Boletín
Nº 202 - octubre 2019
Científica del Instituto Leloir
gana el Premio Nacional L’Oréal-Unesco "Por la Mujer
en la Ciencia" 2019
Se trata de Vanesa Gottifredi,
quien dirige el Laboratorio de Ciclo Celular y Estabilidad Genómica y estudia el
cáncer. También ganaron otras distinciones dos investigadoras de la Fundación
Instituto Leloir (FIL), María Fernanda Ledda, jefa
del Laboratorio de Neurobiología Molecular y Celular de la FIL, que investiga
el sistema nervioso, y Marina A. González Besteiro
cuyos proyectos también se centran en cáncer.
Vanesa Gottifredi
(centro), María Fernanda Ledda (izq.) y Marina A.
González Besteiro. Créditos: CONICET Fotografía.
Por su trayectoria, sus aportes y proyectos en curso
centrados en el estudio del cáncer, la doctora Vanesa Gottifredi,
jefa del Laboratorio de Ciclo Celular y Estabilidad Genómica de la Fundación
Instituto Leloir (FIL) e investigadora principal del CONICET, ganó el Premio
Nacional L’Oréal-Unesco "Por la Mujer en la
Ciencia".
La distinción, que cuenta con el respaldo del CONICET, tiene
como objetivo distinguir la excelencia científica y estimular la participación
de las mujeres en ese ámbito. También recibieron otros premios cinco
investigadoras.
"Es un honor haber sido seleccionada por un jurado de
notables para sumarme a la lista de prestigiosas colegas argentinas que
recibieron ese galardón en los últimos 13 años", afirma Gottifredi,
quien se graduó como química en la Universidad Nacional de Salta, obtuvo un
doctorado en biología humana en la Universidad "La Sapienza"
de Roma, Italia, y completó sus estudios posdoctorales en biología celular y
cáncer en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Luego regresó al país y
puso en marcha su laboratorio en la FIL.
"Todo científico valora el reconocimiento a su investigación
y los premios prestigiosos avalan las elecciones de curso y de desarrollo que
se toman. Pero, en este caso, tiene el valor agregado de exponer una lucha que
ha tomado más entidad en los últimos años. Como en muchas disciplinas, en
ciencia, las mujeres constituyen el mayor porcentaje de investigadores en las
etapas iniciales de la carrera, pero esto no se refleja en los escalafones más
altos ni tampoco en los cargos de liderazgo en gestión institucional",
puntualiza Gottifredi.
Una de las más aceptadas causas del estancamiento en el
desarrollo de las carreras femeninas "son los mandatos sociales que dividen en
compartimentos las tareas de acuerdo con el género. Solo con políticas que
impulsen a las mujeres a tareas de dirección y con sociedades que avalen dicha
elección el mundo podrá disfrutar a pleno del talento femenino", agrega Gottifredi.
Los estudios de Gottifredi han
apuntado a identificar estrategias de adaptación y evasión de las células
malignas al ataque de la quimioterapia para mejorar la eficacia terapéutica de
estos tratamientos. Pero también lidera proyectos que orientan el desarrollo de
novedosos fármacos para diferentes tipos de cáncer y que sean capaces de actuar
sobre células malignas sin afectar a las células sanas del paciente.
En esa línea, Gottifredi
participa de un consorcio de varios laboratorios, que cuenta con
financiación público-privada de la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline
(GSK) y la Secretaría de Ciencia, que logró recientemente identificar
fármacos con buen potencial para eliminar selectivamente células de mama y
ovario asociados con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
"Pretendemos evaluar el potencial de estos fármacos en
muchos modelos celulares, lo que generaría un grado de confianza en cuanto a la
posibilidad de extrapolar los resultados a pacientes. Esperamos poder proponer
alternativas que podrían avanzar a modelos preclínicos en el mediano plazo",
afirma la científica, quien en 2015 ganó el premio Houssay otorgado por el
entonces Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, en 2017 el
premio Friedrich Wilhelm Bessel concedido por la
Fundación Alexander von Humboldt de Alemania, y a fines de agosto
pasado el Premio Ben Barres que otorga "eLife",
una organización sin fines de lucro fundada en 2011 por el Instituto Médico
Howard Hughes, de Estados Unidos, la Sociedad Max Planck, de Alemania, y el Wellcome Trust, del Reino Unido.
Las otras premiadas
Las científicas del Instituto Leloir con
investigadoras que también fueron reconocidas y autoridades de L’Oreal
Argentina, del CONICET y de la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva. Créditos: CONICET Fotografía.
La doctora María Fernanda Ledda,
jefa del Laboratorio de Neurobiología Molecular y Celular de la FIL, fue
reconocida con una mención especial del Premio L´Oréal
- UNESCO por su trayectoria y sus aportes en el estudio del sistema nervioso.
"Esta distinción significa un reconocimiento muy importante para el trabajo que
hacemos las mujeres en ciencia y evidencia que no hay motivo para hacer ningún
tipo de distinción de género en este ámbito", indica Ledda,
quien también es investigadora independiente del CONICET, doctora en ciencias
biológicas por la UBA y realizó un doctorado en la FIL y un posdoctorado en la
División de Neurobiología Molecular en el Departamento de Neurociencia en el
Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia.
