Nº 7, julio,
2020
Coronavirus y salud mental
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Buscar balance en medio de la crisis
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Listo estudio sobre impacto del virus
en salud mental del personal sanitario
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Pandemia evidencia deudas en políticas
de salud mental
William Mora M.
wmora@conicit.go.cr
La pandemia del
Covid-19 ha roto por completo la cotidianidad y deja la sensación de una
pérdida de control de las circunstancias normales. A esta conclusión arriba
un grupo de investigadores universitarios enfocados en ahondar el impacto del
virus en la salud mental, especialmente en el personal sanitario del país.
Se trata de la Dra. Henriette
Raventós del Centro de Investigaciones en Biología Celular y Molecular
(CIBCM), la psicóloga Vanessa Smith del Instituto de Investigaciones
Psicológicas (IIP), ambos de la Universidad de Costa Rica (UCR), y el
psicólogo especialista en gestión del riesgo y desastres, Raúl Ortega, de la
Escuela de Psicología de la Universidad Nacional (UNA).
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Covid-19 (https://pixabay.com/)
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Los efectos del
confinamiento conllevan un aumento en la ansiedad por la incertidumbre de una crisis
de salud, cuyo término no se avizora en el corto y mediano plazo, tanto a
escala local como global.
A diferencia de
los efectos de un sismo o un huracán que podemos asumir en el momento, con el
SARS-CoV-2 tenemos a un enemigo invisible y sigiloso que ha puesto en jaque a
las naciones más desarrolladas del planeta.
Buscando culpables
La
repuesta emocional automática de buscar culpables ha llevado a muchos
costarricenses en medio de la pandemia a elevar los estigmas sobre los
migrantes nicaragüenses y las personas en condición de pobreza.
Para el psicólogo Ortega, la conducta de culpabilizar
se debería contrastar con el hecho de que este trance ha venido a poner en
evidencia los desajustes sociales del modelo de desarrollo costarricense. De
ahí surgen comunidades vulnerables que hoy son blanco fácil del virus.
En el orden usual: Máster
Raúl Ortega (UNA), William Mora (Conicit), Dra. Vanessa Smith (IIP-UCR), Dra.
Henriette Raventós (CIBCM-UCR).
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En opinión de la Dra. Raventós, señalar a los demás
por la expansión del virus responde a la manera cómo las personas "manejan"
la incertidumbre. "El culpable nunca soy yo; son los otros," añade.
¿La pandemia ha puesto en riesgo la salud mental de
los costarricenses?
Los investigadores lo asienten y dimensionan las
consecuencias de la crisis en lo físico y lo conductual.
Como afirma el psicólogo Ortega dormir poco, comer
más, tener dificultades para concentrarse, la tristeza y el estrés son
alteraciones "normales" producto de la emergencia.
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Algunos individuos experimentan reacciones como
respiración acelerada, palpitaciones, malestar estomacal y problemas
cognitivos. En otras ocasiones, se viven alteraciones conductuales como la
tendencia al aislamiento o, al contrario, a buscar más cercanía física.
Lo cierto es que para muchos hogares costarricenses
las rutinas han variado por el ejercicio del teletrabajo y la permanencia de
los hijos en la casa ante la imposibilidad de continuar el ciclo escolar
presencial.
En otro plano, buscar el balance en medio del Covid-19
ha llevado a muchas personas a protagonizar conductas de riesgo, al borde del
desenfreno, como la organización de fiestas clandestinas.
Sin embargo, a juicio de la Psicóloga Vanessa Smith,
del IIP, no se pueden imponer recetas de cómo comportarse en medio de la
pandemia.
-Nos preocupa ver que aparezcan gurús que dictan la
forma más adecuada de asumir esta crisis. Y agrega: "No se puede privilegiar a
una conducta sobre otra; quizás para una persona sea más útil dejar de ver
noticias y aislarse por un rato; cada persona debería saber su mejor respuesta
en situaciones de estrés y no imponer recetas."
Ganadores y perdedores
Los investigadores de la UCR y de la UNA consideran
que la pandemia ha resaltado un peligroso discurso de asignarle a las personas,
casi que exclusivamente, la responsabilidad de solventar la crisis.
Para la Dra. Raventós la encomienda de "quédese en
casa" o "trabaje desde la casa" es una fábula para aquellos grupos
vulnerables de la sociedad.
-Muchas personas están siendo explotados en sus
trabajos, otros viven en cuarterías o en pobreza extrema; para ellos, el
mensaje de quedarse en casa o el mismo distanciamiento físico, no tiene
sentido.
