Nº 2, febrero, 2018
Bioprospección en volcanes
Donde la vida se hace camino en ambientes extremos
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Investigadores nacionales buscan
nuevas enzimas de interés industrial
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Costa Rica y Alemania se dan la mano para proyectos
colaborativos
William Mora M.
wmora@conicit.go.cr
En
algunas de esas montañas de la geografía de Costa Rica podría estar la clave
para encontrar nuevas formas de vida bacteriana que a la postre generarían
riqueza.
Por los próximos tres años
un grupo de científicos locales en enfocará en estudiar ambientes volcánicos
para identificar microorganismos capaces de producir enzimas de interés
industrial como las lipasas y las proteasas.
Por
medio del Fondo de Incentivos Micitt/Conicit, a
finales del 2017, se realizó una convocatoria pública para seleccionar
iniciativas en áreas como las ciencias de la vida, investigación ambiental,
sistemas de información y comunicación, e investigación de materiales, bajo
un esquema de ciencia colaborativa respaldada por institutos y universidades
de Alemania y Costa Rica.
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El vulcanólogo Raúl Mora (UCR) y el Dr. Chavarría
recolectando muestras en el río Agrio.
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Se recibieron 34 propuestas de científicos locales, de las cuales fueron
seleccionadas 10 que contarán con fondos públicos para encaminar sus objetivos.
Volcanes en la mira
Uno de los
proyectos seleccionados fue la "Bioprocección de enzimas novedosas con potencial
industrial de ambientes volcánicos de Costa Rica," presentado por el Centro
Nacional de Investigaciones Biotecnológicas (CENIBiot) por medio de la
Fundación Centro Nacional de Alta Tecnología (Funcenat). El estudio es liderado
por el Dr. Max Chavarría, quien trabaja tanto en el CENIBiot
como en el Centro de Investigaciones en Productos Naturales (CIPRONA) de la
Universidad de Costa Rica (UCR).
Se identificarán microorganismos que
sobreviven en condiciones extremos (niveles de acidez -pH- inferiores a 4), y
temperaturas elevadas (superiores a los 60 grados centígrados); ricos en
minerales como sulfuro, hierro, silicio, entre otros.
Costa Rica, ubicada en el
llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, posee cerca de 400 focos volcánicos
en su territorio, 20 de los cuales tienen un tamaño significativo y 5
manifiestan distintos niveles de actividad.
El
proyecto se gestó con la participación del investigador Aníbal Mora
Villalobos, quien cursa estudios de doctorado en biología celular y molecular
en la Universidad de Tecnología de Hamburgo, Alemania, y figura como
investigador asociado.
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El Dr. Max Chavarría durante una gira para localizar la naciente del
río Agrio.
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Según el Dr. Chavarría se analizarán sitios
cercanos a los volcanes Rincón de la Vieja, Poás, Irazú y Turrialba. En
específico, se muestrearán lagunas de cráteres, lugares con actividad
fumarólica, fuentes termales cercanas y ríos con índices altos acidez.
̶ Buscamos enzimas nuevas que trabajen
en diferentes niveles de pH; queremos analizar la bioquímica de los
microorganismos tolerantes a esas condiciones extremas, afirma.
Si bien
en el país ya se han realizado estudios de esta naturaleza, se pretende emplear
métodos novedosos en el ámbito genético y bioquímico. Se estima que apenas se
conoce el 1 por ciento de los microorganismos que subsisten en estos
ecosistemas.
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El proyecto se centra en identificar
enzimas como las lipasas y las proteasas útiles en procesos biocatalíticos
como la ruptura de lípidos y de proteínas de interés industrial.
Como lo explica el Dr.
Chavarría hay un mercado seguro a escala internacional para este tipo de
enzimas; las lipasas son empleadas en múltiples procesos y aplicables en la
actividad pecuaria y la preparación alimentos.
Para el 2020 se estima que el
mercado de las lipasas superará los US$ 590 millones; por su parte, el mercado
de las proteasas podría llegar a los US$ 2.21 billones. Tales estimaciones se
sustentan en el uso potencial de las enzimas en la industria farmacéutica,
textil, manejo de desechos, industria química (jabones y detergentes),
fabricación de alimentos, entre otros campos.
