Boletín
Nº 204 - diciembre 2019
19/12/19
Barreras contra vacunación se
diversifican en Latinoamérica
Cobertura de vacunación en América Latina
varía según de qué enfermedad se trate, pero nuevos obstáculos frenan una mayor
cobertura. Crédito de la imagen: Raquel Portugal / Fiocruz
bajo licencia Creative Commons.
De un vistazo
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Dudas
sobre su efectividad, influencias externas y creencias religiosas atentan
contra mayor vacunación
·
Pero
desabastecimiento de vacunas en algunos países de la región causa menor
cobertura
·
Grupos antivacunas se valen de la tecnología para ganar adeptos
apelando a incertidumbres
Por: Lorena
Guzmán Hormazábal
La mayor exposición a influencias externas, como las
creencias o dudas sobre la efectividad de las vacunas, comienzan a ser un
factor importante que atenta contra una mejor cobertura
de vacunación en América Latina y el Caribe, un dato que debe ser tomado en
consideración por autoridades y formuladores de políticas públicas.
Pero a ello se suma el descenso en la disponibilidad de
muchas vacunas en diversos países de la región, advierten especialistas
consultados por SciDev.Net.
Por ejemplo, una encuesta sobre cobertura de vacunación en Argentina, la
primera de su tipo realizada en el país, presentada el 16 de diciembre por la
Fundación Bunge y Born, revela que el 96 por ciento
de la gente cree que las vacunas son beneficiosas.
"Pero el 13
por ciento de la población no logra vacunarse y de ese total, el 80 por ciento
no lo hace por falta de dosis", informa Antonio Vázquez, becario de
investigación de la Fundación. En Argentina, las vacunas son gratuitas, y si
bien la encuesta no determinó en detalle cuáles eran las vacunas del calendario
obligatorio que más faltan, los indicios señalan que parte importante de ese
desabastecimiento proviene del programa de inoculación del estado. Entre ellas
se encuentra la vacuna combinada que protege contra la difteria, tos ferina,
tétanos, influenza
tipo b y hepatitis B.
Cuadro
de datos
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"La falta de interés de las farmacéuticas por
producir las vacunas más baratas hace que su disponibilidad baje y que la
producción se la lleven los grandes mercados como China, India e, incluso,
Brasil".
Miguel Betancourt-Cravioto
- Presidente, Sociedad Mexicana de Salud Pública.
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En América Latina, la cobertura de vacunación varía
dependiendo del tipo de enfermedad.
Mientras que la vacuna contra la tuberculosis tuvo el mayor alcance, con 93 por
ciento en 2018, la que defiende contra
la difteria, tétanos y tos ferina tuvo la menor cobertura con 76 por
ciento, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.
Si bien tradicionalmente los factores socioeconómicos
desfavorables, la baja educación, la falta de conciencia sobre las
enfermedades, y las creencias religiosas y culturales aparecían como los obstáculos
más frecuentes para la vacunación, "nunca se habían cuantificado ni
evaluado a nivel de país en Latinoamérica", dice a SciDev.Net Adriana Guzmán, investigadora de la Escuela de Salud
Pública del Imperial College de Londres, Reino Unido.
Guzmán dirigió una revisión
de casi 7.000 investigaciones en inglés, español y portugués sobre las barreras
de vacunación en la región, publicada en la revista Vaccine.
La revisión fue realizada por un equipo de investigadores que pertenecen o han
trabajado para la farmacéutica británica Glaxo Smith Kline.
[CLIC PARA AMPLIAR] En este cuadro se
aprecia la importancia que el contexto y la influencia externa tiene sobre la
decisión de vacunar o no vacunar.
Crédito: Guzman-Holst et al, Vaccine.
Entre los resultados de la revisión destacan la influencias
religiosas y culturales que se observan en la vacunación en Argentina, Perú, Colombia y la Guayana Francesa. Específicamente en el noreste de
Argentina, la religión se asoció con la vacuna contra el virus
papiloma humano, mientras que en la Amazonía peruana, los indígenas Awajún creen que la rabia humana tiene orígenes
sobrenaturales y puede tratarse con terapias tradicionales. Y en Colombia, el
11 por ciento de los padres dicen que los factores culturales y religiosos son
la razón principal para no vacunar a sus hijos.
Para David Loría, virólogo de la
Facultad de Microbiología de la Universidad de
Costa Rica —quien no participó de la revisión— las brechas tradicionales a
las vacunas, sobre todo económicas y geográficas, no han aumentado o
disminuido, pero están apareciendo otras. "Estas son religiosas, de
desconfianza hacia el aparato médico, hacia la industria farmacéutica y, sobre
todo, mala información o creer que ciertas enfermedades han desaparecido",
detalla.
