Boletín Nº 194 - febrero 2019

Ante ausencia de pasos de fauna silvestre:

Decenas de animales mueren al día al cruzar la calle

Roger Bolaños
Estudiante de Periodismo. Universidad de Costa Rica
bolaosvargas@gmail.com

Pomareda  fue miembro del Comité Científico de la Comisión Vías y Vida Silvestre, este grupo en su momento contaba con especialistas en biología y conservación de instituciones como el Centro de Rescate Las Pumas, Panthera Costa Rica, Universidad Latina, el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), la Universidad Nacional (UNA), el Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre (ICOMVIS), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad de Costa Rica (UCR).

Para abril de 2016, Costa Rica era el país de Centroamérica "con la red vial más extensa y de mayor densidad con una extensión de aproximadamente 35820 kilómetros" sin embargo, solamente se llevaron a cabo investigaciones sobre el impacto de las carreteras en la vida silvestre en el 1,3% del total de carreteras a nivel nacional, esto de acuerdo con el estudio realizado por Alejandra Robleto, de la Universidad Latina.

Múltiples soluciones, pero no todas factibles

Los pasos de fauna son estructuras que se construyen de manera perpendicular a la carretera para permitir que el animal pase de un lado al otro sin correr peligro de ser atropellados. Además, estos pasos permiten unir secciones de bosque que se ven divididas por la construcción de carreteras.

Existen tanto pasos de fauna subterráneos (alcantarillas tanto redondas como cuadradas de diferentes tamaños), superiores (puentes que conectan el bosque por encima de la carretera) o arborícolas (construcciones entre los árboles).

Según el Ingeniero Jesús Zamora de la Secretaría de Planificación Sectorial del MOPT "La elaboración de los pasos de fauna se incorpora entre las actividades que deben ejecutar la empresa adjudicada para la construcción de la carretera, por lo que forma parte de las responsabilidades al poner en servicio la obra civil".

En 2014 la Fundación Costa Rica Wild Life en coordinación con ProGAS y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas investigó en la ruta 2 del Cerro de la Muerte debido a un creciente atropello de dantas.

Según Esteban Brenes, fundador y director de ciencia y conservación de la fundación, en 2017 basado en las recomendaciones de la investigación se colocaron señales de prevención y se detallaron los puntos críticos, además se hizo un protocolo de respuesta para los atropellos. En la ruta 2 el terreno no era propicio para elaborar pasos de fauna, por lo que optaron por la educación como solución alternativa.

"En los atropellos hay tres componentes, la carretera, el humano y el animal cruzando. Uno no puede educar a las dantas entonces decidimos apostar a educar al humano" asegura Brenes.

La carretera donde habita Julia cuenta con diversos pasos de fauna y alcantarillas grandes, una alcantarilla. En principio no existía registro que Julia estuviera utilizando la alcantarilla, pues era extraño a su entorno, por lo que se trató de enseñarle cómo utilizarla mediante la utilización de feromonas.

Sin embargo no es un proceso fácil, cada especie toma un tiempo de adaptación diferente. Según Marta Elena Venegas, bióloga tropical en Las Pumas, "hay que aclarar que hay un periodo de adaptación de entre unos pocos meses hasta 4 años". En el caso de Julia, pasaron seis meses desde que se empezaron a utilizar feromonas hasta que empezó a cruzar la alcantarilla. "Cada especie utiliza las estructuras de manera diferente" menciona Venegas.