Boletín N°209 - mayo 2020
25/05/20
Más países piden ayuda médica a
Cuba contra COVID-19
Integrantes
de la brigada Henry Reeve regresan a Cuba tras una
misión en Bolivia, en noviembre de 2019. Crédito de la imagen: Facebook José Ángel Portal Miranda,
ministro de Salud Pública de Cuba.
De un vistazo
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En
23 países ayudan a combatir la COVID-19 pero en total 61 países se benefician
de sus servicios
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Sin
embargo, su presencia suscita controversias y suspicacias en algunos sectores
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Provisión
de servicios médicos en el exterior es una importante fuente de divisas para
Cuba
Por: Zoraida Portillo, Leslie Salgado
La experiencia en manejo de situaciones de desastres y en contención de enfermedades
infecciosas, acumulada por los médicos cubanos a lo largo de varias décadas,
está permitiendo el envío de brigadas médicas a diversos países del mundo para
ayudar en la lucha contra la COVID-19. El suministro al exterior de
servicios médicos se ha convertido en una importante fuente de ingreso de
divisas al país.
Según declaraciones de Jorge Bustillo, director de la Unidad Central de
Cooperación Médica del Ministerio de Salud al programa televisivo Mesa Redonda,
25 brigadas, con 2.041 profesionales de la salud, han partido de Cuba desde
marzo a combatir la COVID-19 en 23 países.
Sudáfrica, Angola, Togo, Italia, Andorra, Venezuela, Nicaragua, Surinam,
Jamaica, Dominica, Belice, San Vicente y las granadinas y Honduras son algunos
de esos países, pero en total son 51 los que han solicitado la ayuda, según
informó Marcia Cobas, vicetitular de Salud en una
emisión anterior del referido programa de la televisión local. Añadió que
continúan evaluando las solicitudes recibidas de otros países.
Brigada
de médicos cubanos enviada a Belice para luchar contra el COVID-19.Crédito de
la imagen: Twitter de de
Eugenio Martínez Enriquez, DG de América
Latina y el Caribe del Ministerio de RREE de Cuba.
Los profesionales integran el contingente
Internacional de Médicos Especializados en situaciones de desastres y graves
epidemias Henry Reeve, creado en 2005 por el entonces
presidente Fidel Castro para asistir a las personas afectadas por las
inundaciones del huracán Katrina en Estados Unidos, ayuda que fue rechazada por
el entonces presidente George W. Bush.
Sin embargo, su experiencia se remonta a 1960, cuando un grupo de médicos y
enfermeras capacitados en atención de desastres fueron enviados a Chile a
ayudar en las tareas de rescate y atención de víctimas de un devastador terremoto.
Bustillo afirmó que de los colaboradores "más de mil se encuentran atendiendo
casos positivos de COVID-19, el 43 por ciento del total se encuentra en zona
roja (es decir de alto riesgo) y el resto en centros de aislamiento".
Desde su fundación, los especialistas del contingente Henry Reeve
han estado presentes en países como Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry
enfrentando al ébola y los terremotos de Pakistán y
Haití, entre otras situaciones de emergencia.
En más de una oportunidad, han pagado un alto precio por esa ayuda. Reportes de
prensa, dan cuenta de la historia del doctor Félix Sarria
Báez que se infectó de ébola
en Sierra Leona, sobrevivió y regresó al país de África para continuar el
enfrentamiento a la enfermedad.
Félix Sarria Báez, sobreviviente del ébola que volvió a Sierra Leona con sus pacientes, cuando
se curó.Crédito de la imagen: Stephany Saporito, Organización Mundial
de la Salud.
Por su trabajo, la Organización Mundial de la Salud otorgó a ese
contingente el premio Dr. LEE Jong-wook
en 2017, que reconoce a las personas o grupos gubernamentales o de
otra índole que contribuyen a la salud pública y realizan una labor que va más
allá del cumplimiento de las obligaciones esperadas.
"El modelo cubano de Henry Reeve debería adaptarse
para futuros desastres y pandemias", dijo a Scidev.Net vía
Messenger Conner Gorry,
editor senior de la revista MEDICC Review.
"Se trata de un equipo formado especialmente para estas situaciones, con
entrenamiento específico para prestar servicios en instituciones públicas de
salud; cuyos integrantes y especialistas son seleccionados según el tipo de
desastre, por ejemplo terremotos, que necesitan ortopédicos/fisio-
terapeutas; epidemias, que necesitan epidemiólogos, etc.", resaltó.
