Boletín Nº 182 - Enero 2018
19/01/18
Chile: con bacterias eliminan todo
el arsénico del agua
Los
investigadores en pleno trabajo de campo. Crédito de la imagen: Víctor Campos
para SciDev.Net.
De un vistazo
Bacterias usadas resisten el
arsénico y lo transforman mediante proceso de oxidación
Cristales de calcita resultante
pueden usarse como materia prima en otras industrias
En el mundo, 140 millones en 50
países consumen agua contaminada con arsénico
Por: Paula Leighton
[SANTIAGO] En pruebas
de laboratorio, investigadores chilenos lograron eliminar 100 por ciento del
arsénico de aguas con una alta concentración de este compuesto altamente
tóxico, utilizando bacterias que lo remueven y decantan, generando además un
producto de valor comercial.
En la investigación,
financiada con fondos estatales, expertos del Departamento de Microbiología de
la Universidad de Concepción aislaron bacterias de la cepa Pseudomonas sp. en el río Loa, un curso de agua del
norte de Chile que presenta una concentración de entre 800 a 1.200 μg/L (microgramos
por litro) de arsénico. Es decir, alrededor de cien veces los 10 μg/L recomendados
por la OMS para el consumo humano.
Las Pseudomonas sp., son una
especie de bacteria calcificante, que resiste el
arsénico y lo transforma a través de un proceso de oxidación. Los
investigadores aprovecharon estas propiedades para crear un estanque o
biorreactor donde las Pseudomonas sp. quedan
inmovilizadas en un soporte inerte.
"Es un avance muy novedoso e importante
para el país, en especial si logran resolver cómo eliminar el arsénico
removido".
Juan Asenjo, Centro de Biotecnología y
Bioingeniería
Al entrar el agua contaminada, las bacterias transforman el arsenito As(III)
en arseniato o As(V). Al mismo tiempo, las bacterias hidrolizan urea, lo que
cambia el pH en el reactor, haciendo que el carbonato de calcio —un compuesto
naturalmente presente en el agua— se transforme en calcita. Este biomineral luego absorbe el arseniato del agua y precipita
como cristales de calcita, describe Víctor Campos, autor principal del estudio,
de próxima publicación.
Como resultado, el
agua sale limpia y los cristales de calcita pueden comercializarse como
pesticida, abono agrícola o materia prima para otras industrias.
El equipo
investigador, integrado además por la doctora en microbiología Carla León, el
doctorando Cristián Valenzuela y la profesora emérita María Angélica Mondaca, ahora postulan a un financiamiento estatal equivalente a US$247.000 para
finalizar la construcción del reactor a escala piloto y evaluar los parámetros
operacionales.
El reactor funcionaría
como un sistema de decantación que no requiere grandes bombas para impulsar el
agua, dice Campos.
El experto añade que
apuntan a utilizarlo en ríos contaminados que surten de agua a comunidades indígenas del norte de Chile, "pero debiese funcionar
bien en cualquier tipo de afluente natural con arsénico".
El arsénico está
presente en forma natural en aguas superficiales del norte de Chile y algunas
áreas de la zona central. Pero, desde los años 70 se han establecido plantas de
remoción que han permitido alcanzar los niveles establecidos por la OMS en
zonas urbanas. Sin embargo, aún quedan pequeños poblados
apartados, especialmente indígenas,
cuyos habitantes siguen tomando agua con arsénico directamente de cursos superficiales o pozos
contaminados.
Según la OMS, al menos
140 millones de personas en 50 países consumen agua con concentraciones de
arsénico superiores a lo recomendado, incluyendo a 4 millones de habitantes de
Argentina, Bolivia, Chile, El Salvador, México, Nicaragua y Perú.
Campos destaca algunas
ventajas del tratamiento biológico sobre otros sistemas: "Los mecanismos
químicos son más caros, requieren capacitar personal y tienen el riesgo de
filtrar al ambiente acuático compuestos que se vuelvan tóxicos".
La osmosis inversa, en
tanto, "es un sistema más caro y difícil de implementar en una comunidad
alejada o pequeña que obtiene agua directamente de ríos o napas contaminadas".
Juan Asenjo, director
del Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB),
donde se investigan bacterias extremófilas —es decir
que viven en condiciones extremas— del
Altiplano para acumular, remover y disponer del arsénico en la minería del
cobre, destaca que el sistema desarrollado por Campos y su equipo "es un avance
muy novedoso e importante para el país, en especial si logran resolver cómo
eliminar el arsénico removido", aludiendo al gran desafío que representa
deshacerse de este elemento.
Los resultados de la
primera parte del estudio de la Universidad de Concepción debieran publicarse
este mes en la revista PLoS One.
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