver
sepan que podrán hacerlo próximamente", añadió el ministro.
Salvarezza sucederá en el cargo a
Lino Barañao, quien estuvo en el puesto desde 2007,
durante las dos administraciones de Cristina Fernández y los cuatro años de Macri. Barañao cree que si él no hubiera estado, el recorte hubiera sido aún más
profundo. "No dejó de funcionar ningún instituto, las publicaciones
siguieron aumentando y no hubo, ni mucho menos, un daño irreversible sobre el
sistema", señaló a SciDev.Net.
A la vez reconoció que "se resintieron los viajes y compras
al exterior por los cambios en el valor del dólar, algo que está fuera de
nuestro control".
Para Elida
Hermida, investigadora del Conicet en la Universidad de San Martín, "las
expectativas sobre la nueva gestión para la ciencia son muchas y muy altas. El
sistema está resentido, pero en mejores condiciones que en 2003, donde había un
sector de ciencia y técnica, no un sistema articulado como tal". De ese
entonces data la decisión política de colocar a la ciencia en un lugar central
de la agenda pública.
Para Hermida, hubo un impasse de cuatro años, y le
gustaría que "volvieran a tener oportunidades quienes se formaron en los
últimos años y vieron reducidas sus posibilidades de permanencia como investigadores".
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