Nº 12, diciembre, 2016

Estadísticas de Costa Rica
Mujeres con rezago en actividades de I+D

·         El 28% de las unidades de investigación son dirigidas por mujeres

·         40% de investigadores inscritos en el RCT son mujeres

·         Ciencias Sociales área con mayor concentración de mujeres

De: William Mora M., Conicit

Un 40% de la población de investigadores nacionales son mujeres de acuerdo a los datos del Registro Científico y Tecnológico (RCT) del Conicit; así, de los 4.617 investigadores inscritos, 1.844 son mujeres.

La cifra corresponde a los registros históricos de investigadores reportados al RCT, con vigencia hasta setiembre del 2016.

De acuerdo con Cuadro No. 1 el mayor porcentaje de participación de las mujeres se da en el área de las Ciencias Sociales (39%). Le sigue Ciencias de la Salud (21%) y Ciencias Exactas y Naturales (19%).

Fuente: CONICIT, Registro Científico Tecnológico, Base de Datos del RCT.
Diciembre, 2016.

Reconocimientos con rostro masculino

Una revisión del historial del Premio Nacional de Ciencia y Tecnología "Clodomiro Picado Twight", desde su creación en 1977 y hasta el 2016, permitió conocer que solo 8 de los 54 galardonados han sido mujeres (un 14,8%). La mayoría de sus investigaciones se adscriben a las Ciencias Biológicas y a Ciencias de la Salud. Del total de mujeres galardonadas, 5 fueron premiadas en el último quinquenio (ver Tabla No. 1).

La brecha es más notable cuando se trata del "Premio TWAS/Conicit para científicos jóvenes", otorgado por el Conicit en asocio con la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS) desde 1989. Entre los 25 ganadores solo figura una mujer: Mavis Montero Villalobos, química de profesión quien lo recibió en el 2006 por sus trabajos de investigación presentados en el campo de polímeros acrílicos con metales de transición, así como por sus investigaciones en el campo del aprovechamiento de desechos.

 

Visión de género

La participación de la mujer en la ciencia en Costa Rica se enmarca en las problemáticas de discriminación, algunas sustentadas en estereotipos y mitos alimentados por la llamada sociedad patriarcal.

En las reflexiones teóricas sobre este tema se expone cómo la visión de una ciencia androgénica ha llevado a la no presencia de talento femenino en las llamadas ciencias "duras" y una menor producción científica en estas áreas del conocimiento.

Los estudios desarrollados, dentro y fuera del país, muestran que las mujeres que se motivan y deciden estudiar carreras en ciencias exactas y tecnología provienen de familias de clase media o alta, con un alto estímulo familiar. 

En ocasiones, el interés por la innovación y las recompensas económicas asociadas han llevado a las mujeres a estudiar carreras de ciencia y tecnología.

Del mismo modo, los casos de éxito de mujeres emprendedoras no siempre desenmascaran las desigualdades entre hombres y mujeres. El etiquetado social de las investigadoras como "heroínas" también maquilla las brechas predominantes en el concurso de la mujer en la ciencia y la tecnología.