Retos
del muestreo
Durante la última gira
realizada en enero, el equipo de trabajo del Dr. Chavarría, llegó hasta los
orígenes del río Agrio, en las estribaciones del volcán Poás. Llegar a la
naciente del río fue la culminación de más de una hora siguiendo el cauce por
terrenos resbaladizos.
̶ La vida se hace camino
en donde podríamos imaginar que no existen condiciones óptimas; en el río Agrio
los niveles de acidez llegan a un pH de 1.7, explica.
En estos ecosistemas existe
una comunidad microbiana importante capaz de tomar ciertos minerales para
realizar sus procesos biológicos. Son seres vivos equipados con "una maquinaria
metabólica" para resistir condiciones extremas.
Si bien en muchos de estos
lugares ya se han estudiado aspectos microbiológicos y geoquímicos, ahora vale
la pena replantearse las investigaciones realizadas con el empleo de modernas
tecnologías.
Uno de las actividades más
retadoras será tomar muestras en condiciones estériles en área como los
cráteres (en su momento el del Poás medía más 150 metros de diámetro) por las
condiciones de acceso.
̶ No podemos pensar solo
en lanzar envases atados a una cuerda a la laguna del cráter; no sería una
muestra tomada en condiciones adecuadas para el tipo de estudios que
realizamos, dice.
Según el Dr. Chavarría se
valoran distintos medios para extraer muestras y no se descarta hasta el empleo
de drones.
Esperan recoger muestras de
agua y de sedimentos para procesarlas antes de que transcurra 24 horas. Por
medio de filtros especiales colectarán los microorganismos para después
analizar su ADN; en el caso de los sedimentos las muestras se congelarán para
preservar su contenido y posteriormente se hace la extracción del ADN.
̶ Como en otros estudios
tomamos todos los cuidados necesarios para evitar la degradación de las muestras,
explica el Dr. Chavarría.
Las giras se realizarán con
la guía de personal entrenado para el acceso a los volcanes; el trabajo se
terminará con el procesamiento de las muestras en el laboratorio.
Etapas
de la investigación
Después del muestreo empieza el
trabajo de laboratorio en donde por medio de técnicas genómicas se identifican
las enzimas presentes; esto involucra secuenciar, hacer librerías del material
genético para luego hacer pruebas de actividad enzimática de las lipasas y las
proteasas.
Con análisis más específicos
se valorará la enzima a nivel estructural, cambios de sitio activo, ya sea para
mejorarla o ver toda la parte bioquímica de cómo funciona, a qué temperatura,
en qué pH o si se ocupa algún aditivo.
Será hasta este momento
cuando se proyecte si lo descubierto es sujeto de patentamiento.
En la actualidad, el equipo
de investigación hace un inventario de los sitios de muestreo, programa las
compras a realizar y planifica las giras.
El proyecto se ha concebido como parte del proceso
de reinserción del becario Aníbal Mora, quien tendrá a cargo muchas de las
actividades por realizar; además, de involucrarán a al menos 4 estudiantes del
CENIBiot y de la UCR.
Hacer ciencia de calidad
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Elevar los requisitos para inscribir
proyectos
La actividad científica no escapa a la
coyuntura de crisis fiscal y cambio político que vive el país; en este
escenario el Dr. Max Chavarría Vargas, ganador en el 2017 del Premio
TWAS/Conicit para científicos jóvenes, 2017, y catedrático de la UCR
considera prudente revisar las trabas que afectan el quehacer de los
investigadores universitarios.
Del mismo modo, resalta la necesidad de
elevar los requisitos para lograr ciencia de calidad, del primer mundo;
también ve urgente crear un programa de becas en donde los investigadores
cuenten con personal dedicado a tiempo completo a la investigación.
̶ ¿Qué piensa de la ciencia Costa Rica?
Pienso que hay pocos grupos de investigación
con personas que hacen ciencia de primer nivel. Luego aparece una comunidad
muy grande que hace ciencia poco productiva, lo cual se evidencia por sus
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El Dr. Max Chavarría,
investigador del CENIBiot y el Ciprona de la UCR.