En esta coyuntura, los investigadores alzan la voz contra
los planteamientos de reducción del gasto público. "Son desesperantes", afirma Ortega. Después
de cuatro meses de estar imbuido en la atención de la pandemia se sabe que es
inconsecuente pedirle a todo el mundo que se comporte como una "masa". Para
él, las reacciones de algunos sectores de la población pueden ser
consecuencias del estrés y la desesperanza.
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Grupos se manifiestan frente a la Casa Presidencial en Zapote.
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Desde la perspectiva de este psicólogo barcelonés,
académico residente en el país, la coyuntura del Covid-19 ofrece una
oportunidad para respetar las dinámicas sociales en las diferentes zonas del
país.
-Quizás esta sea una oportunidad para educarnos, digo
todos, en las diferencias y desigualdades, y construir alternativas que tengan
en cuenta las diferencias de las poblaciones, añade Ortega.
¿De quién es la responsabilidad al final de estar bien
o mal con el virus?
-¡Guauuu!- La exclamación espontánea viene de Vanessa Smith. Su
visión es una: la responsabilidad frente a la pandemia es de todos en distintos
niveles y de acuerdo con las posibilidades; no se le puede pedir lo mismo a un
niño, a un adolescente o a un adulto.
Para ella, el Estado no puede asumir todo el peso de
la crisis ni tampoco el ciudadano. Inclusive, las realidades cambiantes podrían
poner en primer plano el accionar de los gobiernos locales.
Para Raúl Ortega no se puede simplificar la realidad;
mientras una parte de la población mantiene sus ingresos y tiene casa y comida,
otros deben arreglárselas para sobrevivir.
-De repente a veces me levanto con un sentimiento de
culpa, me siento mal porque tengo resuelto mis necesidades; por eso, no hay una
respuesta única y no hay una responsabilidad única.
En criterio de la Dra. Raventós, el Estado debe
facilitar los medios a los grupos más desprotegidos para enfrentar la pandemia
y en esa dimensión coloca el esfuerzo del bono "Proteger".
-Si uno no tiene qué comer, no puede asumir la
responsabilidad de cuidarse, hay que salir a buscar el sustento, agrega.
Consejeros gratuitos
En las redes sociales se cuelan a diario los mensajes
de consejeros gratuitos que buscan atender las secuelas de la crisis.
-Yo tengo una pelea personal con esos mensajes cortos;
esos que salen con una imagen bonita detrás, puntualiza Ortega. Se debe
intentar conseguir que la gente sepa si los mensajes vienen de personas con formación
o tiene bases científicas.
El cierre de bares ha
sido una constante durante la pandemia.
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En ese esfuerzo trabaja
una la Mesa Técnica Operativa en Salud Mental y Apoyo Psicosocial que
coordina el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social y la
Comisión de Emergencias. Profesionales de distintas disciplinas buscan
preparar mensajes dirigidos a distintos segmentos de la población como
adultos mayores, niños, adolescentes, población en condición de calle o
mujeres en riesgo de violencia doméstica.
Con el mismo objetivo,
el IIP de la UCR desarrolló una campaña orientada a enfrentar la "pandemia de
noticias falsas" a partir del Covid-19. Se pretende enseñar a los destinatarios
a leer entre líneas aquellos mensajes que apelan al sensacionalismo o
pretenden comportamientos irreflexivos.
La abierta disposición
de los medios de comunicación, tanto locales como internacionales, a
editorializar poniendo un énfasis dramático en las informaciones, contribuyen
con el exacerbado estado de alarma. El punto máximo del morbo lo marcan las
noticias de la última defunción, las estadísticas de pacientes en las
unidades de cuidados intensivos, o el galopante número de infectados del día.
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Raúl Ortega asegura que la prensa costarricense tiene
un pobre desempeño para informar en situaciones de emergencia; algo similar
también ocurre en otras latitudes.
-No se publica información veraz, contrastada; se
generaliza y se criminaliza con facilidad; en ocasiones se tiende a emplear la
emergencia para promover agendas políticas, o se emplean imágenes morbosas.
Por otro lado, los mensajes con teorías conspiratorias
pululan en las redes sociales y no tienen una respuesta sencilla pues superan
este tipo de coyunturas.
Según la Dra. Raventós, tales ideas son un fenómeno
complejo y en ocasiones tienen sustento en la forma cómo se les han violentado
los derechos a algunos grupos. Por
ejemplo, en Estados Unidos hay afrodescendientes en el movimiento anti vacunas
y su desconfianza se explica en parte porque por años fueron sujetos de
experimentación sin su consentimiento.
