Boletín Nº 203 - noviembre 2019

Estudio de contaminantes en suelos busca acciones tempranas para proteger acuíferos

·         Investigación del Programa de Reinserción de Investigadores del CONICIT

·         El Dr. Masís realizó un posgrado en ciencia de suelos en la Universidad de Aarhus, Dinamarca.

Por su parte la agroindustria emplea el suelo como sumidero para verter aguas residuales especiales cuando estas poseen altas cargas orgánicas que imposibilitan su vertido en los cuerpos de agua superficial. En el país existe un vacío técnico y legal que prevenga, mida y cuantifique la calidad del agua del suelo que posteriormente se transporta desde el subsuelo hasta los cuerpos de agua superficial y hacia los acuíferos.

En suelos urbanos ocurre que los drenajes sépticos son diseñados con el fin de verter agua residual doméstica en el subsuelo, y no con el fin de remediar las potenciales sustancias contaminantes. Por ejemplo, los nitratos, los fármacos y las hormonas, estos últimos empleados en la salud y el cuidado personal. Es importante señalar que aproximadamente el 75% de los costarricenses están conectados a sistemas sépticos para el tratamiento del agua residual, por lo cual este tema es de especial relevancia.

Ante esta situación el Dr. Federico Masís, con el apoyo del Programa de Reinserción de Investigadores del CONICIT, está investigando en la actualidad la lixiviación de contaminantes en los suelos agrícolas y urbanos de la zona de protección de la naciente la Misión en Tierra Blanca y de Cartago.  El Dr. Masís junto con los investigadores Ing. Diana Zambrano, Máster Aura Ledezma, Lic. Ricardo Ulate, Ing. Andrey Caballero buscan describir el proceso de transporte y destino de nitratos y micro contaminantes orgánicos en un suelo agrícola y un suelo urbano en esta zona de Cartago. Los investigadores buscan contribuir con la generación de posibles soluciones al diseño de drenajes y las prácticas agrícolas con el fin de prevenir la contaminación de los suelos, de acuerdo con los hallazgos de su investigación.

Según lo que establece la norma nacional de calidad de agua y la Organización Mundial de la Salud (OMS), una concentración de nitratos, superior a los 50 mg/L en una naciente o pozo, inhabilita su uso para consumo humano, lo que provoca más escasez de este recurso, es por esto que el Centro de Investigación y de Servicios Químicos y Microbiológicos (CEQIATEC) del Instituto Tecnológico de Costa Rica, trabaja en el monitoreo permanente, haciendo uso de estaciones experimentales, muestreos pasivos y el clásico muestreo puntual de las aguas para su análisis posterior en el laboratorio.

"Por ejemplo, coloides en el agua del suelo como pequeñas fracciones de materia orgánica y también la arcilla sirven como vehículos que adsorben fuertemente los contaminantes y viajan a velocidades distintas a las del agua, de esta manera la contaminación puede avanzar hasta otras capas del suelo, pero no solamente las sustancias solubles pueden contribuir al transporte de contaminantes sino también agentes infecciosos como los patógenos coadyuvan a la propagación de la contaminación" agrega el experto.

El transporte de un contaminante depende de varias cosas, en primer lugar, de la naturaleza química del contaminante, de la física e hidrología del suelo y también de condiciones meteorológicas, como por ejemplo la evapotranspiración y la lluvia, puesto que el agua representa el principal vehículo en el cual se transportan las sustancias.

El Dr. Masís estima que "considerar que algunos elementos se transportan igual que el agua es un error que se comete frecuentemente, pero es necesario entrar en más detalles, no solamente conociendo como se transporta el agua es como se entiende el transporte de un contaminante, entonces para poder hacer la predicción, o sea modelar cuanto tiempo va a tardar un contaminante en desplazarse, se debe conocer la composición del suelo y su estructura, conocer la naturaleza química de la sustancia y su interacción con el suelo, además de contar con sensores electrónicos que permitan obtener datos en tiempo real, necesarios para poder hacer la estimación".

Para realizar el análisis tanto en el campo como en el laboratorio, el investigador utiliza tecnología de clase mundial que le permite recolectar datos de la manera más fidedigna posible. Incluso cuenta con equipos diseñados y construidos por el grupo de estudiantes que le acompañan en el proyecto, provenientes de distintas ingenierías del TEC.

El Dr Masís está convencido de que siempre hay que ir más allá, "es difícil contar con toda la información que requiere la investigación, ya que quienes aplican agroquímicos en el suelo o vierten aguas residuales no están dispuestos a compartir la información sobre que sustancias están aplicando. Por esta razón, debemos buscar otros mecanismos para encontrar dichas sustancias en el ambiente, como por ejemplo la utilización de concentradores en el campo y de tecnología de masas para la cuantificación en el laboratorio de las sustancias presentes", agregó el experto.

Como parte de la investigación para el estudio de suelos urbanos, en el campus del tecnológico se ha desarrollado un sistema que transporta aguas residuales domésticas y simula el funcionamiento de tres drenajes sépticos construidos con diferentes especificaciones, uno según la guía del código constructivo y otros con diferente granulometría y materiales. Estos sistemas permiten simular lo que pasaría en una casa y permiten evaluar lo que ocurre con respecto a los diferentes contaminantes que se liberan por medio del tanque séptico convencional.

"Generalmente el tanque séptico, se dice que no funciona, pero nadie lo ha evaluado con tanto detalle o a tratado de cambiar el enfoque de disposición de aguas residuales en el subsuelo hacia un enfoque de remediación de aguas previo a su disposición. Es necesario investigar lo que ocurre con el nitrato que se libera al ambiente; este es, hasta donde conozco, el primer proyecto en que se evalúa la concentración de nitrato, amonio, nitrito y de micro contaminantes en drenajes sépticos", comentó el experto.

Se espera que esta investigación aportará información relevante para la toma de decisiones con respecto a la calidad del agua que se infiltra en el subsuelo ya que podría ser que ciertas sustancias que en este momento no estén generando impacto, lo hagan por ejemplo en diez años o más. Igualmente, los contaminantes que en este momento no están siendo problema podrían ser un problema y afectar esa capacidad de regeneración de los ecosistemas a futuro, sobre todo porque la concentración afecta mucho la capacidad de bioremediación de los suelos.

El estudio representa una oportunidad para tomar acciones tempranas para la protección de los acuíferos y cuerpos de agua en general, incluso de la salud pública, debido a que establece, dentro los primeros dos metros de profundidad del suelo, el límite de alerta temprana sobre el transporte de posibles contaminantes en el suelo.

Proyecto colaborativo

Este proyecto de investigación iniciado en mayo del 2018, ha incluido estudiantes de diferentes especialidades dentro de los que destacan al menos cuatro estudiantes de licenciatura en Ingeniería Ambiental, además de estudiantes de Ingeniería Electrónica, Computadores y Mantenimiento Industrial. Ellos han contribuido a la programación de códigos, diseño de circuitos, recopilación y procesamiento de información, diseño y construcción de sensores y del sistema de bombeo y recolección de muestras. Igualmente, se cuenta con la colaboración de profesionales como la profesora Diana Zambrano Piamba especialista en Ingeniería Sanitaria, el Ingeniero Ambiental Andrey Caballero Chavarría y el Químico Ricardo Ulate Molina. Se contó también con la colaboración de la coordinadora del CEQIATEC, Noemy Quirós Bustos.