Boletín
N°216 - diciembre 2020
15/12/20
Brasil: Cambios de temperatura
afectan más a pobres que a ricos
En ambientes extremadamente calurosos, cada grado de
aumento de la temperatura diaria implica un mayor riesgo de hospitalización
entre las personas pobres. Crédito de la imagen: Peter
Ilicciev/Fiocruz, bajo
licencia Creative Commons
De un vistazo
·
Subida
brusca de temperatura climática en un día aumenta riesgo de hospitalización
entre los más pobres
·
Estudio
analizó casi 148 millones de hospitalizaciones en más de 1.800 ciudades
brasileñas
·
Quienes
sufren enfermedades infecciosas, respiratorias y endocrinas están más expuestos
Por: Meghie Rodrigues
Quienes viven en ciudades
más pobres son más vulnerables a ser hospitalizados si la temperatura climática
cambia rápidamente durante el día o en el corto plazo, revela un nuevo estudio
realizado en Brasil.
Aunque los investigadores sabían que las variaciones de
temperatura aumentan el riesgo de enfermedades
y la mortalidad de las personas con diabetes o asma, por ejemplo, desconocían
que este resultado puede verse afectado por indicadores socioeconómicos como
alfabetización, ingreso familiar mensual per cápita y las tasas de urbanización
de diferentes lugares.
Además, tampoco se tenían números específicos para demostrar
ese riesgo para un país tan grande como Brasil. "Estas disparidades son para
todo lo que uno se pueda imaginar, desde COVID-19
hasta problemas cardíacos", explicó a SciDev.Net
Paulo Saldiva, profesor principal de la Facultad de
Medicina de la Universidad de São Paulo y coautor de la investigación publicada
en la revista The Lancet Planetary Health.
Al analizar datos sobre casi 148 millones de
hospitalizaciones en 1.814 ciudades brasileñas entre enero de 2000 y diciembre
de 2015, los investigadores encontraron que el aumento de 1°C en un solo día en
comparación con el día anterior aumenta el riesgo de hospitalización en un 0,52
por ciento en promedio para los habitantes de todas las ciudades analizadas.
Si bien los porcentajes pueden parecer bajos, es importante
tener en cuenta que ellos representan un mayor riesgo de hospitalización por
cada grado centígrado de variación de temperatura. En ese sentido, Ben
Armstrong, profesor de estadística epidemiológica en la Escuela de Higiene y
Medicina Tropical de Londres, que no participó en el estudio, advirtió que los
riesgos reales pueden ser mucho mayores porque "la variabilidad de la
temperatura puede cambiar varios grados de un día a otro".
Al mirar más de cerca los diferentes municipios aparecen más
disparidades. Por ejemplo, las personas menores de 19 y mayores de 60 años y
quienes padecían enfermedades infecciosas, respiratorias y endocrinas en las
ciudades de menores niveles de ingresos, tenían un riesgo mucho mayor de
hospitalización debido al cambio de temperatura climática que las de las
ciudades más pudientes.
Cuadro
de datos
|
"Estas disparidades son para todo
lo que uno se pueda imaginar, desde Covid-19 hasta problemas cardíacos".
Paulo Saldiva, Facultad de Medicina, Universidad de São
Paulo, Brasil
|
|
El análisis
se basó en estadísticas socioeconómicas urbanas del Instituto Brasileño de
Geografía y Estadística, datos de hospitalización del Sistema de Información
Hospitalaria del Sistema Único de Salud de Brasil y partes diarios de un
conjunto de bases de datos meteorológicas brasileñas revisados por
pares.
Los investigadores clasificaron las ciudades por ingresos
medianos-bajos, ingresos medianos-altos e ingresos altos, de acuerdo con los
estándares del Banco Mundial (2015). La tasa de alfabetización de las personas
mayores de 15 años, las tasas de urbanización, el ingreso familiar mensual
promedio per cápita y el PIB per cápita fueron los principales elementos para
dicha clasificación.
El equipo descubrió que las personas con enfermedades
endocrinas, como diabetes, de las ciudades de bajos ingresos tenían casi
cuatro veces más probabilidades de ser hospitalizadas (1,21 por ciento) que
aquellas con una disfunción similar que vivían en ciudades de altos ingresos
(0,32 por ciento).
