APLICACIONES CIENTÍFICAS
Tico participa en misión para simular
producción de alimentos en Marte
El ingeniero Luis Diego Monge desarrollará un experimento con el
maíz morado en el que evaluará potencial de este cultivo, para ayudar a
sustentar la vida de los futuros colonizadores del planeta rojo
Lucía Astorga.
Hace 2 días
La misión se realizará del 2 al 16 de
febrero y es impulsada por The Mars Society, una organización dedicada a educar
sobre la exploración del planeta rojo. Foto: Suministrada por el IICA
¿Puede el maíz
morado, una especie endémica de América Latina, ser una fuente de alimentación
para los primeros colonizadores de Marte? Eso es lo que un científico tico va a
explorar próximamente, durante una misión de dos semanas, simulando las condiciones
del planeta rojo, pero desde el desierto de Utah, Estados Unidos.
Se trata de
Luis Diego Monge, ingeniero electromecánico, quien junto a otros seis
integrantes, conforma la tripulación internacional denominada Earth2Mars. A
partir del 2 y hasta el 16 de febrero, el equipo evaluará una serie de
desarrollos tecnológicos, con los que esperan, a futuro, hacer viable la vida
humana en Marte.
Los demás
investigadores provienen de Alemania, India, Kuwait, Canadá y Australia.
Monge estudiará
la posibilidad de que los primeros habitantes humanos en nuestro planeta
vecino, puedan cultivar el maíz morado en invernaderos, esto lo hará simulando
las condiciones de trabajo que estos colonos podrían enfrentar en su nuevo
entorno, por ejemplo, realizar actividades agrícolas pero con trajes
espaciales, el limitado uso de agua, el tiempo de germinación y otras variantes
técnicas.
"El futuro de
la producción de alimentos va muy de la mano con lo que se está experimentado
en estas estaciones (de ambientes controlados), como el crecimiento en
invernaderos, la hidroponía y la producción en ambientes urbanos con recursos
limitados; ahí se encuentra el futuro de la nutrición de las grandes ciudades",
indicó el investigador.
Apoyo
institucional
El ingeniero costarricense, Luis Diego
Monge, participará en la misión Earth2Mars, que este año experimentará en Utah,
Estados Unidos, con distintos desarrollos tecnológicos, que buscan hacer viable
la vida humana en Marte. Fotos: Mayela López
Esta especie de
cultivo es de particular interés, ya que es propia del continente americano,
donde cuenta con un alto valor cultural, nutricional y económico, a la vez que
está asociada a mayores índices de longevidad.
Para
desarrollar este experimento, Monge contó con el apoyo del Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), tanto en materia de
diseño del proyecto, como en dispositivos electrónicos y paneles solares, que
el científico utilizará para cultivar el maíz en un ambiente controlado.
Asimismo, el
organismo de cooperación, puso a disposición de Monge su Fab Lab, un espacio en
la sede central, ubicada en San José, dedicado a la gestión y la innovación
tecnológica para el sector agropecuario.
"Los espacios
de innovación que el IICA promueve pueden orientarse con las tecnologías
necesarias para futuras misiones fuera del planeta. Es crucial diversificar los
orígenes y los tipos de alimentos, con enfoque hacia América Latina", apuntó
Jonathan Castro, especialista en Innovación Tecnológica, Recursos Naturales y
Cambio Climático del IICA.
Potencial
hemisférico
La estación científica cuenta con seis
estructuras. El hábitat, que es donde conviven los integrantes del equipo; dos
observatorios; un invernadero; un domo que contiene el centro de control del
sistema solar, así como un laboratorio microbiológico y geológico; y el módulo
de reparación y mantenimiento. Foto: Suministrada por el IICA
Si bien el IICA
no cuenta con una especialización aeroespacial, ve un gran potencial en el
nuevo interés desde los gobiernos y la empresa privada, por explorar el
espacio, y el beneficio que podría generar a los países latinoamericanos,
gracias a la gran diversidad genética de sus productos agrícolas y el potencial
para convertirse en una solución alimentaria.
"El tema
espacial es fascinante porque obliga a salirse de la zona de confort e implica
estar aprendiendo sobre temas totalmente nuevos. Nos obliga a plantearnos que
hay más allá. Por ejemplo, trabajamos muchísimo el tema de inocuidad
alimentaria, porque nosotros, al espacio, no vamos a poder mandar comida que se
vaya a descomponer", señaló Castro.
