Boletín
N°216 - diciembre 2020
03/12/20
Inversión en ciencia se desacelera
en la región
América Latina y el Caribe reúne al 4 por
ciento de investigadores a nivel mundial, solo por encima de África y Oceanía.
Crédito de la imagen: Concytec, Perú. Imagen en el
dominio público
De un vistazo
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Informe
anual con indicadores de CyT de la región muestra
avances modestos en algunos aspectos
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La
inversión, sin embargo, bajó y la tendencia no se ha revertido
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Aunque
varios parámetros están en crecimiento, el impacto mundial sigue siendo mínimo
Por: Daniela
Hirschfeld
En 2016 los recursos destinados a investigación y desarrollo
en América Latina y el Caribe cayeron de manera simultánea en casi todos los
países, por primera vez desde 2000.
Ello ocurrió luego de más de una década en la que la
inversión en ciencia y tecnología
creció acompañando al Producto Bruto Interno (PBI) en la región, y desde esa
caída se mantiene el estancamiento.
Así lo revela el Informe sobre el Estado de la Ciencia 2020
que este año celebra su 25° edición y que agrega un dossier sobre el desempeño
de la región en investigación sobre COVID-19.
El documento —elaborado anualmente por la Red de Indicadores
en Ciencia y Tecnlogía (RICYT)— ofrece una visión de
la situación actual de la ciencia y tecnología (CyT)
en los países de América Latina y el Caribe (ALC) e Iberoamérica desde 2009 a
2018.
El informe destaca que entre esos
años, el PBI creció 40 por ciento en ALC y 38 por ciento en Iberoamérica, pero
"desde 2015 se aprecia un estancamiento económico en ambos bloques (...) que
afectó el desarrollo de las actividades de ciencia y tecnología".
En 2016 comenzó el descenso en la inversión en I+D. Y
mientras en Iberoamérica se recuperó la inversión, no ha ocurrido lo mismo en
ALC. Fuente: El Estado de la Ciencia. Principales indicadores de ciencia y
tecnología iberoamericanos/interamericanos 2020.
"Se trata de un cambio de coyuntura al que es necesario
prestarle atención", dijo a SciDev.Net
por correo electrónico Rodolfo Barrere, coordinador
de la RICYT y uno de los autores del informe.
"La inversión en I+D de la región siempre estuvo vinculada a
la evolución de la economía. Sin embargo, esta inversión dejó de crecer a pesar
de que la economía de la región retomó cierto crecimiento entre 2016 y 2018",
agregó.
En relación con el PBI, los países iberoamericanos
invirtieron 0,74 por ciento en I+D
en 2018 y ALC alcanzó 0,63 por ciento, muy bajo en comparación con países
industrializados. Corea e Israel destinan casi 5 por ciento, por ejemplo.
Los números son aún más pobres si se observa que en el
concierto mundial, la inversión regional en I+D representa solo 4 por ciento
para Iberoamérica y 2,8 por ciento para ALC.
En cuando a recursos humanos dedicados a CyT,
la cantidad de investigadores en jornada completa en Iberoamérica creció 40 por
ciento en la década analizada. Sin embargo, en proporción a la población no es
un dato alentador.
Excepto Portugal, con 9 investigadores cada mil integrantes
de la Población Económicamente Activa (PEA), España con 6 y Argentina con 3, el
resto de la región tiene menos de 2 investigadores por cada mil integrantes de
la PEA. A nivel mundial, asimismo, ALC reúne únicamente 4 por ciento de los
investigadores, solo por encima de África y Oceanía.
Además, el informe muestra que la investigación no logra
salir del ámbito académico. En 2018, 59 por ciento de los investigadores
trabajaba allí y menos de 30 por ciento en empresas
privadas.
Al observar la distribución por género,
mientras en muchos países hay un virtual balance, en Chile, México y Perú las
investigadoras son menos de 35 por ciento.
Mientras que en algunos países de la
región existe un virtual balance de género, en Chile y México las
investigadoras son solo un tercio. Fuente: El Estado de la Ciencia. Principales
indicadores de ciencia y tecnología iberoamericanos/interamericanos 2020.
El informe observa que la cantidad de artículos publicados
en revistas científicas registradas en Scopus por
autores de ALC creció 81 por ciento, pero respecto al mundo, ALC genera solo
4,7 por ciento de las publicaciones.