"Lo que más me ha impresionado de estas brigadas es que siempre envían un
equipo muy capacitado, con mucha experiencia en el campo que van a tratar y con
muy buena voluntad de coadyuvar, de ponerse al servicio del país al que llegan
en todas las tareas de salud que les asignen", señaló a SciDev.Net por
vía telefónica Nila Heredia, exsecretaria ejecutiva del Organismo Andino de
Salud-Convenio Hipólito Unánue.
Cuadro de datos
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"El modelo cubano de Henry Reeve debería adaptarse para futuros desastres y
pandemias".
Conner Gorry - editor senior de la revista MEDICC Review.
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Heredia tuvo oportunidad de ver el trabajo de tres
brigadas médicas cubanas cuando fue ministra de salud de Bolivia, en 2006 y en
2010.
"En los años 2006-2007 tuvimos una epidemia muy fuerte de dengue, complicada
con exceso de lluvias, recibimos ayuda de varios países pero la de Cuba fue
particularmente importante. Otra ayuda fue con las brigadas de extensión para
atención sanitaria en comunidades donde teníamos hospitales de segundo nivel pero no había especialistas y por esa vía se logró
brindar más cobertura. Y finalmente el Plan "Milagro", que se hizo para el tema
de cataratas, con una brigada muy especializada en oftalmología", recuerda.
Según Heredia, médica y docente universitaria, "una cosa muy importante es que
respetan la realidad de cada país, no es que llegan a imponer sus criterios,
sino que siguen las directivas y política del país al que llegan".
Gorry, quien ha seguido durante varios años el
trabajo de la brigada, precisó que es importante "observar y aprender del
modelo cubano y aplicar lo que sería factible en cada país y contexto".
Y Heredia complementa: "más allá del hecho físico de la presencia de los
especialistas, creo que está el simbolismo y el mensaje de que es posible
trabajar en conjunto, con respeto, con colaboración cuando la humanidad lo
requiere".
Médicos
cubanos integrantes de la brigada enviada a Italia para ayudar en la pandemia.Crédito de la imagen: Esperanza digital, bajo licencia Creative Commons.
Solidaridad es la meta
Desde Beira, una ciudad a más de 1000 kilómetros de Maputo, la capital
de Mozambique, en África, la pediatra cubana Danys Alvarez, integrante de la brigada de cooperantes cubanos en
la región, asegura a SciDev.Net que como médicos han sido
educados en la solidaridad como parte de su práctica profesional.
"Nos educan para salvar vidas, para ayudar a otros pueblos que lo necesiten y
salimos a brindar nuestra cooperación siempre y cuando se necesite de nuestros
servicios", dijo a través de un video enviado vía Whatsapp.
"Una vez en estas misiones también aprendemos, aprendemos de otras culturas,
aprendemos de enfermedades que en Cuba no se ven y que muchas veces las hemos
estudiado solo en los libros, pero no hemos tenido la oportunidad de
comprobarlas. De eso se trata, de crecer como profesionales y como seres humanos",
señaló.
Álvarez lleva seis meses en la ciudad mozambiqueña, a la que llegó por un
pedido del gobierno de ese país a Cuba. Normalmente, un médico cubano permanece
en este tipo de misiones entre dos y tres años, establecidos comúnmente en
áreas remotas.
"Antes de salir recibimos capacitación relacionada con las normas del país, las
enfermedades más frecuentes, medidas de bioseguridad", añadió Álvarez.
Una vez en el terreno, los médicos reciben una remuneración por parte del país
receptor, que es depositado en una cuenta en Cuba, según informó la
viceministra Cobas.
Manejo de contención a COVID-19
A pesar del despliegue fuera de fronteras, el sistema de salud cubano parece tener suficientes
reservas.
"Hoy disponemos de más de 90 mil médicos bien preparados, lo que nos
permite enfrentar la COVID-19 en Cuba y colaborar con otros países", dijo
a través de su cuenta de Twitter el ministro cubano de Comercio Exterior y la
Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.
La cifra coloca a Cuba en una relación de 9 médicos por cada 1.000 habitantes,
una de las más altas del mundo según IndexMundi,
portal de datos que recopila hechos y estadísticas de múltiples fuentes.
Al 23 de mayo las
autoridades cubanas reportaron 1931 personas positivas al nuevo coronavirus, 81
fallecidas y 1671 pacientes dados de alta.
El protocolo interno de atención a la
población incluye la atención preventiva y el seguimiento de los contagiados.Crédito de la imagen: Frente Antiimperialista
Internacionalista, bajo licencia Creative Commons.
El protocolo de Cuba frente
a la enfermedad incluye la pesquisa activa de salud, una práctica que consiste
en que estudiantes de medicina y estomatología visitan diariamente los hogares
indagando por el estado de salud de la familia. Si alguna persona presenta
síntomas asociados a la enfermedad es puesto en vigilancia epidemiológica.
