Boletín
Nº 189 - agosto 2018
Dra.
Maricruz Saborío González:
De pequeña científica hacía su plastilina, ahora
hace pruebas con hidrógeno
Silvia Arias Alvarado
Periodista CONICIT
sarias@conicit.go.cr
De piel morena, no muy alta, de rápido hablar, inquieta y
todavía con algún rasgo de acento catalán, conocimos a la Dra. Maricruz
Saborío González, quien, obtuvo recientemente, con el apoyo del Fondo de
Incentivos, su doctorado en Energía en la Universidad Politécnica de
Cataluña.
Con un amplio y actualizado nivel de conocimiento en
materia de recursos energéticos renovables, el pasado 3 de agosto la Dra.
Saborío participó como expositora en el simposio "El hidrógeno como fuente
alterna de energía para el transporte:
Una perspectiva desde la ciencia" organizado recientemente por el
CONICIT.
En una entrevista sostenida con la científica, se
describió estudiosa, aplicada, hiperactiva, poco materialista y hasta un poco
nerviosa. Ella nos cuenta sobre su vida y su amor por las ciencias.
CONICIT: - ¿Cómo era usted de pequeña,
recuerda si ya tenía afinidad por las ciencias?
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Dra. Maricruz Saborío.
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-Dra. Maricruz
Saborío: -De pequeña y diría que siempre he sido muy estudiosa. Mis padres
nunca me tuvieron que forzar a estudiar. Recuerdo que la profesora de ciencias de cuarto grado Patricia
Corrales, les dijo a mis padres: -a esa chiquita la deberían de matricular en
un colegio científico, porque le encanta la ciencia.
Para mí las ciencias eran un juego más, en lugar de pedir
plastilina, le pedía a mami harina y la revolvía con agua y aceite, abría las
baterías de los juguetes, era muy curiosa e hiperactiva. Siempre trataba de
explicarme el porqué de las cosas.
En ese momento, mis padres me sugirieron el ir a un Colegio
Vocacional, de forma que pudiese tener independencia económica pronto y
continuara mis estudios Universitarios. Es así que tal como lo hizo mi hermano
Mauricio que ingresé al VOCA.
CONICIT: - ¿Qué pasa
cuando ya decide ir a la Universidad?
-Dra. Maricruz
Saborío: Cuando hice el examen de admisión iba muy nerviosa porque todos
mis amigos habían llevado cursos para hacerlo y yo no, sólo leí un folletito
que nos dieron. La nota final del examen
fue bastante alta y tenía oportunidad para entrar a estudiar medicina. Mi padre
quería que estudiara esa carrera porque decía tenía calidez para con la gente y
pues qué mejor para con las personas enfermas, pero siempre le insistí que lo
mío eran las ciencias.
Mi padre había trabajado en el Centro de Investigación en
Estructuras Microscópicas (CIEMIC) y había sido años atrás jefe administrativo
de la Escuela de Química de la Universidad de Costa Rica (UCR) y cuando yo lo
iba a visitar al trabajo de pequeña, me sorprendía con los microscopios y los
laboratorios y yo deseaba ponerme los guantes y ver cosas.
A la hora de decidirme por una carrera lo tenía muy claro,
-yo quería ser química- así que puse como primera opción química y como segunda
medicina, fui aceptada en química. En el
primer año fue muy difícil debido a que yo estaba rodeada de estudiantes de
colegios científicos que llevan una base muy sólida, entonces fue muy duro y
debía nivelarme.
Para mí la Universidad de Costa Rica fue formadora tanto
profesionalmente como en hábitos que me han ayudado hasta el día de hoy.
CONICIT: --¿Qué
sucede cuando se gradúa de la Universidad?
-Dra. Maricruz
Saborío: Bueno, yo desde el 2006 empecé a trabajar en los laboratorios
medio tiempo y con la Dra. Grettel Valle Bourrouet trabajé el tema de energías, en reformado
catalítico. Con el Dr. Julio Mata realicé una práctica que me dio pie para
entrar a trabajar en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Yo siempre he trabajado o estudiado o ambas en paralelo,
creo que Dios me ama mucho porque las cosas siempre han fluido muy bien.
En el año 2010 empecé en el ICE y
trabajé fuertemente y en el tema de hidrógeno empecé a coordinar algunas cosas.
En el 2014 sentía que me hacía falta desarrollarme más en mi área de ciencia
básica y me jefe me comprendió mi necesidad de hacer ciencia.
La doctora Saborío realizó una Maestría
en Ingeniería de las Energías Alternativas y Doctorado en Polímeros y
Biopolímeros dentro del ámbito de energías renovables basado en materiales
orgánicos.
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CONICIT: --¿Cómo
inicia el proceso para su posgrado en Barcelona?
-Dra. Maricruz
Saborío: Yo había revisado varios artículos científicos sobre el
hidrógeno y tenía como referente a Jordi Llorca Pique y a otros
posibles profesores que podrían dirigirme en temas como el hidrógeno y
energías en general, entonces empecé a contactarles. Barcelona me gustó por el idioma (ya que no
tenía buen nivel de inglés, el idioma en su momento lo sentí como limitante)
y su cultura, muy diferente con respecto al resto de España.
Finalmente, a través de otro de los profesores contactados
fui remitida a un colega el cual tenía un excelente grupo de trabajo (IMEM,
Barcelona Tech) quien me recibió allá y me
aceptaron.
