Boletín Nº 205 - enero 2020

Enfermeras: los cuidados, en el centro

En su año internacional, las organizaciones recuerdan que las profesionales de la enfermería y las matronas suponen la mitad del personal sanitario en muchos países y que en la próxima década harán falta nueve millones más. Analizamos los retos de un oficio lastrado por la escasez de recursos y las agresiones.

Laura Chaparro | | 07 enero 2020 08:00

Foto ilustrativa, una enfermera se con una mascarilla cubrebocas, mientra se pone unos guantes de latex.
2020 es el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona. / Adobe Stock

Cuidar es un arte muy poco valorado. Como los pintores incomprendidos, las enfermeras son profesionales poco reconocidas pero con un legado que permanece. En el caso de Natalia López-Casero fue su padre quien, viendo las habilidades de su hija, le sugirió que estudiara algo relacionado con los cuidados, por lo que decidió matricularse en enfermería. "Para mí cuidar es un arte porque integra técnica, intuición y sensibilidad", describe a SINC.

Hoy es enfermera de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital General La Mancha Centro en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Esta especialidad es una de las más duras a las que se enfrentan las profesionales, pues supone tratar y acompañar al paciente al final de sus días.

"La medicina no solo cura y restablece la salud. El cuidado de las personas con enfermedades avanzadas e incurables y en el proceso final de la vida requiere una visión global, integral y muy humanista, y esa es la esencia de la medicina paliativa", destaca López-Casero, que también es vocal de Enfermería de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL).

Precisamente esta atención a la persona como un todo con su entorno social y familiar, formando parte de un equipo multidisciplinar con médicos, psicólogos y trabajadores sociales, fue lo que le sedujo de los cuidados paliativos.

La falta de tiempo para atender a los pacientes y a sus familiares, junto a la coordinación con profesionales externos a la atención paliativa, son las mayores dificultades su trabajo. Algo parecido le ocurre a María Dolores Pérez Cárdenas, supervisora del Hospital de día Oncológico del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid. En su caso, el escaso tiempo frente a una cifra creciente de pacientes con cáncer complica su trabajo.

"La oncología ha aumentado en número de pacientes de una forma vertiginosa en un hospital pionero en tratamientos oncológicos y se trabaja con mucha presión asistencial", subraya a SINC. "Lo más difícil es no poder atender a los pacientes con el tiempo que se merecen", se lamenta.

Escasez de profesionales

Las enfermeras y las matronas conforman el 50 % de los profesionales de la salud en muchos países. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado 2020 como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona y recuerda que se trata de una profesión muy demandada.

Cascos recuerda que en España tenemos una ratio de cinco enfermeras por cada 1.000 habitantes -del sector público y privado, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)-, cuando la media de los países del entorno europeo es cercana a nueve, por lo que reclama más profesionales y que cuenten con los recursos necesarios.

"Se sigue invirtiendo poco desde los poderes públicos porque prima una visión cortoplacista que busca resultados inmediatos y no beneficios a medio y largo plazo en la prevención y salud de los ciudadanos", aduce. Por sexos, se trata de una profesión ampliamente feminizada. De los casi 300.000 profesionales de enfermería colegiados en España en 2016, más de 245.000 eran mujeres lo que supone un 84 %, según el INE.

Pero no solo la falta de personal y la escasez de tiempo son un problema para las profesionales: las agresiones por parte de determinados de pacientes y de sus familiares suponen una lacra que sigue sin erradicarse. Según el Informe de Agresiones a Profesionales del Sistema Nacional de Salud (2019) elaborado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y adelantado por Redacción Médica, en 2018 se notificaron 9.741 agresiones en toda España y el 30 % de estos malos tratos fueron dirigidos al personal de enfermería.

Algo está fallando

"Hablamos de agresiones físicas (golpes o empujones), psíquicas y verbales (amenazas, insultos de todo tipo, vejaciones...). Se producen, en muchas ocasiones, por la insatisfacción de pacientes y familiares motivada por problemas en el funcionamiento del servicio de salud", afirma Cascos.

Lo confirma la supervisora del Hospital de día Oncológico del Hospital 12 de Octubre. En su caso, aunque no ha soportado agresiones físicas, sí han sido verbales, con muchas faltas de respeto. "También he sufrido en muchas ocasiones voces y gritos", recuerda.

Según los datos del Observatorio del Consejo General de Enfermería, las agresiones al personal de enfermería rondan las 1.500 anuales y es una cifra que se ha mantenido en estable en los últimos años. Su presidente, Florentino Pérez Raya, advierte a SINC que no todos los casos son registrados ni denunciados, por lo que podríamos estar ante la punta del iceberg.

En cuanto a cómo actuar, Pérez Raya explica que existen protocolos en prácticamente todas las comunidades autónomas para prevenir agresiones y dar soporte a las profesionales que las sufren, que incluyen formación específica en prevención, incluidas sesiones de autodefensa en colaboración con la Policía Nacional.

La generación mejor preparada

Algo que diferencia a las enfermeras españolas de las de otros países es su formación. En España, con la llegada del Plan Bolonia por el que se creó el Espacio Europeo de Educación Superior, la enfermería dejó de ser una diplomatura de tres años y se convirtió en un grado de cuatro, equiparándola a las antiguas licenciaturas, que se redujeron de cinco a cuatro años. Además, concluido el grado, las estudiantes pueden acceder al máster y al doctorado.

Pero hay países europeos en los que no es necesaria titulación universitaria y se puede ejercer la profesión con estudios de FP, tras haber cursado 10 años de educación secundaria.

"Existe mucha heterogeneidad. Hay países donde las enfermeras son técnicos no universitarios, en otros su formación es de tres años universitarios y en otros, de cinco", compara Pérez Royo, quien sitúa a España como referente por tener el marco educativo más desarrollado y completo, puesto que en pocos países las enfermeras tienen acceso al máster y al doctorado.

Para empoderar a las enfermeras y dar a conocer lo que hacen, la OMS y el Consejo Internacional de Enfermería han puesto en marcha la campaña Nursing Now (Enfermería ahora en castellano) que persigue colocar a las enfermeras en el centro de los desafíos sanitarios del siglo XXI.

"En España contamos con la generación de enfermeras y enfermeros mejor formada de la historia, con grandes conocimientos y muchas ganas e ilusión por seguir avanzando e innovando para mejorar nuestro sistema sanitario y la atención y cuidados a los ciudadanos", resalta Cascos. Para que los cuidados se sitúen en el centro.