Realidad de la salud mental
Los expertos entrevistados concuerdan en que esta pandemia
destaca las "deudas" históricas de las políticas en materia de atención de la
salud mental en el país.
Aunque desde el 2012 se elaboró una política nacional
en salud mental, a criterio de los investigadores su implementación ha sido
lenta y de bajo impacto en la población.
De acuerdo con la Dra. Raventós, los pacientes se
siguen quejando del largo proceso para conseguir una cita. Señala que el modelo
de atención se basa en un sistema médico centrista, donde todo está en la
psiquiatría y en los hospitales; mientras, se requiere una atención
comunitaria.
Para el psicólogo Ortega, la crisis del Covid- 19 ha revalidado en la gente la salud mental como
algo prioritario. Y aunque ahora se pongan en marcha acciones no se puede intentar
llenar los vacíos en los servicios de salud mental.
-La Caja y el
Ministerio de Salud están haciendo un esfuerzo titánico para dar atención,
anota.
Aunado a esto, resalta
la aprobación a finales del año pasado de una norma técnica en salud mental en
situaciones de emergencia y desastre.
Por ese motivo, explica
Ortega, desde la primera semana de la pandemia en el país se activó la Mesa
Técnica Operativa de la CNE. La
iniciativa la apadrina el Ministerio de Salud, la Caja, algunos ministerios,
el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu),
principalmente, y cuenta con la participación de profesionales en psicología
de las universidades públicas.
Como lo documenta la
Dra. Raventós, desde el 2008 la Organización Mundial de la Salud (OMS)
declaró a la salud mental como una de sus grandes prioridades. Sin embargo,
esa medida no ha derivado en la dotación de recursos, lo cual ha
imposibilitado concretar un estudio epidemiológico de la salud mental en la
población.
Estudio listo
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"Despacho
Apoyo Psicológico". Una iniciativa del Ministerio de Salud, el Sistema de
Emergencias 911 y el Colegio de Profesionales en Psicología.
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Frente al panorama descrito y como una "rara avis", el
grupo de investigadores se enfoca ahora en estudiar la salud mental de personal
sanitario de Costa Rica.
Por medio de una encuesta desean valorar los efectos
de la pandemia en salud física y mental de las personas que trabajan
directamente atendiendo a los pacientes del Covid-19; desde un chofer o el
misceláneo hasta el personal médico y farmacéutico.
Pretenden conocer las condiciones laborales, la
capacitación recibida para combatir este mal, los equipos de seguridad que
emplean y los horarios, entre otros aspectos. El cuestionario se podrá llenar
de manera voluntaria en línea usando computadoras, Tablet o teléfonos
celulares.
La propuesta de estudio ya recibió la aprobación de la
Comisión de Investigaciones en Salud (Conis) del
Ministerio de Salud, después de contar con el aval del Dr. Daniel Salas,
jerarca del sector, entre otros.
Según indica Smith la encuesta abarca apartados para
valorar los temores o preocupaciones del personal de salud; las preguntas están
hechas para medir qué tan crónicas se han vuelto las respuestas frente a la
pandemia.
Se averiguan los síntomas registrados en distintos
momentos de la pandemia; como si han tenido dolores de cabeza, gastritis,
pérdida de concentración, aumento en el consumo de drogas y automedicación. También
se analizan aspectos positivos como la satisfacción laboral o mejoras en las
relaciones con los compañeros.
Si bien hay estudios similares conducidos en otras
latitudes, estos no se pueden aplicar a la realidad del país por sus
condiciones sanitarias y socio económicas.
Consideran el
sentido de oportunidad de la investigación, pues a partir de lo que se obtenga
tanto la Caja como el Ministerio de Salud podrán orientar sus acciones.
En primera persona
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Vivimos duelos diferentes
William Mora M.
wmora@conicit.go.cr
Los expertos de la UCR
y la UNA consideran que las personas tienen derecho a vivir sus "duelos" en
medio de la pandemia y no hay una única causa o motivo. La pérdida de un ser
querido o hasta el alejamiento físico de la familia o las rupturas amorosas
por el Covid-19 son motivos justificados de tristeza y angustia.
-El duelo es público porque todo el mundo se entera
al microsegundo que ha muerto alguien; estamos viendo duelos a cada instante
ya sea porque no podemos abrazar... por múltiples razones, afirma Raúl Ortega.
-¿Qué le ha quitado o le ha dejado la pandemia?
