Boletín Nº 173 -
Marzo 2017
Nuevas fronteras para la edición
del genoma humano
Crédito de la imagen: PAHO/FLICKR
De un vistazo
Edición del genoma humano es
una gran ayuda para cura de enfermedades raras y difíciles
Pero al manipular genes en laboratorio
está sujeta a riesgos y consideraciones éticas
El informe contiene
principios y recomendaciones para los gobiernos de todo el mundo
Los ensayos
clínicos para la edición del genoma humano serán realidad en un futuro cercano, pero solo para ciertas enfermedades graves y bajo una estricta supervisión, gracias a
un informe que contiene principios y recomendaciones para que los gobiernos de
todo el mundo puedan manejar mejor esta tecnología.
La edición del
genoma humano es una herramienta de gran ayuda para la investigación de
procesos biológicos. Consiste en la adición, extracción o sustitución de pares
de bases de ADN en gametos o embriones tempranos, pero al manipular genes en
laboratorio, no está exenta de riesgos y preocupaciones éticas.
El informe fue compilado
por un comité internacional de 22 especialistas en ciencias básicas, ciencias
políticas, derecho, industria y defensa del paciente de países desarrollados
y en desarrollo y fue dado a conocer el 14 de febrero. Ellos analizaron los
alcances y limitaciones de la edición genética en humanos.
"Lo que hicimos fue decir:
‘esto es algo que no necesariamente debe prohibirse y cuyos riesgos se
justifican porque podríamos prevenir enfermedades devastadoras’", resume a
SciDev.Net R. Alta Charo, copresidenta del comité internacional que escribió
el documento y profesora de derecho y bioética en la Universidad de
Wisconsin-Madison.
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"Lo que
hicimos fue decir: ‘esto es algo que no necesariamente debe prohibirse y
cuyos riesgos se justifican porque podríamos prevenir enfermedades
devastadoras’".
R. Alta Charo, Universidad de Wisconsin-Madison
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Según los
autores, la edición de genes en la investigación básica ayuda a comprender los
vínculos entre genes y enfermedades como el cáncer, la fertilidad humana y la
progresión de las enfermedades genéticas. Por ello alienta a explorar esta vía
terapéutica para curar y evitar enfermedades en "situaciones donde no haya otra
alternativa".
Sin embargo, su
uso en terapias somáticas, como la edición de células sanguíneas para tratar la
enfermedad de células falciformes o cáncer, debe abordarse cuidadosamente y sólo
para tratar y prevenir la enfermedad, advierten.
El comité también
determinó que cualquier uso de la edición de genes humanos para las
alteraciones del genoma destinadas a mejorar las características humanas, pero
no a tratar o prevenir la enfermedad, es inapropiado en este momento.
El informe
incluye recomendaciones éticas sobre cómo proteger la dignidad de los
pacientes, evaluar la seguridad y eficacia de nuevas aplicaciones médicas o
brindar acceso amplio y justo a los beneficios de la edición genética humana.
Con estos
principios, Charo espera que la comunidad médica y científica tenga mejores
guías para vigilar el uso de nuevas metodologías que van surgiendo, como
CRISPR/Cas 9, una técnica de edición genómica que permite cortar, insertar y
borrar material genético con precisión asombrosa, aunque a veces puede cometer
errores y modificar ADN en lugares equivocados del genoma.
Federico Pereyra
Bonnet, investigador del Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina, recibe
el informe con optimismo, porque "ofrece una oportunidad de cumplir las
promesas de cura de la terapia genética". Él ha usado la edición genética en
células de pacientes diabéticos para reactivar su producción de insulina.
Las voces de
preocupación también se han hecho escuchar. Martina Crispo Benedetto, biotecnóloga del Instituto Pasteur de Montevideo, Uruguay,
comparte la idea de impedir a toda costa los mejoramientos genéticos que no
estén vinculados con la salud, como el diseño de humanos súper fuertes.
"Quizás en un
futuro podamos ver a CRISPR como una herramienta más del botiquín de los
cirujanos plásticos", dice. "Pero ahora es el momento de conocer sus alcances y
regular su uso para el bienestar de la humanidad".
Además, teme que
el uso de la edición genética en humanos sea más difícil en Latinoamérica,
donde la burocracia y los costos para importar materiales son usualmente
mayores que en países desarrollados, y las barreras legales más altas.