Falta
de investigación científica en infertilidad agobia y desgasta a parejas
Se estima que entre el 10 y 15% de relaciones afectivas sufren esta
situación, donde existen más dudas que respuestas
Irene Rodríguez. 11 junio
Uno de los principales
problemas para atender la infertilidad es que la ciencia aún no tiene
respuestas para la mayoría de las preguntas. Imagen: Shutterstock
Vancouver, Canadá. "Cuando yo estaba en el colegio y
mi maestra nos impartía lecciones de educación sexual, siempre hablaba una y
otra vez del peligro de quedar embarazada y me hacía pensar que era muy fácil.
Nunca me imaginé que fuera tan difícil: pruebas de ovulación, análisis de
niveles de esperma, una dieta especial, mucho sexo unos días
aunque estemos cansados y no queramos, otros días sin sexo del todo para
‘descansar’ (aunque quisiéramos tener). Mi esposo y yo llevamos dos años en
esto y se ha vuelto agotador".
Este es el testimonio de Joseline Becker, de 28
años. Esta mujer, mitad albanesa, mitad canadiense, sufre por los misterios que
aun rodean la infertilidad. Ella, por ejemplo, no encaja en el perfil de las
personas que, según la ciencia, podrían sufrir esta condición: aún no llega a
los 30 años, su esposo tampoco, ninguno de los dos ha tenido infecciones de
transmisión sexual, ninguno fuma, el conteo de esperma de su esposo está normal
y ella no tiene endometriosis, ni ovarios poliquísticos
y su período menstrual es regular.
Un caso como el de esta pareja se convierte en un completo dolor de
cabeza para los especialistas, quienes concuerdan en que todavía falta
muchísima evidencia científica para entender la fertilidad humana, y con esto,
la infertilidad.
Este fue precisamente el tema de un panel en la conferencia Women Deliver, que tuvo lugar la
semana pasada en Vancouver, Canadá. Este evento reunió a los mejores exponentes
en investigación sobre diferentes temas ligados con la mujer y el género.
"La gran respuesta que aún recibe la ciencia para todas las preguntas
que surgen sobre la infertilidad sigue siendo un ‘no se sabe’. Es urgente que
hagamos investigación puntual y rigurosa", manifestó en el panel Ian Askew, quien es el director
del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
"Ni siquiera podemos decir con certeza cuántas parejas sufren de
problemas para lograr un embarazo. Se presume que es entre el 10% y el 15%,
pero estas son solo estimaciones, no se han hecho estudios que lo definan
específicamente", agregó.
¿Por qué no se tienen suficientes datos? Askew
considera que hay varias posibilidades. Una de ellas es que aún hay
discrepancias entre lo que sí se considera infertilidad y lo que simplemente se
considera una dificultad para engendrar.
¿Cuánto tiempo deben intentar las parejas tener hijos sin éxito para
clasificarse como infértiles? ¿Dos años?, ¿un año?, ¿seis meses? ¿Es la
infertilidad una enfermedad o una discapacidad? De nada de esto existe
consenso.
"Tampoco sabemos a ciencia cierta si hay mayor infertilidad después de
los 30 años, empíricamente podemos decir que sí, pero la evidencia científica
aún necesita de más peso", señaló el médico y toxicólogo Hashim Hounkpatin.
Al mar de dudas sin respuestas, las parejas se enfrentan a otra
situación y es que muchas personas no admiten que tienen un problema de
fertilidad, especialmente por todo el estigma y la carga social que esto
implica.
Becker aceptó conocer bien esta realidad: "es mucha la presión, ya en
nuestra boda nos estaban preguntando que cuándo pensábamos tener hijos.
Conforme comenzó a pasar el tiempo, las preguntas se hicieron más insistentes,
y eso te añade más inseguridad, más ansiedad y más tristeza".
Salud
reproductiva no solo es anticoncepción
Para Hounkpatin, cuando se habla de salud
sexual y reproductiva, el tema usualmente se enfoca en evitar infecciones de
transmisión sexual y embarazos, pero es poco lo que se habla cuando lo que más
bien se busca es concebir.
"Son dos duelos que se viven a la vez, el personal y el de pareja, es
común culpar al otro y al mismo tiempo sentirse culpable. Pero también es un
tema que he visto que desemboca en violencia doméstica y divorcio. Además, la
intimidad de la pareja se ve lesionada porque hasta otras personas se meten a
opinar. La lista (de inconvenientes) puede seguir y seguir", destacó el
toxicólogo.
Askew
piensa parecido. "Cuando se comenzó a hablar de que las parejas deberían tener
los hijos que quieren y por eso deberían darse acceso a anticonceptivos, las
políticas de salud no vieron tanto a esas parejas, a esas mujeres solteras que
quieren un embarazo y no lo consiguen. Pero para atenderlas bien, debemos
también tener mayor conocimiento, por eso requerimos investigación".
Por esto mismo, dijo que no solo se debe buscar cómo tratar la
infertilidad, sino también de cómo manejarla, porque para los afectados es
vital el apoyo psicológico y emocional
Mercadeo
y presiones sociales
Para la activista en salud de la mujer y especialista en medicina de
familia Sarojini Nadimpally,
otra situación que complica el panorama de las parejas que luchan contra la
infertilidad, son los servicios que últimamente han surgido para ofrecer
tratamientos a algunas personas que quieren tener un hijo (inseminaciones,
fertilización in vitro, etcétera). Sin embargo, estos no aseguran el éxito por
completo o son impagables para algunos, lo que incrementa la frustración.
"Si el mercado ve que llegas a los 35 años y no tienes hijos, te
comienzan a ofrecer todo tipo de soluciones, y todas ellas cuestan su dinero.
Son pocos los países que tienen tratamientos de fertilidad dentro de su oferta
pública de salud. Y esto representa otra carga emocional más", detalló la
activista.
"¿Por qué el mercado bombardea así, por qué no nos
dejan explorar otras opciones, como los vientres de alquiler, la adopción, el
hacerse cargo temporalmente de niños en hogares de acogida o el simplemente la
opción de no ser padres. Nadie es menos mujer por no embarazarse, ni
ninguna pareja es menos familia por no tener hijos", reflexionó Nadimpally.