Nº 9, septiembre, 2020

Pandemia bajará natalidad y esperanza de vida

·         Experto vaticina un 20% menos de matrimonios en 2020

·         Mortalidad aumentaría un 10% por la Covid-19

William Mora M.
wmora@conicit.go.cr

Si bien no existen estadísticas documentadas del posible impacto del virus en la natalidad de los países de renta media, entre ellos Costa Rica, para El Dr. Rosero Bixby, algunos datos indicativos de este comportamiento podrían hallarse en los registros de la crisis económica a inicios de la década de los años 80 del siglo pasado.

Aunque al inicio de tal coyuntura Costa Rica evidenció una baja en la tasa de natalidad, entre 1984 y 1985 hubo un record de nacimientos, cuando la tasa de natalidad fue superior a 29 nacimientos por cada mil habitantes, y la tasa de fecundidad se ubicó en 3, 4 hijos por mujer.

Cuatro décadas después, el panorama ha variado radicalmente; para el 2018 la tasa de natalidad fue de 13,9 nacimientos por cada mil habitantes y la tasa de fecundidad en 1,75 hijos por mujer.

Pandemia y natalidad

Estudios han demostrado que durante las crisis prolongadas o catástrofes naturales se dan reducciones en los natalicios, debido a factores económicos y sociales que hacen poco propicio el engendrar hijos.

"Esta es una catástrofe que se da una vez cada 100 años," enfatiza el Dr. Rosero Bixby, quien es Profesor Emérito de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Según explica, en esta crisis carece de respaldo científico la posición de quienes postulan que más que un "baby bust" (caída en natalidad) se dará un "baby boom".

Para el académico, tasas de fecundidad total menores que 1,5 y 1,6 hijos por mujer constituye un serio problema que los países deberían resolver con políticas de largo alcance para fomentar el número de hijos en las familias.

"Hasta donde yo sé, no existe un nivel óptimo de natalidad; yo creo que una tasa de 1,8 hijos por mujer estaría bien en Costa Rica dado que existe inmigración", agrega.

Según refiere el investigador, los migrantes centroamericanos que llegan al país presentan tasas de fecundidad altas (hasta tres hijos); pero al cabo de un tiempo se adaptan al promedio de natalidad del resto de la población.

-¿A futuro podríamos considerar que el país tenga algún déficit de mano de obra?

"Habrá una muesca en la pirámide de población por la baja en los nacimientos, ciertamente; y esa muesca se irá elevando en la pirámide de edades conforme avance el tiempo; dentro de 6 años habrá una caída en la matrícula en primer grado, y dentro de 18 años una caída en la demanda de empleo.

Nupcialidad a la baja

Otro de los efectos colaterales del mal será la cancelación o la posposición de nupcias como sucedió con la crisis económica de los años 80.

Las estadísticas del Registro Civil revelan que en el 2019 hubo un total de 22.312 matrimonios inscritos. De enero a julio del 2019 se inscribieron 14.809 matrimonios; para el mismo periodo del 2020 ese número cayó a 6.648, lo que representa una reducción de más del 55 por ciento.

-Incluso, algunos psicólogos han valorado que esta afección ha traído consigo mucha ruptura sentimental, en lugar de consolidar las relaciones que venían de previo; la pandemia está acabando no solo con vidas sino también con romances.

"Es muy interesante y no me sorprende eso; es una hipótesis muy interesante de analizar; esto de convivir juntos con el teletrabajo, es probable que esté imponiendo situaciones de tensión en las parejas y causando disoluciones; es una buena hipótesis y suena razonable".

Mortalidad

El experto anota lo que considera será el mayor impacto de la pandemia: el aumento en los decesos, especialmente de adultos mayores.

Mientras al inicio de la crisis el país parecía escaparse de los índices extremos de mortalidad, y hasta pudo especularse que la Covid-19 podría traer mejoras en las condiciones de higiene de la población, con el paso de los meses la situación ha desmejorado al punto que hoy se estaría en el tránsito de la "verdadera pandemia".

Para el experto, estas cifras pondrían al sistema sanitario costarricense al borde del colapso para finales de septiembre y, como lo proyecta la Universidad de Washington, para mediados de noviembre volverían las restricciones, "el martillo," medidas que se verían como algo aceptable ante el alto número de muertes diarias.

Para el experto, estas cifras pondrían al sistema sanitario costarricense al borde del colapso para finales de septiembre y, como lo proyecta la Universidad de Washington, para mediados de noviembre volverían las restricciones, "el martillo," medidas que se verían como algo aceptable ante el alto número de muertes diarias.

Momento crucial

Al referirse a los protocolos sanitarios frente a la pandemia, el Dr. Rosero Bixby sugiere poner un mayor énfasis al uso obligatorio de las mascarillas en espacios cerrados y abiertos; también considera necesario monitorear la conducta de las personas y reforzar los mensajes cotidianos sobre la conveniencia de emplear esta indumentaria. En asocio, se tiene que combatir el uso exclusivo de las caretas por cuanto no son efectivas para detener la expansión del virus.

-¿Estamos educando bien a la población en estos temas preventivos de la Covid-19 o somos deficitarios?

"No muy bien diría yo; la población se perdió en multitud de mensajes, como que la comunicación no ha sido muy buena, ni muy efectiva".

-¿Ha habido sobre oferta de información sobre el tema, y al final la gente entró en un descontrol, sobre todo con el tema de la restricción vehicular y los horarios diferenciados?

"Exactamente, esa bendita restricción que sirve de poco y más bien confunde y se vuelve un fin en sí mismo".

Más investigación social

En medio de la pandemia el Dr. Rosero Bixby recomienda con urgencia desarrollar más investigación social de los efectos en la población.

"Lo más urgente es el monitoreo y la evaluación de los instrumentos de que se dispone para combatir la enfermedad; me gustaría ver a los científicos sociales estudiando por ejemplo el uso de las mascarillas; los efectos del confinamiento en las poblaciones vulnerables", expone.