Boletín Nº 199 - julio 2019

La sobrepesca amenaza a los tiburones oceánicos

Cerca del 25 % de los hábitats de los tiburones oceánicos se encuentra en zonas de pesca activas, según un nuevo estudio internacional que ha contado con la participación de 109 centros científicos. El número de estos depredadores no ha parado de descender debido al uso de su carne para la sopa de aleta de tiburón. 

María G.Dionis | | 24 julio 2019 19:00

Foto de decenas de marrajos en el suelo sobre tarimas.

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Subasta de marrajo (Isurus oxyrinchus) en el puerto pesquero de Vigo. / José Antonio Gil Martínez

Los tiburones pelágicos son aquellos que nadan por mar abierto, lejos de las costas. Incluyen grandes depredadores como el tiburón tigre, el tiburón blanco, o el marrajo dientuso, cuya pesca encabeza España. A veces se capturan por accidente, pero muchas otras son el objetivo por su carne y sus valiosas aletas para la controvertida sopa asiática.

Existe muy poca gestión de la captura de estas especies porque las zonas de alta mar normalmente están fuera de la jurisdicción nacional. Sin embargo, desde hace varios años se lleva alertando de una importante disminución de muchas de estas poblaciones a causa de la sobrepesca. A pesar de todo, siguen siendo muy poco conocidas las zonas específicas donde se concentran los escualos y las capturas que se realizan en ellas.

Los resultados revelaron que, de media, el 24 % del espacio que ocupan los tiburones pelágicos coincide con las zonas de pesca industrial.

Foto de Tiburón tigre adulto nadando en el fondo del mar.

Una de las especies afectadas por la pesca es el tiburón tigre. / Neil Hammerschlag

Refugio limitado para evitar la pesca

"El trabajo muestra que las principales actividades de pesca en alta mar se centran actualmente en puntos críticos de tiburones de importancia ecológica en todo el mundo", explica a Sinc David Sims, investigador de la Asociación Biológica Marina de Reino Unido y autor principal del estudio.

En el caso del tiburón azul y el marrajo el solapamiento fue mucho mayor, con un promedio del 76 % y el 62 %, respectivamente. Incluso las especies protegidas internacionalmente, como el gran tiburón blanco y el marrajo sardinero, tienen valores de superposición que superan el 50 %.

Según Sims, "existe una necesidad urgente de medidas de conservación y gestión de los puntos en los que se concentran los tiburones pelágicos para comenzar a reconstituir las poblaciones".

"Algunos de los ‘puntos calientes’ de tiburones que estudiamos podrían no estar allí en tan solo unos años si no se toman medidas de gestión para conservar estos animales y los hábitats de los que dependen", concluye el biólogo.

El estudio destaca el potencial de la vigilancia simultánea por satélite de tiburones y pescadores como herramienta para la gestión de alta mar.