CONICIT: - Ahora
que ha regresado al país, ¿qué piensa sobre el desarrollo del hidrógeno como
fuente alterna de energía en nuestro país?
-Dra. Maricruz
Saborío: En lo que se refiere al hidrógeno, creo que la tecnología está
en proceso emergente, creo que este es uno de los factores más importantes a
destacar, existen tecnologías más maduras.
Sin embargo, hay países desarrollados como Alemania, Japón, Estados
Unidos específicamente en California, que están apostando a las tecnologías
de hidrógeno, pero son países que tienen un alto grado de desarrollo
económico y tienen subvenciones altas en materia de investigación y pueden
hacer investigación básica.
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Para Costa Rica se debe de contextualizar la tecnología, veo
factible el uso de hidrógeno producto de corrientes residuales de industrias,
por ejemplo, la industria del cloro, sin embargo, existen otras tecnologías
alternativas, que le pueden dar solución a corto plazo a necesidades país. Creo
que se debe hacer una pre factibilidad económica y técnica de la tecnología
porque el riesgo en el manejo del hidrógeno es muy alto y por ende su manejo y
seguridad es muy importante. La ventaja del hidrógeno es que tiene tres veces
más el poder calorífico por kilogramo respecto a los otros combustibles
(fósiles), un amplio rango de flamabilidad, otros.
Sin embargo destaco también un sinnúmero de
desventajas que van más allá del propio hidrógeno, por mencionar el tema de la
disposición de los desechos de catalizadores de metales pesados, membranas
poliméricas de intercambio protónico como el NAFION or
el ZIRFON, las cuales deberán ser resueltas una vez la vida útil de las
tecnologías acabe.
CONICIT: - Además de
que es beneficioso para el ambiente...
-Dra. Maricruz
Saborío: Bueno, esto depende de qué fuente lo estamos tomando, si es un
proceso de reformado, si procede del reformado de gas natural, siempre hay
liberación de CO2 en el proceso.
Entonces, tenemos que tener claro que el hidrógeno hay que
tratarlo con cautela, contextualizarlo y realizar todos los números. Ya sabemos
que los procesos de producción tienen eficiencias bajas. Sin embargo, en
soluciones específicas como por ejemplo un "back up" en islas, donde las líneas
de transmisión no llegan, puede ser una posible solución.
La tecnología tiene que bajar el costo hasta aproximadamente
3.500 dólares el kilowatt para ser
factible en lo que se refiere a celdas de combustible como "back up", y ahora
está por entre de 10.000 y 12000 dólares el kilowatt.
CONICIT: - Doctora,
con respecto al posgrado y al apoyo que te dio el Fondo de Incentivos, ¿cuál es
su valoración?
-Dra. Maricruz
Saborío: Yo creo que todas las personas deberíamos de tener una experiencia
como esta. A mí me hizo crecer muchísimo más que profesionalmente, como
persona, hasta aprendí hablar fluido inglés, en Barcelona sí, aunque no lo
parezca, porque llevé muchos cursos de ingeniería de las energías y todos eran
en inglés, interactué con mis compañeros del Doctorado la mayoría de fuera y
compañeras de piso, con quiénes sólo lograba comunicarme en este idioma y
finalmente una tesis doctoral en Barcelona defendida en inglés.
Realmente para mí ha sido un cambio importante, un medio por
el cual vencí mis miedos (por ejemplo, al idioma inglés) e insto a todas las
personas que deseen hacer un posgrado a que no duden en su decisión. El CONICIT estuvo siempre girándome lo que yo
necesitaba para mi manutención. Aquí si quisiera señalar que la contrapartida
relacionada con las universidades externas debe de ser controlada rigurosamente
y el estudiante debe exigir lo que le prometen.
CONICIT: - Con
respecto a su trabajo en la Comisión de Hidrógeno del ICE, ¿Qué nos puede
contar?
-Dra. Maricruz
Saborío: Para mí es un gran reto porque el tema es muy controversial. Mi
especialización en Barcelona fue en almacenamiento energético, en capacitores,
no en hidrógeno. Ahora debo retomar todos mis conocimientos de años anteriores,
debo desoxidarme y seguir actualizándome. (sonríe)
Este es un asunto que hay que manejar con mucha cautela en
la toma de decisiones país y yo digo que, por más Directriz que exista, hay que
saber que la tecnología no es la misma en California, US; ni en Japón, que en
Costa Rica.
CONICIT: - Qué viene
a futuro, ¿hay planes de seguir investigando?
-Dra. Maricruz
Saborío: Si, definitivamente. Mi idea es hacer un posdoctorado y sí también
formar una familia, porque el Doctorado también me concedió un regalo
adicional. Yo me realizo en el laboratorio. Tengo la bendición la parte de
negociación no me es difícil, pero yo encuentro la paz, el control, al frente
de un instrumento de laboratorio y pensando que hacer más. Yo en Barcelona
trabajaba doce horas en el laboratorio y llegaba a casa a seguir estudiando, y no
me cansaba. No me canso. De ahí el resultado de una tesis galardonada con Cum
Laude y 8 artículos resultado de dicho esfuerzo. Y todo sólo gracias a la
fortaleza que Dios y mi familia me brindaron.