La región
está por definir el tratamiento legal para los productos derivados de la
edición de genomas
Científicos y reguladores de América
Latina y el Caribe analizan panorama de la edición de genomas en América Latina
y el Caribe
Por Rosita Serpúlveda Última actualización Dic
27, 2019
UCR
La edición de genomas, una tecnología que permite
modificar los genes de cualquier organismo para obtener productos mejorados, ya
está al alcance de los países latinoamericanos, y éstos se preparan para
incorporarla como una alternativa más para el mejoramiento de cultivos.
Con el descubrimiento del método Crisper, que es más rápido y de bajo costo que otros
métodos de mejoramiento, el avance de la tecnología de edición de genomas se
aceleró en los últimos años en el mundo. Esto también
posibilita a los países en desarrollo crear nuevos productos
para resolver problemas puntuales en los cultivos de importancia comercial, a
través de empresas, centros de investigación y universidades.
Por ejemplo, con la edición de genomas, en Honduras
y Guatemala ya se logró conferir al banano resistencia a la Cigatoca y a la enfermedad provocada por el hongo Fusarium,
raza 4. Esta modificación se vislumbra como una solución prometedora para el
sector bananero que hoy está en alerta por esta plaga que podría afectar
gravemente el cultivo en toda la región.
El investigador el M.Sc.
Alejandro Hernández Soto, de la Escuela de Biología del Instituto Tecnológico
de Costa Rica (ITCR) considera que esta es una oportunidad para mejorar
cultivos tropicales grandes como el banano, la piña o la palma para
conferirles resistencia a enfermedades y responder a las condiciones del cambio
climático. También para mejorar las características agronómicas de cultivos
locales que benefician a los pequeños y medianos agricultores y abren nichos de
mercado.
Para avanzar hacia la aplicación de esta
tecnología en la región los científicos y sectores productivos abogan para
lograr una regulación que permita liberar materiales mejorados mediante
la edición de genomas con menos controles que los que se aplican actualmente
para el caso de los materiales transgénicos, conocidos también como OGMs (Organismos Genéticamente Modificados) o OVMs (Organismos Vivos Modificados).
Martin Lema, Director de
Biotecnología del Ministerio de Agroindustria de la República Argentina,
destacó que en ese país ya existen 20 productos de edición de genomas
registrados y la mayor parte ha sido desarollado
por empresas biotecnológicas locales y pymes extranjeras.
Un tema en agenda
Para analizar los avances y retos de la adopción de
esta nueva tecnología en la región se realizó en la Universidad de Costa
Rica (UCR) un curso dirigido a científicos, reguladores y estudiantes con
especialidad en el campo de la biotecnología, con interés por aumentar el
acceso a la edición de genes para abordar temas de seguridad de alimentos,
agricultura sostenible y cambio climático.
La capacitación "Edición de Genomas en la
Agricultura: Acción para Políticas y Ciencias" se llevó acabo del 10 al 13
de diciembre de 2019 en la Escuela de Biología. La actividad fue organizada por
la Red de Ingeniería Genética aplicada al Mejoramiento de Cultivos Tropicales (RIGATrop), la Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell, con el apoyo de la Universidad de Costa Rica y el
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT).
En la actividad participaron representantes del
sector académico y estatal de países como Argentina, Honduras y Guatemala donde
ya han incorporado en sus esquemas regulatorios los productos logrados por
medio de la edición de genomas. También hubo representación de otros países
como Ecuador, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana y Panamá, los cuales
no tienen una regulación al respecto.
Durante el encuentro se analizaron las experiencias
de países como Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Canadá y Estados Unidos
donde los productos de la edición de genomas ya están regulados. Así mismo, se
habló del caso de Europa donde el Tribunal Europeo de Justicia decidió que
los organismos modificados con nuevas técnicas de edición de genomas deben ser
considerados transgénicos, y por lo tanto, están
sujetos a la regulación establecida.
La biotecnología se ha utilizado
durante las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI para el
mejoramiento de cultivos, por lo que una buena parte de la dieta de los humanos
hoy es producto de esta tecnología. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Uno de los principales aportes de la discusión fue
dilucidar qué se entiende por productos de la edición de genomas en
cada uno de los países y cómo estos conceptos definen el marco legal que se
aplique para regularlos. Al respecto, el Dr. Pedro Rocha Salvatierra,
director de Cooperación Técnica del Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA) señala que un gran reto está en cómo legislar algo
que se llama de formas tan diferentes como biotecnología de precisión, edición
de genomas, técnicas avanzadas de biología molecular, innovaciones para el
mejoramiento vegetal, etc.
Edición de genomas versus transgénicos
Para los sectores interesados en el avance de esta
tecnología, es vital establecer la diferencia entre los productos
generados mediante la edición de genomas y los organismos genéticamente
modificados (OGM) también conocidos como transgénicos, que han sido
cuestionados por una parte importante de la opinión pública y rechazados por
los consumidores en mercados grandes como la Unión Europea.
Sobre estas diferencias se refirió Matthew Willmann, director de CALS Plant Transformation Facility de la
Universidad de Cornell, quien ha trabajado con
plantas transgénicas y editadas genéticamente mediante Crisper/Cas9,
como arroz, maíz, avena, manzana y hemp industrial.