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indicadores. Hacer ciencia no es solo proponer un proyecto
y concluirlo con un informe; o conformarse con sacar un artículo en una revista
de dudosa calidad, a veces sin indexar y mucho menos con índice de impacto.
Esto genera vicios en los investigadores puesto que se conforman con divulgar
sus resultados en estas revistas que en ocasiones solo les interesa lucrar. Por
supuesto, no todo es publicar, también hay que evaluar la transferencia de la
ciencia y tecnología en aplicación directa a nuestra sociedad, aspecto en el
que también nuestros indicadores no son los mejores.
Sé que estas palabras podrían
caer mal a algunas personas, pero hay que decirlo y ocuparse de esta
problemática para hacer un cambio en la ciencia del país.
̶ ¿Cómo resolvemos esto?
Se está empezando a resolver,
pero de manera muy lenta; por ejemplo, hay un nuevo reglamento en la
Vicerrectoría de Investigación de la UCR que pide como requisito que un
proyecto inscrito genere un indicador en los próximos 2 años; que las
publicaciones deben hacerse en revistas indexadas. Creo que tenemos que ser más
estrictos en como evaluamos los indicadores que generan nuestros proyectos y en
los cuales estamos invirtiendo fondos públicos.
̶ ¿Está criticando una corriente que se ha ido generando para
estimular las revistas locales o a escala iberoamericana?
Yo soy crítico en general con
las revistas que incumplen los estándares mínimos de calidad que,
lamentablemente, existen escala local e iberoamericana. También hay revistas
muy malas en otras latitudes. Mi visión es que los resultados de nuestras
investigaciones deberían lograr la mayor visibilidad posible. He discutido con
gente que argumenta que algunos trabajos tienen interés más a nivel nacional y
deberían publicarse aquí. Mi respuesta
es que si se publica en una revista con visibilidad
internacional tanto los nacionales como otras personas en el mundo, a quienes
también les es útil este conocimiento, pueden tener acceso al mismo. Para mí no
es un pretexto válido. Ahora bien, quisiera aclarar que en el país hay revistas
con buena visibilidad y en las que se hace un trabajo serio como por ejemplo la
Revista de Biología Tropical.
̶ ¿Cree usted estamos preparando gente para hacer ciencia de
calidad en el país? ¿Hay procesos de mentoría?
Este aspecto debe mejorarse
muchísimo; veo gente joven que planea proyectos de investigación desde su
visión insipiente; estos muchachos muchas veces no saben ni plantearse la
hipótesis del proyecto, ni mucho menos cómo replicarle las observaciones a un
réferi.
En mi caso tuve la suerte de
contar con una muy buena mentoría; mi exjefe el Dr. Víctor de Lorenzo además de
llevar nuestro trabajo experimental de forma muy independiente nos obligaba a escribir
el artículo desde cero, luego nos criticaba el artículo y, cuando lo mandábamos
a las revistas, nos obligaba a realizar la carta de respuesta de las
observaciones al réferi.
Tenemos que reproducir estas
buenas prácticas, lamentablemente aquí hay mucha gente joven recorriendo el
camino en solitario con sus mejores intenciones.
̶ Tenemos un problema, un alto porcentaje de nuestros
investigadores (44%) supera ya los 50 años. ¿Estamos haciendo lo suficiente
para que haya una sucesión del recurso humano en ciencia y tecnología?
Creo se
ha venido mejorando, soy crítico con la gente que ya está aquí metida en el
sistema; algunos en una situación de comodidad a quienes ni les suma ni les
resta sacrificarse por la investigación. Pero se está haciendo algo; por
ejemplo, los doctorados nacionales y los becarios financiados por el Micitt. Lo que me preocupa es cómo vamos a absorber a esas
personas dado que la cantidad de puestos en las universidades es limitada; son
pocos los centros de investigación que puedan contratar investigadores de una
forma directa.
̶ ¿Cuál
sería la opción: que crezca la investigación en las universidades o que se abra
espacios en el sector privado?
