Boletín Nº 173 -
Marzo 2017
Analizarán con satélites intercambio comercial entre México y China
Por Montserrat Muñoz
Guadalajara, Jalisco. 23 de marzo de 2017 (Agencia
Informativa Conacyt).- A través del monitoreo y análisis de datos recogidos del
sistema de satélites Galileo, un grupo de investigadores trabaja en un proyecto
para analizar el intercambio comercial entre México y China.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Liliana Ibeth
Barbosa Santillán, investigadora del Centro Universitario de Ciencias
Económico-Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), explicó los alcances del proyecto que lidera, mismo
que fue presentado durante la última edición del Congreso Internacional de Supercómputo ISUM 2017.
"La gran cantidad de información de seguimiento contenida en
los satélites es una fuente potencialmente rica de información. Es además una
mina de conocimientos para universidades y gobiernos, en especial los que
trabajan o investigan a partir de datos geoespaciales", señaló la también
catedrática.
Esta investigación aplicada cuenta con financiamiento por un
millón de pesos, parte del Fondo
Sectorial de Investigación, Desarrollo Tecnológico e
Innovación en Actividades Espaciales de la Agencia Espacial Mexicana
(AEM)-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)
y concluirá el próximo mes de agosto.
Agencia Informativa
Conacyt (AIC): ¿En qué consiste el proyecto en
que está trabajando?
Liliana Ibeth Barbosa Santillán (LIBS): El proyecto se llama
El uso de datos GNSS para el seguimiento del flujo marítimo y la seguridad en
los mares y está enfocado en el tráfico comercial entre Asia y América, más
concretamente entre China y México.
Cada vez es más frecuente la llegada de barcos
provenientes de China a México, es impresionante el número de contenedores
que está llegando con mercancía. Hay un intercambio de productos muy fuerte y
hasta ahora no se tiene un control exacto. Aunque existe la aduana y cada
barco tiene un identificador, es tanto el volumen de contenedores y productos
que hay empresas de logística especializadas y solo ellos llevan control de
esos datos, que son privados.
Nuestra intención es contar, conocer el número de barcos
que van y vienen y con qué frecuencia. No podremos conocer exactamente los
productos pero sí saber cuántos contenedores se están intercambiando y con
ello darnos una idea de la dimensión del comercio entre estos dos países.
|
|
|
|
|
|
|
|
Y es que a través de plataformas tecnológicas en Internet se
venden muchos productos que no declaran impuestos. Son vendedores
independientes que están ganando una fortuna al día, la mayoría de ellos
chinos. Ahí hay también un área de oportunidad donde hay un hueco legal en
nuestro país.
AIC: ¿Cómo se hará el
proceso de conteo?
LIBS: Vamos a contar el número de barcos, flujo, frecuencia y cuántos
contenedores llevan dentro. A través del uso de satélites podemos
monitorearlos. Básicamente es describir qué es lo que pasa con estos números y
con ello predecir. Algunos de los puertos que se estarán monitoreando serán
Veracruz, Manzanillo y Shanghai (China).
El flujo es extraer los datos, prepararlos, ponerle
metadatos, limpiarlos, tener diferentes algoritmos de descripción y predicción
y ponerlos de una forma visible. Estamos hablando en el orden de petabytes (PB) de datos —equivalente a 1015 bytes—.
Entonces cargarlos, almacenarlos, procesarlos y que se visualicen no es una
tarea trivial.
AIC: ¿Cómo entra el supercómputo en el proyecto?
LIBS: Necesitamos de una supercomputadora para procesar toda la información, que
para tres meses ya es de dos terabytes (1012 bytes), pero si seguimos
adquiriendo datos llegaremos al orden de los zettabytes
(1021 bytes). Estamos atacando un problema de big
data.
AIC: ¿En qué infraestructura lo hacen?
LIBS: Lo estamos trabajando en un clúster híbrido y utilizamos unidades de
procesamiento gráfico (GPU, por sus siglas en inglés). El nodo está en
la UdeG y los estudiantes asociados al proyecto
participan con sus algoritmos. Todo esto lo estamos haciendo desde cero, no
utilizamos software de otros. Estamos haciendo desarrollo propio en busca de la
independencia tecnológica.
AIC: ¿Por quiénes se compone el equipo de trabajo?
LIBS: El proyecto está formado por investigadores de diferentes instituciones,
como la Universidad de Guadalajara, el Tecnológico de Monterrey, campus
Guadalajara, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN),
unidad Zacatenco, Universidad Politécnica de Madrid y el Centro de Enseñanza
Técnica e Industrial (CETI).
Estamos también
alineados con la Universidad Tecnológica de China, porque debemos tener las dos
partes.
Participa el doctor Luis Alberto Gutiérrez Díaz de León, coordinador
de Tecnologías de Información de la UdeG, además de
una servidora y estudiantes de doctorado, maestría y licenciatura de las
mencionadas instituciones.
AIC: ¿Qué productos saldrán de esta investigación?
LIBS: Tenemos comprometido un artículo de revista científica, una inscripción a
una patente sobre la metodología desarrollada, un registro ante el Instituto
Nacional del Derecho de Autor (Indautor), una página
web y las tesis de los becarios, así como la difusión del proyecto.
AIC: ¿Cómo impacta esta investigación a la sociedad?
LIBS: Son varios aspectos, uno de ellos es el ambiental. Todos estos
barcos están contaminando y están muriendo especies marinas vegetales y
animales.
AIC: ¿Se pudiera entonces utilizar los resultados de este proyecto para crear
políticas públicas?
LIBS: Sí, políticas públicas en la regulación de comercio ilegal, que dicten
cada cuánto puede entrar un barco. También para evitar colisiones,
porque por la cantidad de tránsito están chocando. Por último, para evitar que
especies entren en peligro de extinción o desaparezcan, como es el caso de la
tortuga marina, cuya área geográfica se está reduciendo.
Descargar
fotografías.
Ver texto en pdf.