Boletín Nº 171 -
Enero 2017
Maritza Lara, la astrónoma cuyo
proyecto abrió las puertas de observatorios internacionales
Por Armando Bonilla
Ciudad
de México. 28 de enero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En el mundo, solo existen dos instrumentos con espectroscopía
de campo integral capacitados con un campo de visión tan amplio que es posible
mapear galaxias cercanas. Uno de ellos es VIRUS-P, localizado en el
Observatorio McDonald que pertenece a la Universidad de Texas, y el otro es
MUSE, localizado en Paranal, que a su vez pertenece a
los observatorios de la ESO, en Chile.
En ese contexto,
conseguir espacio en alguno de ellos, e incluso en ambos, no es tarea fácil y
mucho menos para aquellos científicos jóvenes; no obstante, un buen proyecto
puede significar la diferencia entre tener o no tiempo para llevar a cabo
observaciones.
Ese fue el caso de la doctora Maritza Arlene Lara López, quien actualmente es la investigadora
más joven del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) y ganadora de una de las cinco becas para mujeres en la ciencia L’Oréal-Unesco.
Lara López
precisamente obtuvo la beca L’Oréal-Unesco gracias a
su proyecto Metal-THINGS, el cual fue inscrito y aceptado para realizar las
observaciones correspondientes en ambos observatorios y cuyo objetivo principal
es el estudio de los mecanismos responsables en la evolución de las galaxias, a
través del uso de técnicas de espectroscopía óptica.
En entrevista
exclusiva con la Agencia Informativa Conacyt, la
doctora relató que el objetivo de generar conocimiento en un área —espectroscopía óptica— donde se detectó un vacío, le valió
al proyecto conseguir horas de observación en ambos telescopios y la obtención
de la beca L’Oréal-Unesco para Mujeres en la Ciencia.
Agencia Informativa Conacyt
(AIC): Cuénteme un poco
sobre los observatorios, ¿por qué son tan demandados?
Maritza Arlene Lara
López (MALL): El
Observatorio McDonald pertenece a la Universidad de Texas, en Austin, es un
observatorio privado, donde los proyectos propios tienen prioridad y, en
consecuencia, no otorgan mucho tiempo de observación, y el pequeño porcentaje
que otorgan al resto del mundo es muy competido.
Sin embargo,
cuando llegas con un proyecto relevante y que solo puede hacer su telescopio,
te dan prioridad. Con mi proyecto tuve la fortuna de que nos dieran prioridad,
de que nos dieran tiempo y de que nos lo siguieran otorgando a lo largo de un
año.
El otro
telescopio, el que está en Chile, es muy competido debido a su instrumento MUSE
(Multi Unit Spectroscopic Explorer), el cual es muy demandado y ante
ello se complica la obtención de tiempo para nuevos proyectos.
En este caso
también debo reconocer que hemos tenido apoyo de algunos colaboradores chilenos,
lo cual nos ayuda a entender también la importancia de que este tipo de
proyectos sea de alcance internacional y cuente con colaboradores de todas las
regiones del mundo.
AIC: ¿Por qué es relevante su proyecto hasta el punto de obtener tiempo de observación
en ambos telescopios?
MALL: Lo primero que debo explicar es que Metal-THINGS es una muestra de 34
galaxias cercanas que ya se han observado a través de radioastronomía, también
han sido analizadas a través de técnicas de infrarrojo y además se han
observado en frecuencias ultravioletas; no obstante, esas galaxias no cuentan
con información en espectroscopía óptica.
En
consecuencia, había un hueco en el conocimiento que se tiene de estas galaxias
y nosotros consideramos muy interesante observarlas a través de espectroscopía óptica y generar ese conocimiento. Fue así
como decidimos aplicar para obtener tiempo en el observatorio de Texas, donde
se tiene un instrumento único llamado VIRUS-P, el cual permite tomar una
colección de más de 240 espectros al mismo tiempo. Se trata de un campo de
visión enorme, el más grande que hay en el mundo.
También sometimos
el proyecto al telescopio que está en Chile, el Paranal,
el cual es un telescopio de 8.2 metros y que cuenta con un instrumento
denominado MUSE, una técnica muy similar a la del observatorio en Texas pero
que nos permite lograr mucho mayor resolución. Estamos utilizando estas dos
herramientas y este año hemos realizado ya cuatro temporadas de observaciones
en Texas y una más en Chile.
En resumen, considero
que fuimos aceptados en ambos básicamente porque este proyecto conseguirá nueva
ciencia, esa es su característica principal, que mezclará ciencia en óptica,
con ciencia en radio, infrarrojo y ultravioleta y eso es algo que hasta ahora
no se ha realizado para grandes muestras, en especial para muestras resultas de
galaxias y eso es algo que abrirá un campo muy interesante, nuevo.
Hay propiedades
que no se han estudiado y que se analizarán por primera vez con este estudio y
eso es algo muy relevante, es por lo cual considero que nos han dado tiempo en
ambos telescopios para utilizar sus instrumentos de gran demanda.
El antecedente a una nueva
interrogante
AIC: ¿En qué momento surge el proyecto de investigación?
MALL: Comencé a trabajar en temas de astronomía desde mi tesis de licenciatura,
y gracias a una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tuve la oportunidad de estudiar en España mi
maestría y doctorado en el Instituto de Astrofísica de Canarias, donde trabajé
con grandes sondeos de galaxias.
En primera
instancia trabajé uno denominado Sloan Digital Sky Survey, que observó espectros
de más de un millón de objetos, entonces tenía cientos de miles de galaxias
para analizar y con estos espectros analicé la evolución química de las
galaxias —un solo espectro por galaxia tenía la metalicidad
global de la galaxia.