Uno de los proyectos de Ledda
apunta al estudio de las motoneuronas que son las
neuronas que se encuentran en la médula espinal y extienden prolongaciones,
llamadas axones, que llegan a los músculos y permiten los movimientos. Si estas
conexiones se dañan como consecuencia de algún accidente o enfermedad, puede
llevar a la parálisis, ya que no pueden volver a crecer. "Comprender cómo
funcionan estas células y encontrar los factores que permiten su regeneración
es esencial para el diseño de nuevas terapias que permitan el crecimiento axonal de las motoneuronas
dañadas y eviten la atrofia muscular", explica la investigadora de la
FIL.
Por su parte, la doctora Marina A. González Besteiro, investigadora Asistente del CONICET en el
laboratorio que lidera Gottifredi en la FIL, ganó una
mención especial en la categoría "Beca" para jóvenes. "Esta mención
reconoce el trabajo de mis primeros años haciendo ciencia, muchos de los cuales
fueron años de estudio y formación. Es por eso también un reconocimiento al
esfuerzo de mucha gente con la que trabajé y trabajo, de la que aprendí y
aprendo cada día", afirma la licenciada en biotecnología de la Universidad
Nacional de San Martín (UNSAM), quien realizó su tesina en el Instituto de
Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular «Dr. Héctor N. Torres»
(INGEBI) y su tesis en las universidades de Friburgo (Alemania) y Ginebra
(Suiza).
"En un momento en el cual comienzo a tener una visión más
amplia de mi tema de estudio y perfilarme como investigadora independiente,
esta distinción marca un punto de inflexión en mi carrera", destaca González Besteiro.
Como Gottifredi, la joven
investigadora trabaja en cáncer. El paradigma actual plantea que la
quimioterapia elimina células cancerígenas por las mutaciones o daño al ADN que
induce. Sin embargo, es un arma de doble filo, porque aquellas mutaciones
insuficientes para provocar la muerte pueden otorgar a las células tumorales
una ventaja adaptativa.
"Mi proyecto plantea que las drogas quimioterapéuticas
podrían provocar muerte y mutaciones peligrosas (que no matan) por vías
diferentes. Explorar este concepto permitiría mejorar la calidad de la terapia,
al restringir su potencial de riesgo", explica González Besteiro.
El premio en la categoría "Beca" fue para la María Florencia
Cayrol, investigadora asistente del CONICET en el
Instituto de Investigaciones Biomédicas (BIOMED, CONICET-UCA), por un
proyecto que apunta a hacer más efectivas terapias antitumorales
actualmente disponibles o en evaluación para las que se usa una
fármaco conocido como bexaroteno.
Por otra parte, en la categoría Premio Nacional también hubo
una mención especial para Juliana Cassataro,
Investigadora principal del CONICET en el Instituto de Investigaciones
Biotecnológicas (IIBIO, CONICET - UNSAM) por su proyecto "Desarrollo de nuevos
adyuvantes para mejorar la administración oral de vacunas". Y en la categoría
Beca, también hubo una mención para Micaela Godoy Herz,
becaria posdoctoral en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y
Neurociencias (IFIBYNE, CONICET - UBA) por su proyecto: "De plantas a gusanos:
en busca de nuevos mecanismos moleculares".
Aníbal Scavino, director general
de L’Oreal Argentina, afirmó durante la entrega de los premios que
históricamente las mujeres fueron discriminadas en el mundo científico y recién
a finales del siglo XIX, y con mucho esfuerzo, comenzaron el difícil camino de
la incorporación. "Esto significó que durante todo este tiempo la humanidad
desperdició a la mitad de su capacidad intelectual. Una ciencia sin diversidad
de género se convierte en una ciencia mutilada", afirmó. Y agregó: "Quiero
agradecerles a todas las científicas que presentaron sus proyectos y felicito a
las ganadoras por el alto nivel de sus trabajos presentados".
Miguel Ángel Laborde, vicepresidente de Asuntos Tecnológicos a cargo
de la Presidencia del CONICET, felicitó a las científicas ganadoras y les
agradeció que "a pesar de las crisis presupuestaria
que estamos atravesando ustedes siguen generando nuevos conocimientos de
frontera y formando recursos humanos de calidad". También mencionó que si bien en el sistema científico hay más mujeres que
hombres, a medida que se analizan las categorías más altas, su presencia va
descendiendo. "Tenemos que trabajar para cambiar esta relación", agregó.
Por su parte Lino Barañao,
secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, destacó que "no solo
es necesario que las mujeres participen en la ciencia como un derecho sino
porque también la ciencia necesita de mujeres". Y en esa línea puntualizó que
hay estadísticas que reflejan que en general en las científicas se expresa un
equilibrio "entre el avance del conocimiento y una visión de aplicación, de
componente altruista que debe tener el avance de la ciencia, de preocupación
por el otro y de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos".