Boletín N°208 - abril 2020
No, solo con un test rápido no
sabrás si has pasado la infección por coronavirus
Si he superado la COVID-19, ¿soy ya inmune? ¿Puedo dar besos sin miedo a
contagiar? Responder con certeza todavía no es posible y menos aún con una prueba
rápida. Ni todas informan de lo mismo ni son igual de fiables. Aún está lejos
el día en que cualquiera pueda saber con un pinchazo si tiene defensas permanentes
contra el virus y no puede contagiarlo.
Mónica G.
Salomone
23/4/2020 08:00 CEST
La inmunidad
de grupo tardará en llegar, según los primeros resultados de test de anticuerpos.
/ Adobe Stock
Los test de anticuerpos, también llamados serológicos, son la base del estudio de prevalencia
que según ha anunciado el Gobierno comenzarán a finales de abril y se harán en
36.000 hogares. Será uno de los primeros estudios de inmunidad a gran escala en
un país y no se basará en una única muestra, sino en varias.
Por ahora, los estudios de seroprevalencia
que ya han publicado resultados se han hecho en grupos poblacionales mucho menores y sobre todo con fines de investigación, no
para la toma de decisiones. Sus resultados indican que aún falta mucho para
llegar a la inmunidad de grupo, incluso en poblaciones con alta incidencia de
la infección. En ningún caso se alcanzaba siquiera el 15 % de la población
inmunizada.
"Se estima que alrededor del 60 % de la población
tendría que ser inmune para que se pare la pandemia y aún falta bastante para
eso", dijo el pasado lunes Margarita
del Val,
viróloga e inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), en un webinar
público organizado por la Sociedad Española de Inmunología (SEI).
La propia Del Val iniciará una investigación con
empleados del CSIC —el proyecto Centinela— para
estimar qué porcentaje tiene ya anticuerpos capaces de bloquear la infección.
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"Se estima que alrededor del 60 % de la población tendría que ser inmune
para que se pare la pandemia y aún falta bastante para eso", explica
Margarita del Val
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Pero determinar el grado de inmunidad frente al virus, tanto a escala
individual como poblacional, es un desafío más complejo de lo que puede
parecer. Estos son los problemas que plantea.
No sabemos si hay segundos contagios
Para empezar, todavía no está claro si haber pasado
la infección impide volver a contagiarse y transmitirlo a otros.
Se sabe lo que ocurre con los coronavirus más
parecidos al de la actual pandemia, como el SARS y el MERS. En ambos casos
—recordó Del Val— se siguió durante varios años a personas que pasaron la
infección y se comprobó que, en efecto, mantenían su protección contra la
enfermedad.
Con el SARS-CoV-2 podría ocurrir igual. Y, en
cualquier caso, de haber una segunda infección "sería más leve", dijo Del Val.
En ese caso el individuo seguiría transmitiendo la enfermedad.
Pero ni siquiera es fácil determinar si se ha
superado la infección sin síntomas y si se tienen defensas contra ella. Menos
aún con un simple test rápido.
Los
test serológicos no detectan contagios recientes
Los test rápidos en uso
en España son serológicos, también llamados de anticuerpos. En unos minutos pueden
detectar, en una gota de sangre extraída con un simple pinchazo en el dedo,
moléculas que el organismo ha producido contra el virus (los anticuerpos). El
resultado puede leerse en el mismo punto de extracción.
Sin embargo, no son útiles para diagnosticar en
todos los casos, porque alguien que se acabe de infectar dará negativo.
Cuadro de datos
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Hasta al menos seis días después de la infección no se generan los
anticuerpos que los test pueden detectar
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Los anticuerpos "comienzan a producirse a partir del
sexto día del inicio de síntomas, a la vez que se observa un descenso de la
carga viral", explica el ministerio de Sanidad en un documento del 7 de
abril. "A los siete días, casi la mitad de los casos tiene
anticuerpos totales y a los quince días casi el 100 %, tanto en los casos
leves como los graves". Es decir, "las técnicas de anticuerpos (...) ofrecen la
posibilidad de detectar enfermedad activa de varios días de evolución", pero
no un contagio reciente.
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El ministerio especifica que fuera del ámbito
hospitalario estos test se harán, de manera prioritaria, "en residencias de
personas mayores y centros sociosanitarios con el
objetivo de detectar precozmente los casos e investigar los posibles brotes".
Se indica que la técnica de referencia para
diagnosticar la infección sigue siendo la PCR —que tarda
horas en dar resultados y debe llevarse a cabo en el laboratorio—. En España,
los test rápidos no se pueden hacer en farmacias.
Algunos test
serológicos no diferencian entre los anticuerpos generados cuando aún se tiene el
virus (IgM) y los producidos una vez superado (IgG), que crearían la inmunidad a largo plazo. / Adobe Stock .
No todos distinguen defensas permanentes
Otro punto relevante es que no todos los test
rápidos detectan el tipo de anticuerpos asociados a una respuesta
inmunitaria a largo plazo.
Los test rápidos adquiridos por el ministerio, por
ejemplo, solo detectan anticuerpos totales, pero no distinguen entre los que se
generan en la primera fase de la infección, en la jerga los IgM, y los que se quedan en el organismo idealmente hasta
años después, los IgG —los que, al menos en teoría,
neutralizarían futuros ataques del virus—.
Su fiabilidad es limitada
Para complicar más las cosas, hay un inconveniente
añadido: la fiabilidad de los test rápidos.
La OMS alertó del problema en un informe el 8 de abril:
"En el presente, basándonos en la evidencia disponible, la OMS recomienda el
uso de los test rápidos de anticuerpos solo para investigación. No deberían ser usados en
ningún otro contexto, incluida la toma de decisiones clínicas", hasta que haya
más evidencias. En el mismo documento se animaba también a seguir investigando
para mejorar estos test.