Recordemos que para los astrónomos, metales es cualquier elemento más
pesado que el hidrógeno y que el helio. Entonces para mí, metal es la
abundancia de oxígeno, que es lo que yo mido; empecé en España trabajando en
esto, la evolución química de galaxias. Posteriormente emigré a Australia a
realizar dos estancias posdoctorales; estuve ahí cuatro años en los cuales
trabajé con otro sondeo de galaxias que se llama Galaxy And Mass
Assembly (GAMA). En este sondeo lo que hice fue tomar
sondeos de 300 mil galaxias y aunque no es tanto como un millón, 300 mil
galaxias son muchísimas.
En este sondeo de
galaxias se analizaron galaxias más lejanas y débiles que en el primer sondeo y
entonces era información complementaria al primero; se trató de un sondeo muy
interesante con una buena calidad. Este sondeo tomó espectros de galaxias que
se encuentran en cúmulos y en pares, entonces logramos ver cómo cambia la metalicidad en galaxias dependiendo de su medio ambiente.
En este punto
sabemos ya que las galaxias cambian su metalicidad
cuando están en pares o están en cúmulos, pero lo que no sabemos es por qué.
Ello nos llevó a la pregunta de ¿por qué están cambiando? Pero para responderla
necesitamos más información y que sea información resuelta de las galaxias.
Actualmente
existe una nueva técnica que se llama espectroscopía
de campo integral que consiste en tomar cientos de espectros en un solo
apuntado y con esta nueva técnica ahora puedes tener información resuelta, es
decir, muchos espectros dentro de la galaxia y puedes tener mapas de la metalicidad de la galaxia o la formación estelar o del
polvo o la velocidad y, en general, puedes tener mucha información de la
galaxia.
Gracias a todo
este conocimiento llegamos a un punto en el que necesitamos saber por qué están
evolucionando, cómo le están afectando las interacciones a una galaxia o qué sucede
cuando se trata de galaxias completamente aisladas. Fue a raíz de esa nueva
interrogante que nace Metal-THINGS.
En busca de una respuesta
AIC: A grandes rasgos, ¿en qué consiste el proyecto?
MALL: Lo que haremos en una primera instancia, a partir de las observaciones a
las grandes galaxias que estamos realizando en los telescopios de EE. UU. y
Chile —cuatro temporadas en Texas y una más en Chile—, es definir, entre otras
cosas, las metalicidades de las galaxias.
Y es en esta
etapa donde la beca L’Oréal-Unesco juega un papel
fundamental, ya que nos permitirá ampliar las observaciones, sobre todo
considerando que este proyecto está en una etapa temprana, así que necesitamos
recursos para ir a Texas a realizar las observaciones; asimismo, necesitamos
recursos para captar estudiantes que se involucren en la investigación y
permitirá becar también a un estudiante para que trabaje directamente conmigo.
La beca está
considerada para un año y nosotros tenemos proyectado que sea durante este año
que se cumplan las temporadas de observaciones y que a la par de ello se
realice la publicación de artículos. No obstante, en la visión extendida para
este proyecto es que al término del año que cubrirá la beca es que se le dé
continuidad.
Esperamos que
este proyecto genere artículos, estudiantes, pero sobre todo nuevo
conocimiento. Al respecto reitero, en este momento no sabemos cuáles son los
mecanismos principales que hacen que las galaxias evolucionen como lo hacen, y
hasta ahora conocemos las variables que representan las diferentes longitudes
de onda en las que se han estudiado, pero una vez que tengamos la espectroscopía óptica, tendremos más herramientas para
realizar un mapa de lo que sucede con las galaxias.
En resumen, lo
que quiero hacer es combinar todas las longitudes de onda, no me quiero ver
solamente con los metales y ver mapas en metalicidad.
Quiero ver cómo lucen estos sobrepuestos con mapas de hidrógeno neutro, por
ejemplo, y quiero saber lo que pasa con el polvo al mismo tiempo. Quiero hacer
algo en múltiples longitudes de onda.
Los datos tanto
de radio, como infrarrojo y otras longitudes de onda ya están completamente
disponibles y entonces lo que tendremos que hacer es combinarlos con lo que
obtengamos nosotros en el campo óptico y, en consecuencia, esperamos sacar
ciencia completamente nueva, ciencia que hasta ahora no hay.
AIC: ¿Qué representa para usted ser una de las cinco mujeres en la ciencia
ganadoras de la beca L’Oréal-Unesco?
MALL: Representa un gran honor haber obtenido esta beca y lo es por muchas
razones, primero porque obtener financiamiento en esta época es bastante
complicado, cada vez es más competido y, además, en mi caso, ser una
investigadora joven significa una desventaja, dado que nuestro sistema se
encuentra muy jerarquizado y eso deriva en que se le dé prioridad a los
proyectos de los investigadores ya consolidados.
Además de ello,
somos mujeres y seguimos representando un porcentaje pequeño de un universo de
investigadores dominado por los hombres. Ante ello considero muy relevante que
se consoliden este tipo de apoyos que son únicamente para mujeres porque somos
un sector aún en desarrollo y que ha estado un poco sesgado a lo largo de la
historia de la ciencia en México.
En lo personal,
resulta muy emotivo al recordar que yo comencé a realizar ciencia gracias a una
beca que me otorgó la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) mientras realizaba mi
carrera en física y que posteriormente el propio Conacyt
me otorgó una beca de cinco años para realizar mi maestría y doctorado en
España, y ahora es una beca de L’Oréal y Unesco la
que patrocina el primer proyecto grande en el que participo que es dirigido por
mí.
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