Boletín Nº 174 -
Abril 2017
Nanotecnología para combatir el
cáncer mucho más rápido
Los tratamientos de inmunoterapia
contra el cáncer se basan en la modificación en el laboratorio de los linfocitos
T del paciente para que localicen y destruyan las células cancerosas. Ahora, un
grupo de científicos ha creado unas nanopartículas
biodegradables que pueden realizar ese proceso directamente en el cuerpo del
enfermo, acelerando así el tratamiento.
SINC | 17 abril
2017 17:00
La modificación de las células T en los tratamientos de
inmunoterapia se realiza en el laboratorio. / Fotolia
La inmunoterapia
celular es un tratamiento que ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer
u otras enfermedades infecciosas. Consiste en la extracción y cultivo en el
laboratorio de células o linfocitos T del paciente que, tras aumentar su
número, se devuelven a su cuerpo para luchar contra esas patologías.
Este tipo de terapias
han resultado ser muy prometedores pero llevarlas a cabo consume bastante
tiempo y dinero. A día de hoy, se tarda un par de semanas en preparar esas
células para poner el tratamiento en práctica.
Sin embargo, un grupo
de científicos del Instituto de Investigación del Cáncer Fred
Hutchinson de Seattle
(Estados Unidos) ha desarrollado una nueva estrategia de inmunoterapia basada
en la reprogramación de los linfocitos T mediante el uso de nanopartículas
biodegradables.
El estudio, publicado esta semana en la
revista Nature Nanotechnology,
explica cómo estas nanopartículas pueden reprogramar
directamente las células T en el cuerpo del paciente para que localicen y
destruyan las células cancerosas.
Tratamiento más rápido
"Nuestra tecnología es la primera que puede
programar rápidamente la capacidad de reconocer tumores en los linfocitos T
sin necesidad de extraerlos y manipularlos en el laboratorio", explica Matthias
Stephan, autor
principal del estudio.
Estas nanopartículas
biodegradables transportan los receptores antígenos quiméricos, o CARs, que
localizan y eliminan las células cancerosas. Esos receptores son los que se
adhieren a los linfocitos T en un proceso que, normalmente, se realiza en el
laboratorio durante los tratamientos de inmunoterapia celular.
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Este método ahorra los pasos de cultivo de las células T en laboratorio
realizando la modificación dentro del cuerpo del paciente
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"El plan es
transformar este descubrimiento en una forma viable de librarnos de los
residuos plásticos, y trabajar en una solución que salve nuestros océanos, ríos
y todo el entorno natural de las consecuencias inevitables de su acumulación",
explica Bertocchini.
Sin embargo, también
advierte: "Aunque ahora sepamos como biodegradarlo, eso no justifica que
sigamos arrojando a propósito residuos de polietileno en nuestro medio
ambiente".
Con esa técnica se
ahorran los pasos de cultivo in vitro, reduciendo así el tiempo en el que se
puede comenzar a tratar la enfermedad desde su diagnóstico. Para los expertos,
se trata de convertir el cuerpo del paciente en una especie de ‘laboratorio de
ingeniería genética’.
"Nunca he tenido cáncer pero si me lo diagnosticasen querría empezar el
tratamiento lo antes posible", añade Stephan. "Quiero que la inmunoterapia
celular sea una opción de tratamiento desde el mismo día del diagnóstico y que
sea capaz de realizarse en entornos cercanos a los pacientes".
Próximos
pasos y otras aplicaciones
El equipo comprobó la
eficacia de sus nanopartículas usando un modelo
preclínico de leucemia en ratones. Compararon su estrategia con el tratamiento
con quimioterapia y con inmunoterapia con células T reprogramadas en
laboratorio.
Los resultados
mostraron una mejora en la media de supervivencia de 58 días, cuando la
habitual se encuentra en dos semanas.
Se prevén otras aplicaciones
de este modelo para combatir enfermedades infeccionas como hepatitis o sida
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Sin embargo, aún tendrán que superar varios
obstáculos para acercarse a las pruebas en seres humanos. El equipo trabaja
en nuevas estrategias para hacer que el sistema sea seguro para las personas.
Además, los científicos colaboran con otros
grupos de investigación del centro Fred Hutchinson para usar este mismo
modelo en el tratamiento de tumores sólidos.
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Los autores prevén
otras aplicaciones para combatir otro tipo de enfermedades. En teoría, las nanopartículas pueden modificarse para ayudar a pacientes
cuyos sistemas inmunes necesitan un impulso pero que no pueden esperar varios
meses a que una vacuna convencional haga ese efecto.
"Esperamos que pueda
usarse en el tratamiento de enfermedades infecciosas como la hepatitis o el
sida", concluye Stephan.
Referencia bibliográfica:
Mattias Stephan et al. "In situ programming of leukaemia-specific
T cells using synthetic DNA nanocarriers". Nature
Nanotechnology, 2017 http://dx.doi.org/10.1038/nnano.2017.57
Zona geográfica: Norteamérica
Fuente: SINC
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