Crearán prueba para detectar pacientes
asintomáticos que tuvieron COVID-19
Mediante la prueba se podrá analizar si hay
presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2 en la sangre de una persona.
byMarión Briancesco AriasJun
16, 2020 23:46pm
La
prueba serológica es complementaria y no sustituye la PCR para detectar si un
paciente tiene el virus activo (Foto: Anel Kenjekeeva)
¿Cómo saber si una persona tuvo
COVID-19, aunque no haya presentado síntoma alguno de la enfermedad? Un equipo
científico de la Universidad de Costa Rica (UCR) va a desarrollar una prueba
para determinar si una persona lo tuvo, pese a haber sido asintomática.
El proyecto se llama "Desarrollo y
estandarización de pruebas serológicas para la detección de inmunidad contra
SARS-CoV-2 en la población costarricense" y el monto financiado mediante el
Espacio Universitario de Estudios Avanzados (Ucrea)
de la UCR será de ₡11.936.285.
Se trata de una prueba serológica
(sanguínea) para identificar la presencia de anticuerpos en la sangre; es
decir, la respuesta del sistema inmunológico contra el virus.
Cuando una persona se infecta con un
virus el sistema inmune empieza con una respuesta natural de defensa inmediata,
pero también hay una inmunidad adaptativa que busca cómo defenderse mejor
contra ese patógeno.
Durante esas respuestas se producen los
anticuerpos, quienes se encargan de "luchar" contra el virus.
La respuesta adaptativa es la que crea
una memoria inmunológica y el organismo recuerda que estuvo en contacto con ese
virus en otro momento.
"Esta prueba serológica lo que mide es
la producción de esa respuesta adaptativa, pero en el componente de
anticuerpos", explicó la catedrática en Virología y coordinadora del proyecto,
Eugenia Corrales.
Con el proyecto se busca medir dos
anticuerpos: el IgM (es el que se activa más rápido)
y la IgG que se activa después. Este último podría
mantenerse con el tiempo.
La prueba serológica no sustituye la
PCR, que se realiza para identificar si un paciente está positivo por COVID-19
o no, sino que analiza si una persona se infectó con el virus a partir de
identificar si generó anticuerpos.
La estandarización de
la prueba podría llevar seis meses y se realiza para garantizar el estándar
óptimo antes de aplicarla a una población (Foto: Anel
Kenjekeeva).
De acuerdo con Corrales, incluso un
paciente podría dar un "falso positivo" si la prueba serológica se aplica a los
pocos días de haberse infectado la persona, porque puede que el sistema inmune
aún no haya reaccionado lo suficiente.
"Esta técnica lo que me va a poder
mapear es la gente que se infectó y no tuvo suficientes síntomas, o no
desarrolló síntomas del todo; entonces esto no sustituye el PCR en ningún
momento, lo que hace es darme una información extra de todo ese conjunto de
gente que se infectó y no llegó a hacerse un diagnóstico con PCR", aclaró la
viróloga.
Para realizar la prueba serológica se
necesita de una proteína del SARS-CoV-2 y el suero sanguíneo del paciente.
Para el proyecto van a producir dos
proteínas del SARS-CoV-2, la RBD (dominio de unión al receptor, por sus siglas
en inglés) y la espícula, que es el receptor viral.
"Esas dos proteínas son las que van a
dar más información, porque si tengo anticuerpos contra esas
proteína es más probable que tenga anticuerpos que neutralicen la
entrada del virus a la célula", ahondó Corrales.
Además, serán dos
tipos de pruebas serológicas las que van a desarrollar en el marco del
proyecto. Para Corrales, las más comunes son las ELISA, aunque también
trabajarán con Dot Blot.
Ambas son necesarias
ya que el resultado de la prueba ELISA requiere de un equipo especial para
medir desarrollo de color (relacionada con la cantidad de respuesta de los
anticuerpos) y la prueba Dot Blot podría
aplicarse donde no cuenten con ese equipo, y lo que mide es la presencia o
ausencia de anticuerpos.
Se calcula que en una placa de ELISA
podría analizarse el suero de cerca de 30 personas durante unas tres o cuatro
horas en promedio.
Sin embargo, parte del proyecto
consiste en estandarizar la prueba, cuya intención es garantizar el estándar
óptimo y la mejor metodología antes de aplicarla en humanos.
Para la estandarización de la prueba
calculan trabajar con el suero de unas 30 personas que tuvieron PCR positivo;
es decir, que con certeza de que estuvieron contagiadas.
Posteriormente, se espera realizar los
primeros ensayos con personal médico del Hospital San Juan de Dios.
El proyecto se encuentra en su etapa
inicial y la estandarización de la prueba podría llevar alrededor de seis
meses, indicó Corrales.
De acuerdo con Corrales, todavía falta
evidencia sobre el comportamiento del SARS-CoV-2 y por lo tanto no pueden
afirmar que una persona que tuvo el virus ya está protegida.
"Una como viróloga y con ciertos
conocimientos de inmunología, podría sospechar o hipotetizar
que si usted tiene un anticuerpo positivo va a estar inmune, lo que pasa es que
hay muchos virus como los respiratorios que aunque
usted tenga anticuerpos no está inmune contra esa patología", agregó Corrales.
Por lo general, explicó, las personas
se infectan varias veces en la vida de los coronavirus respiratorios, pero aún
desconocen si este virus se va a comportar de ese modo.
La tecnología se las compartió el
Hospital Mount Sinai de Nueva York, con el cual han
mantenido colaboración.
No obstante, la idea de estandarizar la
prueba en el país es porque la población es muy diferente y en el trópico
circulan otros virus respiratorios que podrían dar respuestas confusas.
"Este es como el primer ladrillo de un
muro que se puede construir de respuesta antiviral", comentó la investigadora,
para quien la prueba informa sobre si la persona estuvo en contacto o no con el
virus. Eventualmente, el suero de aquellas que sí se contagiaron puede servir
para analizar las cualidades de los anticuerpos, agregó.
En el proyecto trabajan Eugenia
Corrales como coordinadora, Rodrigo Mora y David Loría
de la sección de virología de la Facultad de Microbiología, junto con Ismael
Segura y German Madrigal del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (Inifar); así como otros especialistas y colaboradores.
La propuesta fue una de las cinco
seleccionadas en la convocatoria Ucrea-2020: COVID-19 de Ucrea,
que se realiza anualmente para financiar proyectos tendientes a abordar
problemas complejos.
La duración de los proyectos es de un
año con posibilidad de extensión, dependiendo de los resultados que vayan
generando.
Ucrea
realizará una segunda convocatoria este año, la cual pretende estudiar los
escenarios socioeconómicos que deriven de la pandemia y el monto disponible
asciende los ₡60.000.000.