COLUMNISTAS
Página quince: Una revolución de los datos para
todos
Cuando el poder de la ciencia y la tecnología se centra en
los grandes desafíos, se pueden mejorar millones de vidas.
Michael Froman y Rajiv Shah. Hace 2 días
NUEVA YORK- En el último siglo, la ciencia ha revolucionado
la medicina y la agricultura, particularmente para los más pobres. Testimonio
de ello son el tratamiento del anquilostoma (o "gusano ganchudo") y la
revolución verde.
Mirando hacia el futuro, la ciencia de los datos tiene un
potencial incluso mayor de revolucionarlo todo, desde cómo tratamos las
enfermedades hasta el desarrollo de economías más inclusivas.
La historia nos muestra que cuando el poder de la ciencia y
la tecnología se centra en los grandes desafíos de la sociedad, se pueden
mejorar millones de vidas.
Pensemos en cualquier problema del mundo actual: los
incendios sin control que devastan Australia, la epidemia de opioides que asola
comunidades pobres en Estados Unidos, la peor crisis de refugiados del planeta
desde la segunda guerra mundial.
Para enfrentar estos y otros problemas, desde la pobreza y
la desigualdad hasta la conservación y el cambio climático, es necesaria la
aplicación responsable de datos y las conclusiones a las que estos pueden
llevar.
Rezago civil. Sin embargo, aunque ha habido grandes avances
en el ámbito de la ciencia de los datos en el sector privado, muchas
organizaciones ciudadanas y sociales se están quedando atrás.
Con un apoyo adecuado, podrían aprovechar el análisis de
datos para hacer avanzar y dar más velocidad a su trabajo, con lo que se
beneficiaría a más personas.
Justo el año pasado, nuestras dos organizaciones —Mastercard
y The Rockefeller Foundation— se comprometieron a ayudar a cerrar esta brecha.
Todas las organizaciones podrían alcanzar su pleno potencial si se adaptan al
impulso motor que representa la ciencia de los datos.
Afortunadamente, los innovadores de este campo ya están
haciendo parte de esta tarea. La organización de voluntarios DataKind, por
ejemplo, ha conectado asociaciones sin ánimo de lucro con científicos de datos
del sector privado para solucionar problemas que enfrenta la comunidad de
trabajadores de la salud comunitaria.
Community Solutions, organización no gubernamental presente
en más de 80 ciudades y condados estadounidenses, hace uso de la ciencia de los
datos para abordar la indigencia y la falta de techo. Y Benefits Data Trust,
organización nacional de beneficencia con sede en Filadelfia, aprovecha el
poder de la inteligencia artificial para ayudar a millones de familias
estadounidenses de bajos ingresos a acceder a los beneficios sociales a su
disposición.
Buen uso social. Los conocimientos derivados del estudio de
los datos también se han utilizado para ayudar a alcaldes de todo Estados
Unidos a diseñar estrategias de crecimiento económico inclusivo, así como para
que las autoridades de Gobierno en el continente africano predigan las
ubicaciones y las causas de embarazos de riesgo en comunidades rurales. Y, no
obstante, estas iniciativas son meramente un punto de partida, no el destino
final. Falta muchísimo más por hacer.
La transformación del papel de los datos para responder a
los grandes problemas sociales y económicos no es una tarea que pueda hacer una
persona u organización por sí sola. Tenemos que desarrollarla a partir de los
éxitos de quienes nos antecedieron.
En el 2002, un grupo de emprendedores sociales innovadores,
junto con activistas de la lucha contra la pobreza y el músico de rock y
filántropo irlandés Bono, lanzaron DATA.org, una iniciativa benéfica que
apuntaba a aliviar la deuda, combatir el sida y reducir las desigualdades del
comercio en África.
En lo que finalmente se convirtió en la Campaña ONE,
impulsaron el apoyo al alivio de la pobreza al centrarse en datos del mundo
real y al promover enfoques basados en la evidencia para conseguir el
desarrollo.
En esos momentos, estas iniciativas fueron pioneras en
reconocer el poder de los datos para dar respuesta a los grandes retos de la
sociedad. Colaborando con millones de activistas de todo el planeta, la
coalición que formó DATA.org facilitó la cancelación de $100.000 millones de
deuda externa de los países pobres, recaudó
$50.000 millones en contribuciones para la salud y la ayuda
para el desarrollo, y presionó para que se firmaran acuerdos comerciales que
ayudaron a millones de familias vulnerables.
Gran brecha. Pero, si bien los datos son ubicuos y las
oportunidades que ofrece la revolución de los datos son incluso mayores, no
todos están en posición de beneficiarse de ellos por igual. Una vez más,
necesitamos un esfuerzo atrevido para cerrar la brecha y asegurarnos de que los
más vulnerables no queden atrás.
Con ese desafío en mente y el apoyo de los fundadores
originales de DATA.org, The Rockefeller Foundation y Mastercard están relanzando
DATA.org para que sirva como plataforma para establecer relaciones de
colaboración que amplíen más todavía el impacto social de la ciencia de los
datos y asegurarnos de que las organizaciones ciudadanas y sin ánimo de lucro
estén bien posicionadas para aprovechar esta revolución.
Con el relanzamiento de la plataforma esperamos utilizar los
datos para tratar la falta de vivienda, mejorar el acceso a los beneficios
sociales y apoyar a los trabajadores de la salud en todo el mundo.
Aquellos que están en la primera línea de la lucha por
mejorar la salud pública, acabar con la pobreza y solucionar muchos otros
problemas tendrán un mejor acceso a científicos de datos que puedan ayudarles a
elevar al máximo su impacto.
Lo que es más importante, esto se hará de una manera que
acerque a más personas y organizaciones para producir un cambio social
positivo, al tiempo que se atiene a los principios de uso responsable de los
datos.
Ampliar el campo de la ciencia de los datos para que tenga
un impacto social es un esfuerzo global que debe ser compartido por todos.
Será necesaria la colaboración de los múltiples sectores
para asegurarnos de que los cerca de 2,5 quintillones de bytes de datos que se
producen cada día beneficien a la sociedad. Tal como DATA demostró el potencial
de las políticas basadas en la evidencia para el desarrollo hace 18 años, el
relanzamiento de la plataforma creará un nuevo impulso para hacer frente a los
mayores retos del mundo.
La revolución de los datos nos debe beneficiar a todos.
Juntos podemos hacer del 2020 el año en que las relaciones de colaboración
comenzaron a extender la promesa de una economía impulsada por datos a cada uno
y en todo lugar.
Michael Froman: representante de Comercio de EE. UU. durante
la administración del presidente Barack Obama, es vicepresidente y jefe de
crecimiento estratégico de Mastercard.
Rajiv Shah: es presidente de The Rockefeller Foundation. ©
Project Syndicate 1995-2020