Boletín N°215 - noviembre 2020
Calor, deshielo y microplásticos: lo que revela la mayor expedición realizada
en el Everest
Una alianza entre National Geographic y Rolex ha permitido
llevar a cabo la investigación más importante realizada hasta la fecha en la
montaña más alta del planeta, el monte Everest. Allí, un equipo
multidisciplinar, formado por 34 expertos, ha recabado datos que evidencian
cómo la acción humana está deteriorando el entorno del Himalaya en Asia.
Sergio Guinaldo
24/11/2020 08:00 CEST
La Expedición National Geographic and Rolex Perpetual Planet Everest ha sido
la más importante realizada hasta la fecha. / Baker Perry (National
Geographic)
Entre abril y junio de 2019, un equipo multidisciplinar de
34 investigadores realizó la expedición
más grande jamás realizada a la cima del mundo: el monte Everest. La misión, bautizada como National Geographic and Rolex
Perpetual Planet Everest Expedition, estuvo conformada por glaciólogos,
geólogos, meteorólogos, biólogos y cartógrafos, y tuvo como objetivo analizar
las consecuencias de la actividad humana
sobre el entorno y su población. Sus resultados, un año después, acaban de
publicarse en la revista One Earth.
"El gran objetivo de este proyecto es recopilar información
científica sobre el cambio climático
y cómo están cambiando los glaciares",
señala Paul Mayewski,
científico climático de la Universidad de Maine en EE UU y líder de la
expedición. "Los glaciares no mienten", advierte en uno de los vídeos que ha preparado
National Geographic
para documentar esta aventura.
La magnitud de esta expedición ha permitido a los diferentes
equipos estudiar múltiples efectos de la acción del hombre: desde el deshielo de los glaciares y el riesgo
de desprendimientos, hasta la pérdida de
la biodiversidad y agrodiversidad en el Himalaya,
pasando por el aumento de la presión atmosférica o los cambios en los patrones
de las precipitaciones. Han detectado incluso microplásticos en las zonas más
altas.
Uno de los trabajos más relevantes de esos tres meses de
recogida de datos ha sido la comparación de la masa de hielo de las últimas seis décadas. Gracias a una serie
histórica de fotografías tomadas por satélite, los investigadores han observado
una pérdida constante de la masa desde los años 60 hasta el presente.
"Esto ha sucedido principalmente a un ritmo de adelgazamiento
de cerca de un metro al año en los
glaciares ubicados a una altitud de unos 5.000 metros sobre el nivel del mar,
pero también hemos medido el adelgazamiento del hielo por encima de los 6.000
metros en las laderas septentrionales del Everest", indica a SINC Owen King, glaciólogo en la
Universidad St. Andrews (Escocia) y autor
de uno de los estudios.
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Los glaciares ubicados a 5.000 metros de altitud
han adelgazado un metro al año desde 1960
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Según King y sus compañeros, la razón principal de este
deshielo se encuentra en el aumento de las temperaturas. "El Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) predice un mayor
calentamiento en esta región en todos los escenarios que contempla en sus trayectorias de concentración de gases
de efecto invernadero, por lo que esperamos que la pérdida de hielo continúe al
menos al ritmo actual en las décadas futuras", explica King.
Uno de los equipos perfora el hielo a 8.020 metros de altitud./ Mark Fisher (National Geographic)
Si continúa la regresión de los glaciares, los científicos
temen que a medio plazo este deterioro pueda disminuir los recursos
hídricos de las poblaciones locales en los próximos decenios, ya que
el agua del deshielo de los glaciares del Himalaya es una de sus fuentes
principales, sobre todo fuera de los monzones.
"Dentro del Valle del Khumbu, el
derretimiento de los glaciares proporciona el 65 % del agua utilizada por la
comunidad local durante la estación seca. El continuo derretimiento de los
glaciares y el declive de la capa de nieve aumentará claramente el estrés
hídrico dentro de la región del monte Everest antes del inicio del monzón
de cada año", concluye este estudio.
Cada vez es más sencillo escalar la montaña
El derretimiento del hielo no es sino uno de los muchos
efectos que provoca el aumento de las temperaturas sobre el monte Everest. Otro
importante hallazgo de la expedición 2019
National Geographic and Rolex Perpetual Planet Everest Expedition
muestra cómo con el paso de los años hay
más oxígeno en las zonas altas de la montaña, facilitando la labor de
ascensión a los escaladores.