David Loría,
virólogo de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR),
se refiere a las brechas en el acceso a las vacunas.
Crédito del video: Caterina Elizondo L.
Algunas de esas barreras emergentes están relacionadas a las
influencias externas que reciben los padres a través de las redes sociales
y grupos antivacunas, dice a SciDev.Net Patricia Juliao, gerente
senior de Epidemiología de Vacunas de Mercados Emergentes del Oeste de
GlaxoSmithKline y coautora del estudio. "Además, los grupos de ingresos bajos
basan sus decisiones en creencias personales y la falta de conocimientos de los
beneficios de las vacunas", explica.
Si bien los grupos antivacunas han
existido desde que apareció este tipo de inoculación, hoy se ven beneficiados
por la tecnología.
"El problema es que su argumentación es muy reduccionista, revisan
superficialmente la literatura y desde sus intereses particulares, sin mostrar
toda la evidencia", explica a SciDev.Net
Miguel O’Ryan, pediatra e infectólogo,
académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien tampoco
participó de la revisión.
En estos gráficos se pueden apreciar las
actitudes y comportamientos relacionados con la vacunación en América Latina
Crédito: Guzman-Holst
et al, Vaccine.
Un ejemplo de ello fue lo que pasó a principios del milenio
con el timerosal (conservante que evita la aparición
de bacterias y hongos durante el almacenamiento de algunas vacunas) y su
supuesta relación con el autismo. Luego de varias investigaciones la
Organización Mundial de la Salud desestimó los riesgos.
Aún así, en algunos países, como
España, sigue la controversia sobre la vacunas con el compuesto, incluso
cuando siguen apareciendo nuevas evidencias sobre su inocuidad en publicaciones
científicas. Mientras que en otros países, como Chile
por ejemplo, el sistema privado de salud ofrece vacunas sin el compuesto, pero
con precios que van desde los US$ 230 a 330, en contraste con las vacunas
gratuitas que provee con el Estado, pero que sí contienen timerosal.
Si bien los movimientos antivacunas
son una preocupación en la región, los especialistas consultados concuerdan
que, a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos o Europa, en Latinoamérica
su influencia es menor. Aún así, por ejemplo, la
cobertura de las dos dosis de la vacuna
contra el sarampión es mayor en Norteamérica y Europa Occidental que en
América Latina y El Caribe, con 93, 88 y 77 por ciento, respectivamente según
datos de Unicef de 2018.
Desabastecimiento
En Argentina esos grupos incluso son rechazados, asegura a SciDev.Net Antonio Vázquez. "En las
redes sociales la gente se burla de este movimiento por el tono conspirador de
su discurso", asegura. Aún así, el que se hable de él
no
deja de representar un riesgo, agrega el investigador.
Vásquez coincide con otros especialistas en que el principal
problema con las vacunas en la región hoy es el desabastecimiento, lo que también
refleja la ya mencionada primera encuesta realizada en Argentina.
En Brasil, en 2017, solo el 79 por ciento de la población en
riesgo de contraer sarampión había recibido las dos dosis de la vacuna,
mientras que ese número bajó a 69 por ciento en 2018. El último brote autóctono de la
enfermedad en 2000, y su desaparición desde 2016, podría haber sido una de las causas
del descenso.
El desabastecimiento de vacunas para la primera
infancia está surgiendo como nuevo problema en algunos países de la región.
Crédito de la imagen: Raul Santana / Fiocruz, bajo licencia Creative Commons.
"En México, las primeras dosis de vacunas para niños tienen
un alcance de 80 o 90 por ciento, pero en las dosis siguientes ese porcentaje baja incluso hasta 25 por ciento", explica a SciDev.Net Miguel Betancourt-Cravioto, presidente de la Sociedad Mexicana de Salud
Pública. La razón es que, dada la escasez, se privilegian las primeras dosis,
afirma.
El descenso en la producción nacional de vacunas, por el
cambio de foco de la principal productora local, es una de las explicaciones
del fenómeno en México, pero Miguel Betancourt-Cravioto
ve otra razón que puede afectar el resto de Latinoamérica. "La falta de interés
de las farmacéuticas por producir las vacunas más baratas hace que su
disponibilidad baje y que la producción se la lleven los grandes mercados como
China, India e, incluso, Brasil", asegura.
Estilos de
vida más naturales, que van desde la adopción del veganismo
hasta rechazar todo tipo de agentes externos que pueda dañar el cuerpo, es una
barrera que también está emergiendo sobre todo en los jóvenes, dice Miguel O’Ryan. Además, estos grupos son los más susceptibles de
ser convencidos por los pediatras antivacunas, otro
grupo emergente, concluye.