Las personas con enfermedades infecciosas de las ciudades
pobres tenían casi tres veces más probabilidades (1,62 por ciento) de ser
hospitalizadas debido a cambios bruscos de temperatura que sus contrapartes de
ciudades prósperas (aumento del 0,56 por ciento).
También hubo disparidades entre las personas con
enfermedades respiratorias: los pobres tenían casi tres veces más riesgo de
hospitalización que los ricos (1,32 por ciento contra 0,55 por ciento de
aumento).
La diabetes y las enfermedades respiratorias no son causadas
por la variación diaria de la temperatura, pero pueden tener peores impactos
debido a ella. La capacidad de nuestros vasos sanguíneos para hincharse cuando
hace calor o contraerse cuando hace frío, por ejemplo, es una protección
importante de nuestro cuerpo contra las variaciones abruptas de temperatura,
explicó Saldiva.
Las olas de calor tienen un efecto dañino sobre la
salud, y las personas más pobres son más vulnerables. Raúl
Santana/Fiocruz, bajo licencia Creative Commons.
"Con hipertensión no controlada o diabetes, las personas
pueden tener aterosclerosis, que endurece los vasos sanguíneos. Eso les
dificulta lidiar con la variación de temperatura porque sus funciones de
regulación térmica no funcionan tan bien", añadió.
En cuanto a los diferentes grupos de edad, aunque no hubo
una diferencia notable entre los mayores de 60 años, los que viven en ciudades
de bajos ingresos (0,60 por ciento) tuvieron un mayor riesgo de hospitalización
que las personas mayores de las ciudades ricas (0,43 por ciento). Los más
jóvenes de los municipios pobres tenían el doble de probabilidades (1,21 por
ciento) de ser hospitalizados debido a los cambios diarios de temperatura que
sus contrapartes de altos ingresos (0,52 por ciento).
"Estos resultados son bastante sorprendentes, ya que la
asociación entre el nivel socioeconómico y la vulnerabilidad se vuelve
realmente clara aquí", señaló Armstrong desde Londres, en una videoentrevista.
Los resultados se pueden explicar debido a que los
habitantes de las ciudades de menores ingresos pueden carecer de una buena
estructura de vivienda y aire acondicionado, "y muchas personas de las zonas rurales
trabajan al aire libre, estando directamente expuestas al calor y a las
variaciones diarias de temperatura", comentó a SciDev.Net Sonja Ayeb-Karlsson,
profesora del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad
de las Naciones Unidas, que no participó en el estudio.
"Además, las dietas más deficientes y el estrés financiero se suman al
impacto mental que puede hacer que las personas que viven en regiones más
pobres sean aún más vulnerables", agregó.
Saldiva cree que esta vulnerabilidad
podría ser cierta también para otras partes del mundo. "Brasil puede ser,
lamentablemente, un buen laboratorio para este tipo de estudios: el país es
desigual y tenemos variabilidad climática además de buenos datos de salud",
dijo.
Armostrong concuerda, pero
recomienda tener cuidado. "La extrapolación siempre es arriesgada porque hay
demasiadas características que debemos tener en cuenta. Tiene sentido
extrapolar estos resultados para América Latina, por ejemplo, pero quizás no
para todo el mundo". Y Sonja Ayeb-Karlsson
subraya:, "hay impactos y diferencias dentro de los
países y entre ellos, y esto debe tenerse en cuenta".
En relación con el cambio climático, Saldiva cree
que el principal problema será la adaptación. Se necesitaron miles de años para
que los inuit se adaptaran a lugares helados y para que los africanos se
adaptaran al clima abrasador. La migración masiva y el cambio climático posiblemente
causarán estragos evolutivos para los humanos, alerta.
"Las respuestas vasculares al clima son diferentes en cada
parte del mundo y cada pueblo tardó milenios en desarrollar su ventaja
adaptativa. Las bacterias, a diferencia de nosotros, evolucionan en cuestión de
horas. Con el cambio climático, entraremos en un desajuste evolutivo", predice.