Vanessa Smith: Me ha quitado la posibilidad de estar físicamente
con personas que quiero muchísimo y eso me ha afectado mucho; no tocar, la
expresión del afecto físico me ha costado mucho, me lo ha quitado. Pero me ha
dejado mucho tiempo para cuidarme a mí misma; el tiempo que invertía en ir a
trabajar lo aprovecho en casa para chinearme un poquito más....
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Entrevista
por la plataforma Zoom: Dra. Henriette Raventós (CIBCM-UCR), William Mora
(Conicit), Máster Raúl Ortega (UNA), Dra. Vanessa Smith (IIP-UCR).
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Me ha dejado
una interesante relación con mi hijo adolescente, pues antes los adolescentes
no se veían en las casas, ahora se ven más.
Lo que más
extraño es el abrazo y el beso, y yo no era mucho de abrazar y besar; pero ahora
digo cómo me hace falta.
Raúl Ortega:
Aparte de quitarme horas de sueño me preocupa mi familia y amistades en España
y Francia; igual que el impacto en Costa Rica y otros países de la región.
Me ha
fortalecido la convicción de que solo desde la institucionalidad pública y
desde el fortalecimiento de las relaciones interinstitucionales y desde el
apoyo mutuo de donde llegamos a convertir la realidad de las personas
vulnerables y no vulnerables; hay que seguir apostándole a lo colectivo y a lo
solidario.
Henriette (Jetty) Raventós: Sonará muy superficial pero lo que me ha quitado y me hace falta es
estar al frente del mar; es extraño, es una necesidad tan física que he estado
muy tentada a irme, pero después reflexiono... yo tengo todo acá porqué voy a exponerme;
pero es una ansiedad de estar metida dentro del mar....
Me ha dejado
muchísimo: estas formas nuevas de vinculación las he disfrutado, incluso
durante el curso que di, me gustó la vinculación a través de estas plataformas;
es interesante, casi que fue más íntima la relación, de alguna forma algunos de
los estudiantes me dejaron entrar a sus casas y eso nunca me había pasado.
Algunos prendieron la cámara y pude ver dónde vivían; oí el gallo por detrás o
la mascota, aparecía la hija de alguno de ellos... La clase fue dentro de las
casas de cada uno, ha sido una experiencia muy linda. Algunos estudiantes, muy
tímidos, por medio de estas redes lograron expresarse mejor; he disfrutado esta
forma de enseñar y aprender.
Cuadro de
datos
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Investigadores de la salud mental
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Dra. Henriette
Raventós: Tiene un posdoctorado en Genética Humana
de Universidad de California/Berkeley y una maestría en Bioquímica de la
UCR. Es graduada de la Escuela de
Medicina (UCR) y ejerce la docencia en la Escuela de Bilogía (UCR). Desde
1996 dirige el Laboratorio de Psiquiatría Genética del CIBCM de la UCR.
Forma parte de la Academia Nacional de Ciencias y es su Vicepresidenta.
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Dra. Vanessa Smith: Obtuvo su licenciatura en Psicología en la
Universidad de Costa Rica y su doctorado en Psicología Social en la
Universidad Philipps de Marburg,
Alemania. Actualmente es Profesora Catedrática de la Escuela de
Psicología y Directora del Instituto de Investigaciones Psicológicas, de
la Universidad de Costa Rica. Sus áreas de estudio son: Cogniciones
sociales, relaciones intergrupales, identidad étnica, aculturación,
psicología social de la salud, medición y psicometría
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Máster Raúl Ortega: Psicólogo formado en Barcelona
con un Diploma de Estudios Avanzados en el Doctorado de Recursos Humanos
y Organizaciones (Universidad de Barcelona), y Diploma en Salud Mental en
Situaciones de Violencia Política y Catástrofes (U. Complutense de
Madrid-GAC). En la actualidad cursa una Maestría en
Gestión del Riesgo y Desastres de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO). Es representante de la Escuela de Psicología de la UNA
en el Comité Asesor Técnico en Apoyo Psicosocial de la CNE.
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Cuadro de datos
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Créditos:
Dirección
y edición:
MA. William Mora M.
Montaje digital:
Rocío Vargas M.
Fotos e ilustraciones:
Ministerio de Seguridad Pública, 911, Jetty
Raventós; https://pixabay.com/ - Conicit.
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CONICIT
Unidad de Gestión de la Información
Teléfono (506) 2216-1500
Fax: (506) 2216-1565
Apdo.: 599-2200
Sede: Contiguo al Centro
Integrado de Salud CCSS,
Vásquez de Coronado.
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