Boletín Nº 180 - Noviembre
2017
Persisten trabas a investigación científica de
marihuana
Crédito de la imagen: Wikipedia commons
De un vistazo
Trece
países de la región han despenalizado posesión de marihuana con diversos fines
Principal
reto para la ciencia será llevar la investigación básica del cannabis a etapa
clínica
Pero
falta voluntad política y recursos. Laboratorios internacionales son los
beneficiados.
[CIUDAD DE MÉXICO]
Mientras que una de las cámaras de Paraguay dio los primeros pasos para autorizar
el cultivo y producción controlada del cannabis para uso medicinal el 15 de
noviembre, y en Perú el Presidente Pedro Pablo Kuczynski
promulgó la ley que autoriza el uso medicinal de la marihuana y sus derivados
el 16 de noviembre, es posible que el desarrollo e investigación científica sobre el cannabis permanezca
rezagado en la región con respecto al resto del mundo, debido a las
regulaciones aprobadas.
Hasta el momento, en
América Latina la posesión de marihuana ha sido despenalizada con ciertos fines
en 13 países: México, Costa Rica, Jamaica, Puerto Rico, Colombia, Ecuador,
Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, y Perú. Pero los grados de regulación
e implementación varían considerablemente entre un país y otro, con distintas implicaciones sobre la
investigación científica del cannabis.
El proyecto de ley en
Paraguay -aún falta su paso por el ejecutivo y la segunda cámara- propone que
solamente organismos gubernamentales y ciertos laboratorios farmacéuticos podrán cultivar la planta, y el estado
promoverá la producción e industrialización de los medicamentos derivados en
laboratorios de instituciones públicas para usos terapéuticos. Dicha producción
será gratuita para los pacientes que se registren en un programa nacional,
según reportan medios locales.
En el caso de Perú, la
posesión de marihuana con fines medicinales se ha despenalizado, pero las
nuevas regulaciones no permitirán su cultivo (aunque sí la importación de
productos medicinales). Esto quiere decir que los investigadores no podrán
acceder a un mercado nacional para conseguir la planta.
Presidente Kuczynski rodeado de todas las organizaciones y políticos
que cabildearon a favor de una ley que regule el uso medicinal del cannabis en
el Perú (Foto: Presidencia Perú).
Investigación
sigue rezagada
"No es lo mismo que
sea legal en las calles a que sea legal que la estudiemos los científicos",
aclara a SciDev.Net Kari Franson, decana de la Escuela
de Farmacología Clínica de la Universidad de Colorado, Denver, y experta en
farmacología de la marihuana. Aún en Estados Unidos, donde la legislación es de
las más avanzadas del continente, la ley federal pone trabas para la
investigación científica de la planta.
Denver fue una de las
primeras ciudades del país en legalizar completamente la marihuana. "¡Puedo
perfectamente salir a la calle y comprarla, pero no puedo traérmela al
laboratorio y estudiarla!", asegura Franson. "Los detalles regulatorios sí son relevantes para los
científicos", dice.
Como la marihuana aún
no es legal a nivel federal, los centros de investigación tienen restringido el
acceso a la planta y sus derivados y los estudios clínicos que pueden hacer con
ella; solamente la pueden conseguir a través de una universidad en todo EE.UU.,
y se requieren protocolos especiales y caros para hacer ensayos clínicos que no
requieren otros medicamentos.
"A mí me gustaría
saber cuáles son los efectos que tiene el producto que compran en las calles,
pero no puedo", lamenta Franson.
Así, mientras que hay un buen
cuerpo de investigación sobre los efectos farmacológicos de cannabinoides
en animales, no se conocen suficientemente sus efectos en voluntarios sanos,
añade.
"A mí me
gustaría saber cuáles son los efectos que tiene el producto que compran en las
calles, pero no puedo".
