Boletín Nº 179 - Octubre
2017
Medicina de precisión y las
enfermedades mentales
Por Carmen Báez
Ciudad
de México. 26 de octubre de 2017
(Agencia Informativa Conacyt).- En el año 2000, se anunció públicamente la terminación
del primer borrador de la secuencia del genoma de un ser humano, a partir de
entonces los avances en el conocimiento de la genética han permitido comprender
la biología de diversas enfermedades y, por consiguiente, esto ha revolucionado
su diagnóstico y tratamiento.
Hoy el desarrollo de la medicina personalizada o de precisión plantea
seleccionar los tratamientos que tienen más probabilidades de ayudar a los
pacientes a enfrentar su patología, a partir de su información genética, tal es
el caso de las enfermedades mentales.
De acuerdo con
Patricia Ostrosky, directora del Instituto de
Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), en la medicina tradicional se trata al paciente, se le realiza un
diagnóstico y, a partir de ello, se selecciona un fármaco para su tratamiento,
si este no sirve se cambia la dosis o bien, el fármaco; mientras que la
medicina personalizada trata de ver cuál es el fármaco ideal para cada
paciente.
"Los avances en el conocimiento
del genoma humano nos permiten determinar las variaciones genéticas de los
individuos y cuál es el medicamento óptimo para cada paciente. Solo 35 y 45
por ciento de los pacientes responden a los antipsicóticos y antidepresivos
(...) Un 50 por ciento no responde de manera adecuada. Si podemos determinar
el tipo de metabolizador del individuo, lograremos
tratamientos más efectivos y con menos enfermos adversos", subrayó.
En este contexto, la gran
búsqueda en el ámbito de la psiquiatría han sido biomarcadores
que puedan predecir respuestas clínicas, esto de acuerdo con el doctor
Humberto Nicolini, investigador del Instituto
Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), quien
subrayó que en los últimos años ha habido un gran avance en el tratamiento de
la enfermedad mental.
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Dra. Patricia Ostrosky.
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"Con el uso de
instrumentos como la neuroimagen, la farmacogenómica, por ejemplo, estamos en la etapa de
predecir la respuesta al tratamiento. La manera en cómo interrogamos sobre la
enfermedad mental ha sido un avance enorme en la práctica de la salud mental,
que ayuda a empatar la investigación con la clínica. Tenemos información de la epigenómica, proteómica, metabolómica, epigenética, microbioma", expresó.
La medicina genómica
representa un reto en el diagnóstico: el especialista dijo que en la actualidad
se han identificado 108 genes relacionados con la esquizofrenia, "cada uno de
estos genes explica alrededor de uno por ciento de la varianza de la
enfermedad. Hacer el diagnóstico de la esquizofrenia se vuelve complejo desde
el punto de vista biológico".
Aunque la genética
influye en los trastornos mentales, los especialistas no dejan de lado los
factores sociales y culturales a los que el individuo está expuesto y que
contribuyen a la vulnerabilidad de la enfermedad. "Si una persona tuvo maltrato
infantil y es portador del genotipo de la variante larga del transportador de
serotonina, tiene tres veces más posibilidad de tener depresión", explicó
Humberto Nicolini.
Problemas mentales y
sociedad
De acuerdo con la doctora María Elena
Medina-Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente
Muñiz (INPRFM), la enfermedad mental es una patología crónica que ocurre de
forma temprana en la vida del individuo y lo acompaña toda su vida, "no se
muere por esa enfermedad sino con la enfermedad", y aún en día sigue siendo
estigmatizada.
María Elena Medina Mora.
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"La depresión, por
ejemplo, es la enfermedad más discapacitante, pero
nadie puede decir, ‘no vine a trabajar porque estoy deprimido’. Esta falta de
comprensión de la enfermedad hace que tengamos más problemas sociales (...) El
ser pobre, la desigualdad, la migración, son factores que aumentan la carga y
el peso de la enfermedad, y hacen que tengamos mayor discapacidad", expresó.
A decir de María
Elena Medina-Mora, especialista en salud mental, mientras que años anteriores
los trastornos de conducta eran frecuentes en los hombres y los trastornos
del afecto y ansiedad en las mujeres adultas, en la actualidad son los
jóvenes los más vulnerables.
"Vemos que las mujeres adolescentes tienen
problemas de conducta y los hombres (también adolescentes) se incorporan a
los trastornos de la alimentación. Los jóvenes se enferman más que los
adultos
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y sabemos que el
suicidio está incrementando, los 15 años es el factor (...) de mayor riesgo.
Hay una interacción con factores biológicos para que este riesgo incremente",
expresó la investigadora miembro de El Colegio Nacional.
En este contexto, la
especialista dijo que los grandes retos de la medicina de precisión es poder
reducir la brecha de atención y aplicar este conocimiento en las comunidades.
Las reacciones
expuestas anteriormente fueron parte de la conferencia Cerebro, conducta y
sociedad, en el Segundo Encuentro Libertad por el Saber, Tiempos de
Revoluciones, que organizó El Colegio Nacional (Colnal).