En tanto, la cantidad de patentes solicitadas por países de ALC subió 47 por ciento,
de la mano de Chile y Colombia. No obstante, 80 por ciento de esas solicitudes
corresponden a empresas extranjeras que protegen productos en mercados de la
región.
El futuro y el combo público-privado
"Un chiste viejo dice que ‘Latinoamérica es la región del futuro....y lo ha sido durante los últimos 50 años’. De la
lectura del informe de Ricyt, uno no puedo menos que
reflexionar sobre si lo de arriba era verdaderamente un chiste", ironizó David
González, director del Programa de Ciencias Básicas de Uruguay y ex director de
Ciencia del Ministerio de Educación y Cultura de ese país.
En su opinión, para que la inversión en I+D sea más o menos
comparable con regiones más desarrolladas, el crecimiento de ALC debe ser más
rápido. "De lo contrario, en el próximo decenio nos veremos en la situación de que aun creciendo, la distancia que nos separe de los países
centrales será mayor que ahora", estimó.
Cuadro
de datos
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"Un chiste viejo dice que
‘Latinoamérica es la región del futuro....y lo ha
sido durante los últimos 50 años’. De la lectura del informe de Ricyt, uno no puedo menos que reflexionar sobre si lo
de arriba era verdaderamente un chiste".
David González, director del
Programa de Ciencias Básicas de Uruguay
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Para Alberto Majó, quien fue secretario General del Programa
Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) entre 2013 y
2018, en la región se observa que "el esfuerzo de gasto estuvo más concentrado,
al igual que la década anterior, en crear capacidades en el ámbito público y de
educación superior con financiamiento público".
"La cooperación con el sector privado para mejorar las
políticas es un gran desafío en la región, pero este tipo de colaboración no es
natural porque es necesario construir confianza entre las partes. Existe una
alta heterogeneidad entre los actores del sector privado y la coordinación
implica también preparar a las agencias de financiamiento para abordar estos
aspectos", agregó Majó, actual asesor del ministro de Educación de Uruguay.
COVID-19 y la región
En el capítulo sobre la respuesta de la ciencia a la
COVID-19, el informe revela que desde mediados de enero —cuando ALC no tenía
casos— hasta julio de 2020, Iberoamérica acumuló 31.322 publicaciones sobre la
enfermedad o el virus en la base de datos PubMed.
Esas publicaciones se originaron en más de 300 instituciones
iberoamericanas. Entre las más prolíficas están algunas brasileñas (Universidad
de São Paulo y la Federal de Minas Gerais, y la Fundación Oswaldo Cruz) y
varias españolas (sobre todo hospitales universitarios).
"La región tiene una participación relativamente pequeña (en
publicaciones) en el contexto mundial y la investigación sobre COVID-19 no fue la excepción", señaló a
SciDev.Net Mario Albornoz,
coordinador del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la
Sociedad (OCTS) de la Organización de Estados Iberoamericanos y uno de los
autores del dossier sobre COVID-19.
"Los países con más inversión y más investigadores fueron
también los que más investigación realizaron", agregó.
La
disparidad de la inversión en I+D de la región se grafica en este cuadro.
Brasil (64%) México (13%) y Argentina (8%) juntos invierten el 85 por ciento
(datos a 2017). Fuente: El Estado de la Ciencia. Principales indicadores de
ciencia y tecnología iberoamericanos/interamericanos 2020.
Albornoz ahondó que mientras en los países más desarrollados
los principales temas estuvieron relacionados con el diagnóstico del COVID-19 y
la búsqueda de medicamentos y vacunas, "en ALC predominaron temas relacionados
con tratamiento de los pacientes y gestión de la crisis en sistemas
de salud que rápidamente alcanzaron sus límites".
Los autores destacan que la pandemia dejará "valiosas
lecciones" a organismos de política y agencias de financiamiento para mejorar
procesos de gestión, asignación de prioridades y evaluación de impactos.
"La crisis del COVID-19 demandó que estos procesos se
realicen más rápidamente. Ya en marzo existían convocatorias sobre COVID-19 (a
pesar de que se sabía muy poco sobre la enfermedad)", recordó Barrere.
"En busca de resultados en muy corto plazo, gobiernos
nacionales y organismos internacionales implementaron mecanismos de evaluación
acelerados y otros para determinar temas prioritarios en un contexto de
incertidumbre", agregó.
"No está claro aún el éxito que han tenido estas
iniciativas, pero será una experiencia interesante para una evaluación
posterior", opinó Albornoz.
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Enlace al informe completo
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