Boletín Nº 172 - Febrero 2017
América Latina: clima afecta 31 sitios Patrimonio Mundial
De un vistazo
Informe mundial revela impacto del cambio
climático en sitios declarados Patrimonio de la Humanidad
En América Latina, de los más de 130 sitios declarados
Patrimonio, 31 son vulnerables a los efectos del cambio climático
Seis de ellos, ubicados en diferentes países
de la región, son los más afectados
[BOGOTÁ] De más de 130 sitios declarados por la Unesco como
Patrimonio de la Humanidad que hay en América Latina y el Caribe, la
organización identificó seis de ellos como los más afectados por el cambio
climático.
Con base en
estudios científicos recopilados por la Unesco, el informe "Patrimonio mundial
y turismo en un clima cambiante", presentado el 26 de mayo, describe 31 sitios
culturales y naturales de 29 países que son vulnerables al aumento de las
temperaturas o del nivel del mar, la intensificación de los fenómenos
climáticos, el empeoramiento de sequías, de las largas temporadas de incendios forestales
y el derretimiento de glaciares.
Informe presentado por
Unesco.
El informe
recomienda al comité de selección del Patrimonio Mundial incluir el criterio
del impacto que pueda tener el cambio climático en los sitios que han sido
nominados para ser considerados como tales.
Incluso cabe la
posibilidad de que aquellos que ya se incluyen en la lista dejen de estarlo
porque pierden sus características por culpa de los efectos del cambio
climático. Los países deben demostrar que pueden mantener y conservar
los lugares.
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Islas en peligro
Parque Rapa Nui, Isla de Pascua (Chile).
Crédito: Bart van Dorp.
El Parque Nacional Rapa Nui, en Isla de Pascua (Chile), fue
declarado patrimonio mundial en 1995. Famoso por sus estatuas míticas llamadas
moais, a 3.500 kilómetros de la costa de Chile en el océano Pacífico, podría
sufrir de escasez de agua por falta de lluvias, aumento del nivel del mar,
inundaciones costeras y erosión.
El impacto de esta última está afectando el sitio
arqueológico, y el daño causado por las alturas de las olas fue identificado
por estudios como la principal amenaza.
Estación Científica Charles Darwin, Galápagos
(Ecuador). Crédito: Presidencia de Ecuador.
También en el Océano Pacífico, las islas Galápagos son
famosas por las especies de plantas y animales que allí se encuentran. De las
500 plantas vasculares nativas, 180 solo se encuentran allí y de las 2.900
especies del ambiente marino, 18 por ciento son endémicas.
Declaradas Patrimonio mundial en 1978, el turismo y el aumento
de la población son la mayor amenaza identificada en este archipiélago
ecuatoriano, así como la introducción de especies invasoras y la pesca
ilegal.
Ahora, el cambio climático también ha profundizado estos
problemas y adicionado otros como el aumento en el nivel del mar, el
calentamiento del océano y la atmósfera, la acidificación del agua oceánica,
cambios en las lluvias y eventos extremos, como el Fenómeno del Niño.
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Los ecosistemas
naturales del continente
Parque Nacional Huascarán (Perú). Crédito: Bart van
Dorp.
El Parque Nacional Huascarán, en la sierra central del Perú,
con su pico más alto casi a 7.000 metros sobre el nivel del mar, extiende su
belleza en más de 340.000 hectáreas, y se caracteriza por su alta diversidad en
flora y fauna, principalmente por la gran variedad de aves.
Declarado
Patrimonio de la Humanidad en 1985, los casi 660 glaciares y 300 lagunas
constituyen uno de los principales recursos de agua para las comunidades
locales, pero el cambio climático redujo en más de 30 por ciento estos
ecosistemas: 151 glaciares desaparecieron y con ellos la disponibilidad de
agua.
Algunos estudios demuestran que la temperatura aumentó
0,39°C por década entre 1951 y 1999.
Mata atlántica. Crédito: Bart van Dorp.
Por otro lado, la mata atlántica, un área que se ubica en
territorio brasileño y que fue declarada patrimonio natural en 1999, alguna vez
fue un bosque que cubría 134 millones de hectáreas; hoy está reducido a 15 por
ciento del área original y lo que queda está muy fragmentado.
Con varios ecosistemas amenazados por el desarrollo urbano,
el cambio en el uso del suelo, la tala ilegal y la ocupación, el cambio
climático suma a estas circunstancias el aumento del nivel del mar y las
temperaturas extremas, causantes de inundaciones y deslizamientos y con ellos
degradación del hábitat.
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Ciudades históricas
Cartagena de Indias (Colombia). Crédito: Lisbeth
Fog.
El puerto de Cartagena, en Colombia, con sus fortalezas y
grupo de monumentos, es desde 1984 patrimonio mundial, por sus edificaciones
coloniales y su arquitectura militar de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Fundada en 1533, su ubicación costera la hace una de las
ciudades caribeñas más vulnerables al aumento del nivel del mar: entre 1993 y
2010 subió 5,3 milímetros al año, el doble del promedio de la región, a causa
de factores como urbanización extensiva, aumento en la frecuencia y la
intensidad de tormentas e inadecuado drenaje.
En respuesta a esta situación, Cartagena es la primera
ciudad colombiana en implementar una estrategia de adaptación al cambio
climático: Plan 4C propone acciones para adaptarse al clima compatibles con el
desarrollo de la ciudad.
Santa Ana de Coro (Venezuela). Crédito: Bart van
Dorp.
Santa Ana de Coro, y su puerto La Vela, declarados
Patrimonio de la Humanidad en 1993, es una de las ciudades venezolanas más
visitadas por los turistas. Desde 2005, la UNESCO la incluyó en la lista de
lugares en peligro, por las inusuales y fuertes lluvias que ocurrieron entre
2004 y 2005, causando eventos extremos como inundaciones, tormentas y
sequías.
Esta manifestación del cambio climático generó daños en las
construcciones históricas lo que motivó a iniciar estrategias de adaptación
para mantener el estatus del lugar.
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Las recomendaciones
El informe demuestra la necesidad urgente de comprender,
monitorear y dar una mejor respuesta a las amenazas del cambio climático a los
sitios ya considerados patrimonio de la humanidad, y en especial llama la
atención sobre la relación entre el sector turístico y el impacto del clima.
Astrid Caldas,
científica del clima de la Unión de Científicos Preocupados, una de las
entidades promotoras del informe conjuntamente con UNESCO y PNUMA, dijo a
SciDev.Net que es necesario evaluar los efectos del aumento del nivel del mar y
de las tormentas en la erosión costera y la inundación.
"Para los bosques
en Latinoamérica es necesario aumentar el área existente y la conectividad
entre las zonas, importante no solo para el sitio, sino para su biodiversidad",
señaló Caldas.