Boletín
Nº 185 - Abril 2018
Ciencia ciudadana para la
conservación del tiburón toro
Por Mónica Alba
Playa del Carmen, Quintana Roo. 24 de abril de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Durante la época de
invierno, en aguas poco profundas de Playa del Carmen, Quintana Roo, es posible
encontrar agregaciones de tiburones toro (Carcharhinus
leucas) cerca de la costa. Dada su importancia
como especies indicadoras de la salud de los ecosistemas marinos y su alta
vulnerabilidad ante la pesca ilegal y desinformación, investigadores de
instancias públicas y organismos civiles, junto con el apoyo del sector
privado, han desarrollado estrategias e instrumentos para la conservación de la
especie en la región.
Los tiburones,
junto con las rayas y las quimeras, pertenecen al grupo de los condrictios o peces cartilaginosos por la composición de su
esqueleto de cartílago, a diferencia de los peces óseos (osteíctios). En
México, la condrictiofauna está representada por un
número registrado de 211 especies —con elevado número de endemismos—, de las
cuales siete son quimeras, 95 son rayas y 109, tiburones, habitando en aguas
costeras y someras, oceánicas, epipelágicas, mesopelágicas e incluso en las grandes fosas oceánicas de
los mares mexicanos.
La problemática de
la conservación de los tiburones en México radica, por una parte, en la falta
de actualización y aplicabilidad de instrumentos normativos que aseguren la
protección de la especie a través de la regulación de las capturas comerciales
y las prácticas recreativas responsables; por otra, en la falta de información
para el conocimiento de la especie y la desinformación en la percepción general
de estos organismos.
En cuanto a la
captura comercial de tiburón, debido a la tardía maduración sexual de estos
organismos, se capturan animales considerados juveniles que no llegarán a
reproducirse y agregar nuevos individuos a la población. Además, una de las
prácticas de mayor afectación es el "aleteo", en donde se captura a los
tiburones para amputar sus aletas para su venta en mercados de exportación,
regresándolos vivos al mar, pero mueren al poco tiempo ante la imposibilidad de
nadar y respirar adecuadamente.
En 2007, se publicó
la Norma Oficial Mexicana 029-PESC-2006 "Pesca responsable de tiburones y
rayas. Especificaciones para su aprovechamiento" en un primer acercamiento a la
regulación, que prohíbe esta práctica; sin embargo, aún se sigue realizando de
forma clandestina.
El tiburón toro no
está exento de esta problemática. De acuerdo con datos publicados por el
especialista en tiburones y rayas, Juan Carlos Pérez Jiménez, investigador
asociado de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el estatus
de la población del tiburón toro es "explotada" ya que en el Caribe
contribuye a 2.4 por ciento de la captura comercial de tiburones en el litoral
del golfo de México y es el sexto en importancia comercial.
En un análisis de
las últimas tres décadas de pesquerías de tiburón toro, se identificó una disminución
en la cantidad de organismos pescados; para el litoral de Veracruz, el tiburón
toro representa 0.6 por ciento de las capturas, mientras que en Quintana Roo
representa 34.5 por ciento de las capturas con palangre.
Investigación para el conocimiento de la especie
La presencia de
agregaciones de tiburones toro en aguas poco profundas de Quintana Roo ha
captado la atención tanto de académicos y autoridades ambientales, como de
representantes del sector turismo y privado.
Dichos sectores
trabajan actualmente en conjunto para el diseño de estrategias e instrumentos
para la conservación de la especie, teniendo como objetivos principales el
desarrollo de investigación que favorezca el conocimiento de la especie y su
comportamiento en la zona, la protección del tiburón toro (y otras especies)
ante las prácticas de pesca ilegal, el aprovechamiento comercial y desarrollo
de buenas prácticas para actividades recreativas con tiburón toro, así como
estrategias de capacitación y comunicación ambiental.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Luis Lombardo Cifuentes, director ejecutivo de
la asociación civil Saving Our Sharks,
A.C., organismo privado dedicado a la investigación y conservación de los
tiburones en el Caribe mexicano, expresó la importancia de mantener un
control en las actividades de buceo con tiburón toro en Playa del Carmen.
Desde 2010, cuando surgió la asociación, se ha buscado fomentar las buenas
prácticas para la regulación de las actividades, pues carecían de protocolos.
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Instalación
de dispositivo de rastreo telemétrico. Fuente, Saving
Our Sharks.
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A partir de
estudios de telemetría acústica para el monitoreo del movimiento de las
poblaciones en la región, se han instalado 32 transductores desde Isla Contoy hasta Banco Chinchorro. Se colocan en las hembras
preñadas, lo que permite un acercamiento a la dinámica de la población, así
como las zonas en donde pasan mayor tiempo y que son prioritarias para
conservar.
"Gracias a los
resultados obtenidos por los estudios de telemetría, contamos con los
argumentos para la propuesta de modificación de la NOM-029, que extienda las
áreas poligonales de protección para los tiburones toro al incluir las zonas de
alimentación y crianza en Quintana Roo. Además, la reciente declaratoria de la
Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano favorecerá la delimitación de los
polígonos de protección para la especie", agregó Lombardo Cifuentes.
Al momento se
tienen identificados 435 individuos de tiburón toro en Banco Chinchorro gracias
al monitoreo continuo de académicos investigadores, así como prestadores de
servicios turísticos que se han sumado a las actividades de investigación.
Gestión comunitaria de impacto
En 2013, se redactó
el primer manual de buenas prácticas para buceo con tiburón toro, como
resultado de un esfuerzo participativo entre autoridades ambientales, científicos
especialistas en tiburones, directivos de empresas de buceo, fotógrafos. En
dicho material se concentra la información más relevante sobre el conocimiento
de la biología y ecología de la especie, así como las recomendaciones puntuales
para el manejo de las actividades de encuentro con tiburones toro en la región.
"Uno de nuestros
principales logros como asociación ha sido que, a partir de los resultados
obtenidos en nuestras investigaciones, así como el trabajo constante con los
diversos sectores involucrados, hemos conseguido un ordenamiento comunitario
para regular las actividades recreativas, reportar incidentes ilegales y
generar una red de apoyo para el manejo y conservación de la especie", explicó
Lombardo Cifuentes.
Las actividades de
educación y formación ambiental son un eje primordial para la conservación de
la especie. Tal es el caso de los seminarios que se realizan a nivel básico,
medio y superior. Se considera que los futuros tomadores de decisiones serán
los más importantes a formar para el conocimiento de la especie y un buen
manejo de las actividades turísticas. A la fecha se han impartido charlas a 25
mil niños y jóvenes.
Los procesos de
formación para las tiendas de buceo y prestadores de servicios turísticos son
clave en la implementación de buenas prácticas para la conservación de la
especie, además de que este sector es el que está al frente con los visitantes
que deben llevarse un mensaje de protección a los tiburones y sus ecosistemas.