Boletín
Nº 203 - noviembre 2019
"El sistema científico está
organizado bajo un modelo androcéntrico"
Posted by agenciacyta |
Nov 13, 2019 | Ciencia,
Destacadas |
0
|
Así lo afirmó la
doctora en ciencias sociales Vanesa Vázquez Laba,
investigadora del CONICET y responsable de la Dirección de Género y Diversidad
Sexual de la Secretaría Académica de la UNSAM, en el seminario "Desigualdades y
violencia de género en el sistema científico y universitario" que dictó en el
Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires del CONICET que
funciona en el Instituto Leloir. La investigadora asesora a instituciones sobre
cómo actuar en casos de discriminación por razones de género y/o violencia de
género.
(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. En el ámbito de la ciencia,
como en todas las esferas de la sociedad, hay mujeres que sufren distintos
tipos de violencia: simbólica, económica, psicológica, física y sexual. Así lo
recuerda la socióloga y doctora en ciencias sociales Vanesa Vázquez Laba, investigadora del CONICET en el Instituto de Altos
Estudios Sociales (IDAES) de la UNSAM.
"La ciencia y los científicos suelen pensar que su práctica
y sus disciplinas son neutrales a las cuestiones de género. Sin embargo, lo que
sabemos desde la teoría feminista es que las relaciones académicas y
científicas también son relaciones de poder y el género juega un papel
fundamental en ese vínculo", señaló Vázquez Laba.
"Otro claro ejemplo es el ocultamiento de la contribución de
las mujeres en descubrimientos científicos fundamentales en la historia. Y la invisibilización de la violencia de género en los espacios
de trabajo científico y académico, que también se esconde bajo el velo de la
neutralidad científica", añadió.
En la UNSAM, Vázquez Laba y un
equipo interdisciplinario de investigadoras estudia las desigualdades y la
violencia de género a nivel social y también dentro del campus. Y en 2015
pusieron en marcha un protocolo, que es pionero en el país, para la actuación
en situaciones de discriminación por razones de género y/o violencia de género
en la UNSAM, cuyos resultados positivos han despertado interés a lo largo del
país.
"Asesoramos a varias instituciones para la elaboración o
implementación de sus propios protocolos", indicó Vázquez Laba.
El protocolo se basa en instrumentos de carácter normativo
en los cuales se establece el procedimiento a seguir para garantizar el
tratamiento óptimo de los casos de violencia de género. También implementan
medidas de prevención, de protección, de investigación y de esclarecimiento de
los hechos. Según el caso, se adoptan medidas pedagógicas, de sensibilización,
de sanción, de suspensión, juicios académicos y otras acciones.
Mediante una encuesta que realizaron en 2016 en la UNSAM,
las investigadoras del IDAES constataron que la violencia más
recurrente en el espacio universitario es la simbólica. "Los comentarios
sexistas y discriminadores, sobre todo por estudiantes varones, son un problema
central de la vida universitaria y de la experiencia en las aulas", indicó
Vázquez Laba, quien también integra la Comisión
Interdisciplinaria del Observatorio de Violencia Laboral del CONICET.
Sin embargo, las investigadoras comprobaron que no todas las
consultas que se hacen en la Consejería en Violencia de Género de la
universidad terminan en denuncia. "Muchas de las personas afectadas en una
situación de este orden suelen solicitar que los casos sean abordados a través
de otras medidas que no impliquen sanciones, como, por ejemplo, una llamada de
atención y/o capacitaciones. Estas medidas son de carácter preventivo y apuntan
al trabajo pedagógico para mejorar los vínculos entre las personas", afirmó
Vázquez Laba.
Por otro lado, la investigadora destacó que el protocolo de
la UNSAM ha logrado un afianzamiento de la relación con los claustros de la
universidad, en especial con las estudiantes que suelen recurrir a la Dirección
para realizar sus consultas. "Esto significa que pueden canalizar a través de
la institución la situación que atraviesan", concluyó.
En la Fundación Instituto Leloir (FIL) y en el Instituto de
Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA) del CONICET que funciona en
la FIL, "estamos trabajando para concientizar y sensibilizar a sus miembros
sobre la problemática de género. El objetivo es prevenir conflictos y
contribuir a un buen clima laboral en el que prevalezcan el respeto, la tolerancia
y la cooperación entre los integrantes de los grupos de investigación", afirmó
Andrea Gamarnik, directora del IIBBA. Y agregó: "Para
esto comenzamos a realizar distintas actividades coordinadas por becarios e
investigadores, como el seminario de Vanesa, quien nos trasmitió su experiencia
como estudiosa del tema. En este momento estamos elaborando un protocolo
interno para prevenir todo tipo de violencias. Cuando se empieza a caminar este
sendero de concientización, no hay vuelta atrás".
Vanesa
Vázquez Laba (izq.), investigadora de CONICET y
responsable de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría
Académica de la UNSAM, y Andrea Gamarnik, directora
del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA) del
CONICET que funciona en la Fundación Instituto Leloir
|
Vanesa Vázquez Laba, investigadora de CONICET
y responsable de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría
Académica de la UNSAM.
|