Boletín Nº 186 - Mayo
2018
25/05/18
Brasil: Corales invasivos amenazan
pesca comercial
Crédito de la imagen: Cifonauta/CEBIMar
De un vistazo
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Corales
sol llegaron a costas de Brasil en los 80 y se diseminaron por 3.800 km
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Crecen
tres veces más rápido que corales nativos por su gran capacidad de autorregeneración
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Su
diseminación amenaza diversidad local y regional de otras especies marinas
Por: Rodrigo de Oliveira
Andrade
[SÃO PAULO] La capacidad de regenerarse a partir de
fragmentos diminutos que posee un coral invasor le ha permitido propagarse a lo
largo de la costa atlántica de Brasil (3.800 Km), amenazando los suministros
comerciales de pescado, según un reciente estudio.
Se trata de dos especies del coral sol que estaban
circunscritas al Océano Pacífico. Su rápida expansión en la costa brasileña
preocupa a los especialistas por sus potenciales efectos en las especies
marinas consumidas por los humanos.
Se cree que las especies llegaron al país a fines de los
años 80 incrustadas en el casco de buques comerciales de gran calado o en las
grandes estructuras remolcadas usadas para levantar plataformas de extracción
de petróleo.
Desde entonces entablaron una batalla contra los corales
nativos que sirven de alimento a muchas especies marinas consumidas localmente.
Mientras los corales nativos crecen menos de un centímetro por año, los corales
sol crecen tres veces más, cubriendo el ambiente de los acantilados con un
intenso color naranja amarillento.
Cuadro de datos
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"El
problema de la pérdida de diversidad es que muchos servicios ecosistémicos proporcionados anteriormente por las
especies locales de corales, como servir de alimento a los peces, ya no
podrían continuar".
Paulo Sumida, Instituto de
Oceanografía, Universidad de São Paulo
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Los investigadores del estudio publicado en el Journal of Experimental Marine Biology
and Ecology,
recolectaron las especies Tubastraea coccinea y T. tagusensisen la isla de Búzios,
en la costa de São Paulo
En el laboratorio cortaron las muestras en 240 pequeños
fragmentos y los sometieron a diferentes condiciones de temperatura (24, 27 y
30 grados). Una parte de los fragmentos fue alimentada con zooplancton cada dos
días.
Sólo 41 de los 240 fragmentos (17,1 por ciento) de coral sol
murieron debido a necrosis de la piel, mientras que los restantes 199 (86,9 por
ciento) se autorregeneraron.
Marcelo Visentini Kitahara, oceanógrafo del Departamento de Ciencias Marinas
de la Universidad Federal de São Paulo y colaborador del Centro de Biología
Marina de la Universidad de São Paulo, explica que la regeneración es posible
gracias a la reorganización de las células madre del coral.
"Los arrecifes coralinos están construidos y formados por
miles de animales diminutos llamados pólipos", explica. "Los fragmentos
alimentados desarrollaron más rápidamente la boca y comenzaron a consumir el
tejido circundante como fuente de energía hasta que finalmente se convirtieron
en pólipos. Sin embargo, la estructura de la boca no puede alimentarse a sí
misma hasta que se forman los tentáculos", refiere a SciDev.Net.
Una especie de coral sol.
Los investigadores también se dieron cuenta de que la
regeneración de la boca era más rápida entre los fragmentos alimentados y
mantenidos a 27 grados, lo que sugiere que la habilidad de regenerarse del
coral sol aumenta con mayor disponibilidad de alimentos y temperaturas más
altas.
Para Paulo Sumida, biólogo del Instituto de Oceanografía de
la Universidad de São Paulo, los hallazgos son preocupantes porque la
diseminación de estas especies invasoras conduciría a la pérdida de diversidad
local e incluso regional no sólo de los corales sino de otras especies marinas.
Muchas colonias nativas de la costa brasileña ya han muerto
debido a los corales sol, y las que no han sido atacadas aún corren el riesgo
de desaparecer.
"El problema de la pérdida de diversidad es que muchos
servicios ecosistémicos proporcionados anteriormente
por las especies locales de corales, como servir de alimento a los peces, ya no
podrían continuar", precisa a SciDev.Net.
"Eso afectaría también a toda la red trófica, desencadenando
un efecto cascada hasta los niveles tróficos superiores, como los peces de
interés comercial que son importantes en la dieta humana", complementa.
Según Kitahara, las
investigaciones en curso apuntan a una pérdida significativa de biomasa y diversidad
de invertebrados en áreas con una gran cubierta de coral sol, como viene
ocurriendo por ejemplo en la Baía de Todos los Santos
y en la isla de Itaparica, ambas en Salvador, Bahía,
en el noreste de Brasil.
Alexander Turra, biólogo del Instituto Oceanográfico de la
Universidad de São Paulo, cree que los resultados del estudio podrían usarse
para argumentar, sin proponérselo, sobre la eficacia del retiro manual del
coral sol mediante el uso de martillos y cinceles, principal método usado
actualmente para controlar su diseminación.
"Este método remueve el coral desde su raíz y tiende a no
dejar fragmentos. De esta manera, los riesgos de una regeneración potencial del
coral sol son ciertamente menores que no tomar medidas y dejar que las colonias
sigan reproduciéndose libremente", afirma a SciDev.Net.
Coral sol en su hábitat marino.
Agrega que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Renovables, junto con el Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad, están
preparando un plan de acción para la prevención, control y monitoreo del coral
del sol en la costa de Brasil, que será lanzado este año.
> Enlace
al estudio completo en Journal
of Experimental Marine Biology and Ecology
La investigación publicada en el Journal
of Experimental Marine Biology and Ecology fue apoyada por FAPESP, uno de los
donantes de SciDev.Net.