España no es el único país que ha tenido problemas con test
rápidos que son en la práctica inútiles porque detectan menos de la mitad de
las infecciones. Reino Unido devolvió a finales de marzo varios millones.
Pruebas de verificación de estos test en varios países también han hallado baja
sensibilidad, recoge una reciente noticia en Nature.
Fuente: SEI
Para Marcos López Hoyos, jefe del Servicio de
Inmunología del hospital Marqués de Valdecilla, en Santander,
y presidente electo de la SEI, que existan test tan poco fiables se debe "a la
situación de emergencia sanitaria", explica a SINC. "Hay ahora mismo decenas de
test en el mercado", indica, "pero tenemos poca información sobre ellos".
La SEI ha publicado un documento sobre
"Pruebas de detección de anticuerpos Anti-SARS-CoV-2" que actualiza
periódicamente. De momento incluye una tabla con trece
marcas, de
las que siete son chinas, tres alemanas, dos de EEUU y una de Corea del Sur.
No todos son test rápidos. Solo algunos tienen la Marca
CE que
debería garantizar su calidad.
En la tabla se indica su sensibilidad ante los
distintos tipos de anticuerpos, pero López-Hoyos insiste en que "no es la
sensibilidad real". Lo habitual en los hospitales españoles cuando se
adquieren este tipo de pruebas es validarlas a conciencia antes de empezar a
usarlas. Esto no ha podido hacerse con estos kits.
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España no es el único país que ha tenido problemas con test rápidos
que son en la práctica inútiles porque detectan menos de la mitad de las
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"Dentro
de un tiempo veremos que, de la docena que hay ahora, solo quedarán cuatro",
añade López-Hoyos. "En esta epidemia estamos trabajando todos a ritmo
frenético, haciendo en semanas lo que normalmente lleva años, y la situación de
emergencia nos está llevando a emplear métodos con no tanta evidencia
científica como en una situación rutinaria".
Así no tiene sentido un pasaporte inmunitario
Muchos países están actuando así. El reportaje en Nature reflejaba el interés
internacional por los test sensibles a anticuerpos IgG
—los de protección
a largo plazo—. Cuando
la sensibilidad y la especificidad (que evita los falsos positivos) son muy
altas, estas pruebas deberían permitir dibujar el mapa inmunológico de la
población y ayudar en la decisión de relajar el confinamiento. Algunos países
han hablado de un ‘pasaporte inmunitario’.
Pero la escasa fiabilidad de las pruebas complica
los planes. Nature cita a Peter
Collington, microbiólogo de la Universidad Nacional
Australiana en Canberra, recordando que los kits deben ser verificados con
muchas personas antes de considerarse válidos, algo que con las prisas no se ha
hecho. Algunos test comerciales han demostrado una especificidad de menos del
40 %, informa esta revista.
Cuadro de datos
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Un falso positivo cada 100 test puede no parecer mucho, pero si el
plan es hacer las pruebas a decenas de miles de personas, los falsos
positivos se convierten en un problema grave
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Un reciente análisis
en Dinamarca probó nueve test. La sensibilidad de los que se realizan en el
laboratorio oscilaba entre el 67 y el 93%; la de la mayoría de los test
rápidos era mayor, pero algunos se basaban en datos de apenas unas decenas de
personas.
López-Hoyos cree que, idealmente, la sensibilidad
y la especificidad de este tipo de pruebas debería ser bastante superior. Un
falso positivo cada 100 test puede no parecer mucho, pero si el plan es hacer
las pruebas a decenas de miles de personas, los falsos positivos se
convierten en un problema grave.
A veces es que, simplemente, hace falta más tiempo
para recopilar evidencias.
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Se aleja el sueño de la inmunidad de grupo
"Hasta que no esté inmunizado un porcentaje alto de la población seguirá
habiendo infecciones", dijo el lunes Margarita del Val. "Contamos con que el virus
no sea estacional [el verano no acabará con él]. La etapa pandémica dependerá
de cuántas personas queden aún por contagiar, y todavía debe de haber muchas".
¿Cuántas
exactamente? Es la pregunta del millón. Asumiendo que la infección
genera inmunidad a largo plazo —la hipótesis que muchos
consideran más probable—, se espera que cuando más del 60 % de la
población haya superado la infección, el virus ya no podrá seguir propagándose
de manera epidémica.
Cuando a finales de marzo un modelo matemático del Imperial College británico estimó
que en España había entre 1,8 y 19 millones de infectados, la cifra provocó
susto. Muchos lo verían ahora como una buena noticia. Pero tardará en llegar,
según los primeros resultados de test de anticuerpos.
El 20 de abril el director general de la OMS se refirió a estos test,
en proceso de validación en muchos países: "Los primeros datos de estos estudios
sugieren que podrían haberse infectado un porcentaje relativamente pequeño de
la población, no más de entre el 2 y el 3 %,
incluso en áreas muy afectadas".
Otros estudios dan resultados también muy inferiores a la inmunidad de grupo.
En la localidad alemana de Gangelt,
con una alta incidencia de la enfermedad tras la celebración del carnaval, un estudio serológico
con 500 residentes reveló hace unas semanas que el 14 % de la población
habría estado infectada —muchos sin síntomas—.
En Robbio, en Italia, un estudio similar muestra
que el 11 % de la población tendría anticuerpos IgG, responsables
de proteger de la infección a largo plazo. También se acaba de publicar otro trabajo en Santa Clara, California, que encuentra que menos del 5 % de la población habría superado la enfermedad.
Varios expertos han alertado, no
obstante, de que los test serológicos empleados podrían no ser del todo
fiables.
Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
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