"La atmósfera debajo de la cima se expande a medida que se
calienta, lo que provoca que la presión del aire aumente en el Everest. En
consecuencia, la presión del aire es proporcional a la cantidad de oxígeno. En
promedio, el calentamiento facilitará ligeramente la respiración en la cumbre,
pero no olvidemos algunas de sus otras consecuencias", advierte a SINC Tom Matthews,
climatólogo en la Universidad de Loughborough (Reino
Unido) y coautor de otro de los estudios, publicado en la revista iScience.
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"El calentamiento facilitará ligeramente la
respiración en la cumbre, pero no olvidemos algunas de sus otras
consecuencias", advierte Tom Matthews
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Para estimar el nivel de oxígeno, Matthews
y su equipo recurrieron a los datos proporcionados por varias estaciones meteorológicas instaladas en
las laderas del monte. "Al vincular las observaciones recientes de esas
estaciones con registros de mayor duración del clima regional, pudimos
reconstruir las variaciones de presión y de oxígeno desde 1979", explica el
climatólogo.
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Aunque pudiese parecer una particularidad de la montaña
asiática, Matthews afirma que este fenómeno se puede
aplicar a todas las cumbres del mundo, aunque cree que solo tiene sentido en
las más altas. "Esto se debe a que el cuerpo humano es más sensible a los
cambios de oxígeno a una presión menor. Es decir, a mayor altitud", argumenta.
"El aumento de la presión atmosférica en las cumbres y de la
disponibilidad de oxígeno refleja el calentamiento mundial de la atmósfera",
expone.
Microplásticos en los confines de la Tierra
Desvinculado en parte de la crisis climática, pero ligado a
la acción humana, un tercer estudio emitido por esta expedición y publicado en la revista One Earth alerta de la presencia de microplásticos
en las zonas más altas del Everest.
"De acuerdo con nuestros resultados, se ha encontrado
contaminación microplástica desde el fondo del mar
hasta cerca de la cima de la montaña más alta del mundo —a 8.440 metros sobre
el nivel del mar—. Aunque a menudo está ligada al océano, la contaminación
plástica es omnipresente en nuestro medio ambiente", certifica a SINC Imogen Napper,
doctora en Ciencias Marinas, investigadora en la Universidad de Plymouth (Reino
Unido) y autora del estudio.
Mediante la toma de
muestras de nieve y agua de los arroyos, Napper
y sus compañeros detectaron en su laboratorio partículas de plástico de menos
de 5 milímetros de grosor. "Honestamente no sabía qué esperar en términos de
resultados, pero me sorprendió mucho encontrar estos contaminantes en cada
muestra de nieve tomada, que oscilaba entre
3 y 119 microplásticos por cada litro de
nieve", detalla la investigadora.
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"Aunque a menudo está ligada al océano, la
contaminación plástica es omnipresente en nuestro medio ambiente", afirma Imogen Napper
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La mayor concentración de micropartículas
se detectó en el Campo Base del Everest,
donde los escaladores pasan una cantidad considerable de tiempo. Allí, la
muestra albergaba 79 microplásticos por litro.
El equipo de geólogos recogió muestras de agua en un lago
glacial de Gokyo (Nepal)./
Freddie Wilkinson (National
Geographic)
Lejos de los focos de contaminación que acaban vertiendo
plástico a los mares, en esta ocasión procede del material que se emplea en
este tipo de expediciones, como fibras de poliéster,
acrílico, nailon y polipropileno.
"Esos materiales se utilizan cada vez más para fabricar la
ropa de exterior de alto rendimiento que usan los escaladores, así como tiendas
de campaña y cuerdas de escalada, por lo que sospechamos que este tipo de
artículos son la principal fuente de contaminación en lugar de cosas como
recipientes de comida y bebida", considera Napper.
Según la autora de la publicación, "los esfuerzos
medioambientales tienden actualmente a centrarse en reducir, reutilizar y
reciclar residuos más grandes. Esto es importante, pero también debemos empezar
a centrarnos en soluciones tecnológicas
más profundas que se centren en los microplásticos,
como cambiar el diseño de las telas e incorporar fibras naturales en lugar de
plástico cuando sea posible", señala la autora.
"Saber que estamos contaminando cerca de la cima de la
montaña más alta de la Tierra es una verdadera revelación: tenemos que proteger
y cuidar nuestro planeta", concluye la investigadora.
Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
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