España: Menos del 30% de los profesionales en el sector de la alta y
media-alta tecnología son mujeres
Por Europa Press
- 9 marzo, 2020
Madrid, 9
Mar. (EUROPA PRESS).- El 74% de la población ocupada
en sectores de alta y medio-alta tecnología (AyMAT)
en 2018 eran hombres, es decir, solo el 26% eran mujeres, un porcentaje que
apenas ha experimentado cambios a lo largo de la última década.
Así lo pone
de manifiesto ‘Mujeres e Innovación 2020’, primer informe que elabora el
Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación (OMCI) y que da inicio a una nueva
publicación periódica del Ministerio de Ciencia e Innovación de España.
«Esto es una
diferencia muy amplia que nos marca el camino a recorrer», ha valorado el
ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, durante la presentación del
informe este lunes en el Ministerio.
El ministro
ha destacado que, si la igualdad de hombres y mujeres es una «prioridad del
Gobierno», lo es más en el caso de la ciencia y la innovación. «No podemos
perder talento femenino, la mitad del total, bajo ninguna circunstancia», ha
instado el ministro.
Según datos
del INE, no obstante, hay equilibrio de género en los denominados Recursos
Humanos en Ciencia y Tecnología (RHCT), colectivo que incluye a todas aquellas
personas que, o bien desempeñan ocupaciones que requieren un alto nivel de
formación y capacitación, o bien cuentan con un alto nivel de formación
(técnicos, profesionales, científicos e intelectuales, técnicos y profesionales
de apoyo).
Así, los
RHCT, medidos en términos de ocupaciones, representaron un 30% de la población
ocupada femenina y un 25% de la población ocupada masculina entre 2011 y 2018,
aunque en el último año analizado, del total de RHCT ocupados, el 49% eran
hombres y el 51% mujeres.
Dentro de
estos grandes grupos ocupacionales, las ocupaciones donde la tasa de mujeres es
«significativamente mayor» a la de hombres son las de profesionales de
enfermería y partería, profesorado de enseñanza primaria y asistentes
administrativas especializadas. Por el contrario, la ocupación donde más se
concentran los hombres es la de agentes y representantes comerciales.
Dentro de
los RHCT se encuentran los que realizan actividades de I+D, que en 2017
superaron las 354.000 personas, con dedicación plena y parcial, y donde las
mujeres representaban el 41%. Se observa que a mayor
nivel de formación, menos presencia de mujeres hay y hay diferencias entre los
ámbitos empresarial, de enseñanza superior y de la Administración.
En concreto,
en el mundo de la empresa, el 32% de los auxiliares son mujeres, frente a un
28% de personal técnico y un 31% de personal investigador. En Enseñanza
Superior el 62% de auxiliares son mujeres, porcentaje que baja al 49% cuando se
trata de personal técnico y que disminuye al 42% en personal investigador. Por
el contrario, en la Administración Pública, sí son mayoría las mujeres: 55% de
auxiliares, 59% de personal técnico y 51% de personal investigador.
El informe
destaca, no obstante, que en términos globales, el
sector de las Tecnologías de la Comunicación y la Información y los Contenidos
(TICC) cuenta con más equilibrio de género que otros sectores considerados como
de alta y media-alta tecnología.
Dentro del
sector, las actividades con mayor representación de mujeres corresponden al
desarrollo de contenidos, siendo más baja la presencia de mujeres en
actividades de fabricación y de servicios.
Empresarias
y autónomas
Tal y como
recoge el informe del Ministerio, a lo largo de la década 2008-2018, una media
de un 6% del total de población ocupada declaró estar en situación profesional de
empresario o empresaria con personal asalariado. En esta situación, «las
diferencias por sexo en este porcentaje son estadísticamente significativas y
estructurales, al mantenerse a lo largo de toda la década».
Durante esos
años, la presencia femenina en la población que se declaró en situación
profesional de empresaria o que desempeñaba tareas de dirección empresarial
oscila entre el 31% (directivas) y el 36% (empresarias independientes y
autónomas) superando los hombres el 60% en ambas categorías.
Si bien,
llama la atención la caída progresiva experimentada por el porcentaje de
hombres en esta situación profesional que se registra especialmente a partir de
2012, en comparación con el mantenimiento de la tasa femenina.
Pese a esto,
España es el sexto país de la OCDE con mayor tasa de autoempleo femenino con
personal asalariado con respecto a la población femenina ocupada, por detrás de
Grecia, Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur e Italia. Además, la tasa de
autoempleo femenino sin personal asalariado está ligeramente por encima de la
tasa media de la OCDE, situándose al nivel de países como Canadá y Australia.
El informe
también desvela que el número total de empresas inscritas en el registro de
pymes innovadoras (a 7 de noviembre de 2019) era de 2.231. De ese total, el 86%
están legalmente representadas por hombres y el 14% por mujeres, según indica
el informe.
Además, en
2018, del total de población ocupada en tareas de dirección empresarial, el 69%
eran hombres frente al 31% de mujeres.
El documento
también recoge información procedente de entidades que financian proyectos y
programas de apoyo a la innovación, y que promueven la igualdad en el
emprendimiento y la innovación.
Así, en
términos generales, se aprecian «grandes brechas de género» en la asignación de
recursos públicos destinados a apoyar la innovación.
Con respecto
al empleo existente en las entidades financiadas por diversos tipos de ayudas
para el fomento de la innovación en empresas, observamos que la representación
de mujeres es «muy baja». Esta proporción mejora en el caso del empleo creado
en proyectos financiados por el CDTI, si bien se sitúa en un 30%.
También se
observan «grandes brechas de género» a favor de los hombres en las presidencias
y composición de juntas de gobierno del asociacionismo empresarial innovador
apoyado con financiación.
Asimismo, se
aprecia infrarrepresentación de mujeres investigadoras principales en la
solicitud de ayudas en convocatorias competitivas que financian proyectos de
investigación y desarrollo tecnológico en salud y las tasas de éxito de las
mujeres son ligeramente inferiores a las de los hombres, tanto en la
consecución de proyectos como en el volumen de financiación obtenido frente al
solicitado.
Y en el mismo
sentido, la cuantía de financiación asociada a proyectos liderados por hombres
es superior a la de los liderados por mujeres, tanto en el volumen solicitado
como en el obtenido.
En cuanto a
la tasa de participación de las mujeres en actividades formalizadas de
intercambio y transferencia de conocimiento, también se constata que es
globalmente inferior a la de los hombres, pero solo en las universidades
públicas, no en las privadas ni en el CSIC.
Durante su intervención, Duque ha hecho hincapié en la necesidad de fomentar la vocación en las mujeres en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas), de impulsar referentes femeninos en el ámbito técnico-científico y desarrollar medidas para fomentar un mayor equilibrio de género.