Cuadro de datos
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En pocas palabras
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Pasatiempo: jugar fútbol e ir al gimnasio
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Inquietud como ciudadano: el Déficit fiscal
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Su mayor sueño: Ver a mis hijas crecer felices.
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Principal cualidad: Perseverante y trabajador
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Actitud humana que desprecia: La pereza
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Su mentor: Dr. Víctor de Lorenzo, su tutor de estudios doctorales
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Ojalá la investigación crezca en la empresa privada, en este sector la
investigación debe dar un salto mayor.
̶ Los índices de
publicación científica del país son muy bajos para el país (15,8 por cada 100
mil habitantes en el 2015, según la Ricyt), al igual que los índices de
patentamiento; la inversión no llega a la media latinoamericana (0.7% del
PIB). Estamos en un impase, ¿por qué no damos el salto?
Desde el gobierno se hacen esfuerzos en los
que se ha tratado de convencer a los jóvenes se seguir carreras científicas
por medio de las ferias, campamentos, etc, pero contradictoriamente, viendo
la inversión en ciencia del país es claro que Costa Rica no tiene como
prioridad a la ciencia. En este país sigue siendo más importante ser
futbolista que ser científico o ingeniero; el estereotipo de persona exitosa
no es el científico.
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̶ ¿Para usted quién es el "Keylor Navas" de la ciencia en Costa
Rica?
Para mí es el Dr. José María
Gutiérrez. No he tenido la suerte ni la
dicha de trabajar con él, pero quién no conoce su trabajo; además según me han
comentado es una persona, humilde, accesible.
Es el modelo a seguir, él ha hecho su ciencia desde el país usando
nuestros recursos, es editor de las mejores revistas en su campo, ha ganado
premios nacionales e internacionales haciendo todo aquí. Y el Instituto
Clodomiro Picado ha llegado a un equilibrio muy bueno en lo que produce,
invirtiendo en ciencia lo ganado.
̶ ¿Cómo cree que la empresa privada puede meterse en esto?
Bueno, una de las formas es
como lo ha hecho la empresa "Speratum"; viene un emprendedor como el Dr.
Cristian Marín Müller y busca al inversionista, el emprendedor no tiene siempre
los recursos para invertir. Esta empresa es ambiciosa en sus alcances como es
llegar a una vacuna contra el cáncer de páncreas. Al igual que ellos podríamos
encaminarnos a concretar otro tipo de ideas, en áreas como la agricultura y los
biocontroladores.
̶ ¿Considera usted que la universidad se ha quedado corta en el esquema
de la vinculación? Se habla de que el tiempo de la universidad no es el tiempo
de la empresa, ¿hay mucho discurso y poca concreción?
Sí, vamos muy despacio
lamentablemente, pienso que hay que agilizar los procedimientos y que se
facilite el trabajo a los investigadores. Creo que todos debemos poner de nuestra
parte, en la Universidad mejorar y facilitar la vinculación, por su parte el
sector privado tiene que entender que muchas veces para alcanzar resultados hay
que invertir y que las cosas no son siempre gratis.
̶ ¿Está diciendo que hacer investigación en la universidad no es
fácil?
Para nada fácil; además de
nuestras labores docentes que muchas veces ocupa hasta la mitad de nuestra
jornada laboral, tenemos que hacer muchos trámites administrativos, además de
todo lo que conlleva hacer investigación (escribir el proyecto, buscar el
financiamiento, a veces hacer los experimentos, escribir el "paper", etc.).
Muchas veces terminamos haciendo lo urgente dejando de lado lo importante.
No es fácil, pero nunca lo pondría como excusa
para hacer ciencia de calidad.
Cuadro de datos
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Créditos:
Dirección y edición:
MA. William Mora M.
Montaje digital:
Rocío Vargas M.
Fotos e ilustraciones:
Dr. Max Chavarría
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CONICIT
Unidad de Gestión de la Información
Teléfono (506) 2216-1500
Fax: (506) 2216-1565
Apdo.: 599-2200
Sede: Contiguo al Centro
Integrado de Salud CCSS,
Vásquez de Coronado.
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