Para el IICA, el tema de la innovación
tiene un fuerte vínculo con la capacidad de motivar e inspirar a la gente, de
acuerdo con .Jonathan Castro especialista en Innovación Tecnológica, Recursos
Naturales y Cambio Climático del organismo de cooperación. Fotos: Mayela López
La información
que logre recopilar Monge sobre el maíz morado, servirá al IICA como un punto
de referencia, para ir buscando las opciones más adecuadas y así poco a poco,
irse adentrando en esta otra esfera de conocimiento. Además para ver cómo
adaptar prácticas agrícolas tradicionales, que se desarrollan bajo condiciones
terrestres, a nuevos escenarios, que se podrían enfrentar en el espacio.
Para realizar
su trabajo de investigación, el costarricense y el resto de su equipo, tendrán
que desplazarse hasta la estación científica Mars Desert Research Station (MDRS),
creada en el desierto de Utah en 2001, por la organización privada Mars
Society.
Experiencia
tica
Esta es la tercera ocasión que Costa
Rica es representada en una de estas simulaciones de lo que sería vivir y
trabajar en el planeta rojo. Foto: Suministrada por el IICA
Esta agrupación
trabaja desde 1998, en educar al público, los medios de comunicación y el
gobierno, sobre los beneficios de explorar Marte y crear una presencia humana
permanente en ese planeta.
El empresario
de alta tecnología Elon Musk, jefe de la compañía de autos eléctricos
Tesla y del
proyecto espacial SpaceX, fue miembro de esta sociedad. También, cuenta en la
actualidad, con la participación del astronauta y segundo hombre en pisar la
Luna, Buzz Aldrin, como miembro honorario de su junta directiva.
La de Monge
será la misión número 221 que visita la MDRS. Dos ticas ya tuvieron la
oportunidad de vivir esta experiencia: Celeste Balladares en 2016 y Yendry
Corrales en 2017. Ellas han dado retroalimentación a su compatriota de lo que
puede esperar durante su permanencia en la estación experimental, como por
ejemplo, calcular muy bien el tiempo de trabajo de los proyectos, para que
pueda finalizarlos, pero también, para que no quede con mucho tiempo libre.
"La otra vez
que me reuní con Celeste me había dicho que el tiempo ocioso puede ser una cosa
terrible en ese lugar, porque no hay Internet, no hay televisión, ni radio y
estás en un espacio de ocho metros, con seis-siete personas, durante 15 días",
indicó.
Experimentos
Además de explorar la producción de
alimentos en condiciones controladas y con energías renovables, Monge realizará
ensayos para analizar las complejidades que supone instalar antenas de
telecomunicaciones para mantener comunicación con la Tierra. Foto: Suministrada
por el IICA
Monge ocupa el
cargo de Ingeniero de misión, por lo que tendrá que dedicar su tiempo a otras
labores, como garantizar que la calefacción esté funcionando, sacar la basura,
y procurar que los equipos operen correctamente. A su vez, tiene otros
experimentos que espera realizar: uno tiene que ver con la contaminación del
aire dentro de la estación y el otro, está relacionado con telecomunicaciones.
"Cuando usted
manda la señal de radio, esta rebota en la ionosfera, pero en Marte, la
ionosfera es más débil, entonces eso implica que para comunicarse de una base a
otra, ocupa una antena muy, muy grande. Entonces, voy a construir una antena
muy muy grande, para ver qué tal es montar esa gran antena con los trajes
espaciales y luego, establecer comunicaciones con diferentes países, para ver
hasta qué distancias se puede comunicar y extrapolar eso y qué tan largo puede
estar la base más cercana", explicó.
El tico también
aportará a la misión experimentos de carácter lúdico, diseñados por estudiantes
del Colegio Yorkín, que aún está en proceso, y la Escuela Jesús Jiménez (de
Cartago), con un juego de mesa del cual recibirán retroalimentación.
Los integrantes
de la misión también serán sometidos a una evaluación psicológica por parte de
un equipo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA),
para obtener datos que permitan entender mejor el comportamiento de las
personas al enfrentar las condiciones de privación que implican las misiones
espaciales.