Boletín Nº 171 -
Enero 2017
Estudian relación entre la
conducta sexual y el cerebelo
Por Dioreleytte
Valis
Xalapa, Veracruz. 27 de enero de 2017
(Agencia Informativa Conacyt).- La psicóloga Beatriz Lara Fontes, estudiante del posgrado en el Centro de
Investigaciones Cerebrales (Cice), perteneciente a la Universidad Veracruzana,
realiza estudios sobre la relación del cerebelo y la conducta sexual, con el
propósito de ubicar las áreas específicas que participan en el evento. La
investigación está dirigida a la capa intermedia o de Purkinje, zona que envía
toda la información que integra y procesa el cerebelo, fungiendo como la única
vía de salida de información.
La investigación
es asesorada por la doctora Rebeca Toledo Cárdenas, profesora e investigadora
de la misma institución. El beneficio de dicha investigación será la obtención
de información precisa acerca del papel que desempeña el cerebelo en los
procesos de la ejecución de la conducta sexual, específicamente en la capa de
Purkinje, de suma importancia en circuitería del cerebelo.
"En mi trabajo,
pretendemos mostrar que existe una posible correlación entre el patrón de
activación de la capa de células Purkinje y la ejecución de la conducta sexual
desde la fase apetitiva hasta la consumatoria. Poder
obtener información acerca de estos procesos, nos da una idea clara de la
plasticidad cerebelar, aprendizaje y también de la
depresión a largo plazo que ocurre cuando los animales son sometidos a la
conducta sexual", explicó Beatriz Lara Fontes.
¿Qué regula la conducta sexual?
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt,
externó que existe poca información acerca de la correlación entre el cerebelo
y la conducta sexual, a pesar de ser esta estructura cerebral una de las
regiones más importantes. El cerebelo es considerado sustancial para el sistema
nervioso central, ya que tiene relación directa con la ejecución de movimientos
finos, cognición y memoria.
En resultados
preliminares de la prueba, encontraron que la distancia entre las células de
Purkinje aumenta dependiendo del número de eyaculaciones que realiza el animal.
Esa modificación demuestra que la estructura tiene un papel predominante en el
procesamiento de información durante el aprendizaje y ejecución de la conducta
sexual.
Para realizar el
estudio, la investigadora se apoyó en modelos animales, específicamente con
ratas macho. Los roedores son sometidos a pruebas de conducta sexual y
posteriormente el tejido cerebelar es procesado
mediante inmunohistoquímica para la marcación de
proteínas.
La investigadora
explicó, respecto a los modelos animales, que al utilizar otras especies se
pueden modelar con eficacia fenómenos anatómicos y fisiológicos, que son de
relevancia en el ser humano. En el caso de su investigación, precisó que el
cerebelo de la rata posee una relación neuroanatómica
muy parecida a la del ser humano, por lo que les permite realizar hipótesis y
experimentos, y posteriormente extrapolar los hallazgos para entender la
neurofisiología de la conducta sexual.
"Mucho de lo que
se sabe de las enfermedades neurodegenerativas en humanos se ha dilucidado a
través del estudio post mortem. En ocasiones, no se tiene el historial clínico
del individuo, ni control sobre las variables que pueden dar datos erróneos
acerca del fenómeno que queremos entender. Es por ello el beneficio de la
investigación con modelos en animales, en este caso la rata, toma gran
relevancia, ya que compartimos un gran número de características genéticas",
concluyó Beatriz Lara.
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