Boletín
N°216 - diciembre 2020
Científicos argentinos descubren
que las plantas presentan memoria a corto plazo de la temperatura
Posted by agenciacyta |
Nov 27, 2020 | Agro, Ciencia, Destacadas
Identificaron genes
que regulan el impacto de la temperatura nocturna en el crecimiento de plantas
al día siguiente. Su regulación podría ser útil para el desarrollo futuro de
cultivos que se adapten al cambio climático.
(Agencia CyTA-Leloir)-. Investigadores argentinos descubrieron
que la temperatura de la noche afecta el crecimiento de las plantas al día
siguiente.
El estudio demostró que las plantas guardan una memoria de
la temperatura nocturna, y dependiendo de los niveles térmicos experimentados,
pueden crecer más o menos al día siguiente cuando se exponen a la luz solar.
"En el actual contexto de cambio climático, con el
transcurso de los años los cultivos resultan expuestos a temperaturas para las
cuales no fueron seleccionados. Necesitamos con cierta urgencia entender los
mecanismos que las plantas utilizan para responder a las temperaturas e
identificar los genes que participan de esos procesos. De ese modo podremos
intervenir mediante plantas que se ajusten mejor a su ambiente de modo de
incrementar la producción mundial de alimentos a pesar del calentamiento
global", explicó el Ingeniero Agrónomo y doctor en Biología Jorge Casal,
director del estudio y jefe del Laboratorio de Fisiología Molecular de Plantas
de la Fundación Instituto Leloir (FIL).
En 2016, la revista Science publicó un trabajo liderado por Casal que llevó al
descubrimiento del primer receptor de temperatura en plantas. "Ya se habían
identificado en plantas receptores de luz y de hormonas, pero nunca se había
descubierto ningún sensor de temperatura", afirma Casal, también investigador
del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la
Agricultura (IFEVA), que depende del CONICET y de la UBA.
En ese trabajo, los investigadores comprobaron que un
receptor de la luz roja y roja lejana, llamado fitocromo B (phyB), también registra o "sensa"
la temperatura ambiental, como si fuera un detector óptico con termómetro
incorporado. Los estudios se hicieron en Arabidopsis thaliana, un modelo vegetal que comparte
genes con cultivos de importancia económica.
Ahora, junto a colegas de Alemania, Casal y un integrante de
su laboratorio, el doctor en Agronomía Germán Murcia, demostraron que las
temperaturas nocturnas afectan el crecimiento de plántulas de Arabidopsis thaliana no solo
durante la noche, sino también durante el día posterior. Y en ese fenómeno el
fitocromo B tiene un papel clave. "Las plántulas presentan memoria a corto
plazo con relación a la temperatura", afirmó Murcia, becario posdoctoral del
CONICET en la FIL.
Los experimentos demostraron que la memoria nocturna de
temperaturas está regulada por phyB. "El patrón de
crecimiento durante el día posterior al tratamiento de temperatura nocturna
está influenciado por la cantidad de phyB que queda
al final de la noche", destacó Murcia.
"Estamos desarrollando un modelo que nos permite anticipar
de manera cuantitativa el impacto de la temperatura sobre el crecimiento de Arabidopsis thaliana y
los avances como el que hemos publicado se incorporan al modelo. Al mismo
tiempo, evaluamos en qué medida ese modelo puede aplicarse a plantas de interés
agronómico y si bien falta mucho por ajustar, los avances en maíz son
promisorios. De ese modo esperamos aportar información de utilidad para los
programas de mejoramiento genético en relación al cambio climático", afirmó
Casal, también investigador superior del CONICET.
El estudio fue publicado en "Plant Journal". Y también
participaron Beatrix Enderle
y Andreas Hiltbrunner, de la Universidad de Friburgo,
en Alemania.
Jorge Casal
(izq.) y Germán Murcia, autores del estudio.