Kari Franson, experta en farmacología de la
marihuana, Escuela de Farmacología Clínica de la Universidad de Colorado
La
agenda de investigación
Lisa María Sánchez,
directora de políticas de drogas de la organización México Unido contra la
Delincuencia, ha dedicado parte importante de su carrera al cabildeo
legislativo de la marihuana y está muy familiarizada con los retos científicos
que describe Franson.
"Es uno de los
problemas que perpetúan este círculo vicioso, en el que los legisladores piden
evidencia científica que avale su uso medicinal, ¡pero no se puede obtener
porque es una droga ilegal desde hace 50 años!", señala a SciDev.Net. Y el
mismo ciclo vicioso se perpetúa en círculos académicos, donde aún existen
algunos investigadores que se oponen a la legalización por el mismo motivo.
"Reclaman que hace
falta evidencia científica, y sí, es cierto, ¡hace falta!", dice a SciDev.Net Búrix Mechoso, profesor del Núcleo Interdisciplinario de
Estudios sobre Cannabis (NIEC) de la Universidad de la República de Uruguay,
expresando su urgencia por contar con más recursos y voluntad política para incrementar el conocimiento científico
sobre la planta y sus extractos.
En Uruguay, "la
investigación está mandada por ley, y no hemos tenido problemas para hacer
investigación básica", reconoce Mechoso.
Además los investigadores podemos recurrir a los
cultivadores para obtener muestras, acota Nelson Bracesco,
también miembro del NIEC.
El equipo de NIEC estudia la diferenciación metabólica de algunas
variedades de cannabis; efectos de extractos de las diferentes variedades de
cannabis sobre el ciclo sueño-vigilia (el cual
se relaciona con la esquizofrenia); procesos cognitivos y la actividad electroencefalográfica en animales de experimentación. Sin embargo todo esto sigue en etapa preclínica.
"Hace falta mucha investigación y ensayos
clínicos", afirma a SciDev.Net Atilio Falconi, otro
miembro del NIEC, en cuanto a los retos de investigación en su país. El equipo
parece estar de acuerdo en que el principal reto para la ciencia será llevar la
investigación básica a su etapa clínica.
Foto: Cannamedic.
Ciencia
vs legislación
En México, el congreso
aprobó el uso medicinal de la marihuana en abril. Pero mientras se turna al
ejecutivo, la ley sólo ha despenalizado la posesión para uso médico por hasta 5
gramos o través de medicamentos importados mediante permisos especiales. Aún no
hay un reglamento que regule todos los aspectos, incluyendo su investigación
científica.
"Aquí [en México] los
médicos ya no son criminalizados por prescribirla", dijo Sánchez, "pero falta
la letra chiquita; ¿dónde? ¿cuántas veces se puede cambiar una receta?; no
sabemos si se permitirá su cultivo o si se importará, o quiénes podrán hacer
investigación", sostiene.
Respecto a las
políticas legislativas que fomenten la investigación científica en América
Latina, Sánchez considera que "estamos avanzando cautelosamente y muy lento; y
cuando avancemos estaremos respondiendo a los intereses extranjeros".
Sánchez lamenta que
las leyes de la región parecen perpetuar la situación actual en la que otros
países desarrollados llevan la delantera en I+D, incluso beneficiándose de la
legislación.
Por ejemplo, mientras
Perú y México continúan con restricciones para realizar investigación, aceptan
importar productos patentados en el extranjero para uso médico (Sativex, Charlotte's Web
y General Hemp son solo algunas de las marcas que
comúnmente se importan), señala Sánchez.
Otros ejemplos que señala la experta son
Canadá, que cultiva Marihuana en Colombia; y Colorado, que está involucrado en
la legislación en Jamaica para fomentar sus investigaciones y su mercado.
Dijo también
que los bancos estadounidenses en Uruguay no permiten abrir cuentas provenientes del negocio de marihuana en ese país -pero sí
en su propio
país- de tal suerte que intereses externos afectan el desarrollo de la industria
local, dejándola en desventaja.
De continuar
así, "nos vamos a quedar a la saga de todo este desarrollo",
advirtió la experta.
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