Nº 8, agosto, 2019

Dr. Misael Chinchilla Carmona

Microbiólogo polifacético

·         Ha descrito 3 especies nuevas de parásitos para la ciencia

·         UCIMED y CONICIT darán homenaje al investigador

William Mora M.
wmora@conicit.go.cr

Rodeado de sus pupilos en el Departamento de Investigación Básica de la Universidad de las Ciencias Médicas (UCIMED), donde encabeza el desarrollo de investigaciones en el campo de la microbiología química y clínica, este científico octogenario sigue tan activo como ayer.

Desde hace más de 15 años, se ha empeñado en consolidar la investigación científica de calidad en una universidad privada. Lo afirma con énfasis: "Lo que ve aquí ha costado sangre"; y no parece exagerar dado que en nuestro medio son las universidades públicas en las que predomina la tradición de la investigación científica.

Cuando en el 2000 fue elegido en el cargo de rector de la UCIMED, puso como condición el darle prioridad a la investigación científica; todo con el objetivo de aprovechar la riqueza de la biodiversidad del país y de complementar la tarea docente.

A la vuelta de los años ha consolidado un Departamento de Investigación Básica, gracias al respaldo incondicional de las autoridades administrativas de la UCIMED, en donde interactúan decenas de estudiantes, animados por el ahínco de descubrir nuevas alternativas de tratamientos de enfermedades tropicales como la malaria, el mal de Chagas, la leishmaniasis (papalomoyo) y la toxoplasmosis.

Un niño curioso

De baja estatura y con la piel surcada por el tiempo, el Dr. Misael Chichilla es un sobreviviente apasionado por la ciencia.

̶ Si el ser humano brincara como lo hace una pulga, de un salto estaríamos en Puntarenas...

Tanto fue el embelesamiento con la lectura que empezó a sentirse extraño.

̶ Me descontrolaba y cuando iba a coger una taza se me caía; mi papá preocupado me llevó donde don Tebo, el curandero de Aserrí, quien me preguntó sin mucho rodeo: ̶ ¿Usted qué hace a diario?

̶ Leo bastante.

̶ ¿Qué ha leído? Repreguntó.

̶ Entonces le recité uno a uno los libros...

̶ ¡Usted lo que está es loco...!

Ese fue su diagnóstico desconcertante frente al padre y el niño; la receta para la cura fue sencilla:  ̶ Tranquilícese...

Don Misael nos confiesa que nunca dejó de leer; le siguieron los libros de Alejandro Dumas, Emilio Salgari, los doce volúmenes de la enciclopedia "El Tesoro de la Juventud," entre otros.

Como pago al patrocinio del cura Barrantes y doña Socorro terminó con éxito la secundaria en la segunda promoción del Liceo Vargas Calvo.

Sin recursos

A pesar de haber ganado el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR), al no tener los recursos necesarios aceptó un puesto en el Registro Civil en donde por un año trabajó literalmente día y noche. Buscaba un ahorro suficiente para perseguir su sueño de ser universitario.

̶ Entraba los lunes a la 7 am. y salíamos los miércoles a las 7 de la noche, regresábamos el jueves y salíamos el domingo. La idea era hacer extras porque las pagaban muy bien.

En esta estancia se labró su pasión por la investigación científica. Constantemente salían a recolectar especímenes de animales y muestras de plantas necesarios para los estudios; con mucha satisfacción rememora como pudo contribuir de manera anónima a las publicaciones de otros investigadores.

Pasos en la ciencia

Su inspiración por ahondar en el conocimiento se asienta en los cursos de biología que llevó con el Dr. Rafael Lucas Rodríguez; su humildad y consejos le han acompañado a lo largo de su vida.

El compromiso con el trabajo académico lo llevó a ser director del Departamento de Parasitología y decano de la Facultad de Microbiología de la UCR. En esa facultad fue pionero en crear un Centro de Investigación en Diagnóstico y Parasitología (CIDPA), antecedente de lo que hoy se conoce como el Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET).

En la Universidad de Costa Rica realizó varios estudios científicos con la ayuda de compañeros como Olga Guerreo y Liliana Reyes. Estos análisis culminaron en la obtención de la primera Maestría otorgada por la Universidad de Costa Rica.

El MICITT y el CONICIT le han financiado al menos cuatro proyectos enfocados en descubrir las propiedades medicinales en plantas del bosque tropical. Sus investigaciones, realizadas en conjunto con el Dr. Gustavo Gutiérrez y el M.Sc. Ronald Sánchez y la Dra. Idalia Valerio, entre otros, han ahondado en la identificación de parásitos intestinales en las especies de monos congos, carablanca, ardilla y mono colorado; la presencia de protozoarios y microorganismos relacionados a procesos de inmunosupresión humana en coyotes, así como el estudio de enfermedades de felinos en cautiverio.

Por su labor docente y de investigación fue nombrado profesor catedrático y profesor emérito de la Universidad en Costa Rica.

En su campo de especialidad admira el trabajo del Dr. Rodrigo Zeledón y el Dr. José María Gutiérrez, ambos de la UCR. En su formación general, tanto científica como docente, menciona tres mentores principales: Los doctores Fernando Montero-Gei, Armando Ruiz y J.K. Frenkel.

En un acto planeado para el 22 de agosto la UCIMED y el CONICIT darán un reconocimiento al Dr. Chinchilla por su labor de mentoría y aporte a la ciencia costarricense.

Dice tener 150 composiciones originales; una de ellas fue un vals que compuso en su etapa de colegial; un poema sinfónico llamado "Nueve ahogados" que rescata a la memoria de la tragedia provocada por la escorrentía del río Sáurez que en 1955 provocara la muerte de los vecinos de una barriada de Aserrí.

De sus años de estudiante en la Universidad de Kansas surge una anécdota que le encanta contar. Como su inglés conversacional era deficitario se le aconsejó tomar clases privadas por seis meses; su profesor era un pastor entusiasta conversador con experiencias de viajero por África e India.

Su rutina en la UCIMED comienza a la 6 de la mañana y termina a eso de la 2 de la tarde cuando dedica tiempo a su familia en Aserrí; en un terreno aledaño a su casa tiene un mariposario casero y un jardín con orquídeas. Cuando tiene tiempo se dedica a tejer y a armar rompecabezas para prevenir el mal de Alzhéimer.

 

 

Mentor de generaciones

William Mora M.
wmora@conicit.go.cr

WM. ¿Hay algún interés existencial que les lleve a ustedes el escudriñar en el micro mundo? ¿Por qué mejor no estudiar el macro mundo, el universo y las estrellas?

La interrogante menos vaga fue recogida con aplomo por una joven de anteojos de apariencia tímida. Se trata de Mariana Russell, vecina de 28 Millas de Batán de Limón.