A esto se añade la utilización de un "pesquisador virtual",
una aplicación creada para que las personas puedan advertir a las autoridades
sanitarias sobre posibles síntomas de la enfermedad de manera remota.
El otro pilar es el aislamiento para personas sospechosas, como contactos de
casos confirmados. A estas personas se le aplica la prueba molecular (PCR en
tiempo real) para comprobar si están o no contagiadas con la enfermedad.
El tratamiento a los pacientes confirmados incluye Interferón Alfa 2B, que se
fabrica con tecnología cubana, el antirretroviral Kaletra
y cloroquina, un inmuno-modulador.
Un enfoque innovador
El Programa de Cooperación Médica de Cuba funciona en diferentes modalidades.
En una de ellas Cuba asume los gastos, en otra los gastos se comparten con el
país receptor y en una tercera variante Cuba recibe ingresos, lo que le ha
permitido un respiro económico.
Un informe elaborado por la
Oficina Económica y Comercial de España en La Habana, actualizado a marzo de
2020, señala que desde 2005, las prestaciones de servicios médicos han sido la
principal fuente de divisas del país. En 2015 llegaron a su pico más alto, con
US$8.000 millones.
Según el Anuario Estadístico de 2018 la exportación de
servicios de salud humana y de atención social en ese año (último dato
disponible), ascendió a US$6.000 millones, superando incluso a otros rubros
tradicionales de ingresos de la isla, como el turismo.
Sin embargo, las brigadas también han sido objeto de críticas y controversias.
Por ejemplo, en diciembre pasado la Organización de los Estados Americanos
(OEA), acogió la conferencia "La oscura realidad detrás de las misiones médicas cubanas",
durante la cual cuatro exintegrantes de las brigadas denunciaron, entre otras
cosas, que no recibían su salario completo.
El gobierno ha implementado una serie
de medidas para contener avance de la pandemia n su territorio, como el uso de mascarillas.Crédito de la imagen: Sadiel Mederos/Periodismo de barrio bajo licencia Creative Commons.
En agosto de 2019, el portal Cuba Money Project reportó que la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid)
ofrecería 3 millones de dólares a organizaciones que "investigaran, recopilaran
y analizaran información" relacionada con presuntas violaciones de los derechos humanos por
personal sanitario cubano ubicado en estas misiones en el extranjero.
En Brasil, en abril de este año el Ministerio de Salud anunció que contrataría
a los médicos cubanos que se quedaron en el país luego de que el actual
presidente, Jair Bolsonaro, de tendencia ultra
conservadora, cancelara el convenio firmado por la expresidenta Dilma Rousseff en 2013, acusándolos de ser espías.
Aproximadamente 8.000 médicos fueron enviados a Brasil en el marco de ese
convenio, de los cuales aproximadamente un millar decidió permanecer en el país
aunque impedidos de ejercer su profesión luego del cese del convenio. Sin
embargo, ante el avance de la COVID-19, que prácticamente ha hecho colapsar el sistema sanitario
brasileño, el Ministerio de Salud aceptó contratarlos aunque
sin firmar un acuerdo de cooperación con Cuba sino como parte de un proceso de
selección de especialistas.
Cuadro de datos
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"Una vez en estas misiones
también aprendemos, aprendemos de otras culturas, aprendemos de
enfermedades que en Cuba no se ven y que muchas veces las hemos estudiado
solo en los libros, pero no hemos tenido la oportunidad de comprobarlas".
Danys Alvarez - pediatra cubana destacada en Beira,
Mozambique.
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En la televisión nacional cubana, Cobas afirmó que
la cooperación en el
enfrentamiento a la Covid-19 se lleva a cabo sobre la base de "la
complementariedad de servicios", donde, "los profesionales reciben su salario
íntegro en Cuba", precisó.
"Hay que decir que los países han asumido la transportación, el alojamiento, la
alimentación. Y hay algunos países desarrollados que también han buscado en
este principio del derecho a la salud y de la complementariedad, una
compensación en los servicios", añadió. La indumentaria de bioseguridad también
es asumida por los países.
Hoy las misiones médicas cubanas están en 61 países del mundo. En 59 naciones
ya funcionaban antes de la emergencia de la Covid-19, y se suman las que
salieron a Andorra y la región de Lombardía en Italia, bajo la nueva
circunstancia.
Gory,
afirma que "una de las lecciones más claras de COVID-19 es que la
colaboración global en salud no es una opción. Es una obligación y clave para
la salud de todos. "Y el Contingente Henry Reeve de
Cuba es un ejemplo".
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