El experto se ha dedicado a capacitar a agricultores y reguladores alrededor
del mundo para aumentar la aceptación de la tecnología de edición de genomas en
la agricultura.
En pocas palabras, explicó que los transgénicos se obtienen
al insertar un gen de otro organismo en el ADN de la planta. En cambio, la
edición de genomas no involucra ADN exogeno
sino que se trata de modificar el ADN del organismo. Con la técnica Crisper/cas9 se puede hacer un corte preciso en el ADN para
reemplazar, editar o eliminar genes o segmentos específicos de un gen de una
manera controlada.
La diferencia determina el costo
Willmann
asegura que, si en la normativa los productos de edición de genomas se
diferencian de los transgénicos, el costo de producción cae significativamente.
Esto permitiría a cualquier país, que tenga la capacidad técnica, desarrollar
plantas mejoradas mediante la edición de genomas y comercializarlas como
cualquier otro cultivo logrado a través del mejoramiento convencional.
En caso contrario, si estos productos son
considerados como transgénicos, el costo de llevarlos al mercado aumenta, pues
se deben realizar las pruebas de seguridad y valoración del riesgo requeridas
por la regulación de cada país. Esto limitara el acceso a la tecnología y la
restringiría solo a las grandes multinacionales que tienen suficiente
financiamiento para pasar por todas las pruebas regulatorias, como ha sucedido
en el caso de los GMO, según detalló Willmann.
Asimismo, el biotecnólogo
Alejandro Hernández argumenta que si el producto final de la mejora por edición
de genomas es indistinguible de un producto de mejora convencional no debe
estar sujeto a regulación, es decir debería tratarse como un cultivo
convencional. Si bien puede detectarse la mutación no es posible saber el
origen, si fue natural, convencional o por edición de genomas.
Los biotecnólogos
Dr. Pedro Rocha (IICA), Dr. Andrés Gatica (UCR) y Dr. Alejandro Hernández (TEC)
resaltaron el potencial de las aplicaciones de la tecnología en el mejoramiento
genético de cultivos agrícolas. Junto a ellos aparece Pablo Orozco, miembro de
la Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell.
Los científicos costarricenses aseguran que
utilizando esta tecnología se podría ofrecer una alternativa más a las ya
existentes de mejoramiento genético para resolver problemas en los cultivos,
por ejemplo conferirle al banano resistencia a Fuzarium raza 4, crear un arroz resistente a salinidad y la
sequía, o mejorar el cacao para que tenga menor acumulación de cadmio. Sin
embargo, nada de esto es posible hasta que se tenga claridad en los conceptos y
se cuente con una regulación.
El Dr. Andrés Gatica Arias de la Escuela de
Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) dijo al respecto que "el país no
puede quedar atrás en cuanto al avance científico y tecnológico, no podemos
quedar rezagados, debemos avanzar día a día para poder desarrollar nuestros
propios productos de acuerdo a las demandas, tanto de los productores como de
los consumidores locales."
En el país el grupo de la UCR, encabezado por el
Dr. Gatica, denominado Red de Ingeniería Genética Aplicada al Mejoramiento de
Cultivos Tropicales (RIGATrop) es pionero en la
investigación aplicando esta nueva tecnología para la mejora de cultivos a
nivel de laboratorio. Sin embargo, en el país no existe aún una regulación
específica que permita registrar productos obtenidos por esta vía para que
puedan liberarse en el campo y eventualmente llegar al mercado.
¿Hacia donde va la
edición de genomas?
Costa Rica está adscrita al Protocolo de Cartagena
sobre la Seguridad de la Biotecnología y cuenta con regulación sobre los OVMs. Actualmente bajo esta regulación se cultiva en el
país semilla de algodón transgénico que se exporta a los Estados Unidos. También
se han liberado variedades de soya y piña genéticamente modificadas y se han
puesto a prueba variedades de banano, plátano, tiquisqe
y arroz.
El Departamento de Biotecnología del Servicio
Fitosanitario del Estado (SFE) es el ente encargado de recibir las
solicitudes de las empresas interesadas en registrar organismos biomodificados para uso agrícola. La Comisión Técnica
Nacional de Bioseguridad (CTNBio) ,
creada por la Ley de Protección Fitosanitaria, valora la documentación y los
riesgos para dictaminar si el material se libera o no en el país.
Al respecto, Marvin Arguetta
García, funcionario del Departamento de Biotecnología del SFE detalló que "en
este momento no hay un panorama claro sobre como
abordar esta tecnología pero si decidiéramos
considerarlos como organismos vivos modificados entrarían en la regulación de
transgénicos. Pero la idea no es esa, pensamos que algunos productos derivados
de esta tecnología no ameritan ser tratados como OVM y por tanto no deberían
pasar por este proceso engorroso de regulación pero
otros si».
Por lo tanto, según señaló el experto, como país
debemos definir una directriz o procedimiento para determinar o decidir si los
productos de la edición de genomas se consideran OVM o no los son. De esta
diferenciación dependerá el futuro de esta tecnología en Costa Rica y en
el resto del mundo.
Katzy
O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información