Boletín Nº 170 -
Diciembre 2016
Lo bueno y lo malo para la
ciencia en 2016 en la región
Crédito de la imagen:
Carlos Luque
El 2016 pasará a
la historia como uno de los años más desafiantes para la ciencia, la tecnología
y la innovación en América Latina.
Lo más
preocupante sigue siendo la amenaza de recortes al financiamiento del sector
que se cierne sobre varios países, pero también los brotes de enfermedades
nuevas y endémicas, y el escaso interés en temas cruciales como el cambio
climático.
Sin embargo, hay
razones para el optimismo. Al repasar la cobertura de SciDev.Net a lo largo del
año se identifica que la ciencia ciudadana se va fortaleciendo y cada vez más
jóvenes se interesan por desarrollar innovadoras soluciones para mejorar la
calidad de vida de la población.
La amenaza del zika
Crédito: Sanofi Pasteur
El inicio de año
encontró a la región luchando contra un fuerte brote de zika, y hacia fines de enero, más de veinte
países latinoamericanos confirmaron tener el virus en sus territorios.
Mientras se
advertía de las dificultades para controlar al mosquito Aedes Aegypti, responsable también de la trasmisión del dengue y
la chikungunya, se daban a conocer los primeros casos
de microcefalia en recién nacidos —malformación relacionada con la infección
con zika— y, posteriormente, la evidencia de que
también puede transmitirse por vía sexual.
Ante este
panorama, investigadores de Estados Unidos, Brasil y Costa Rica desarrollaron una herramienta interactiva gratuita que calcula la relación
costo-efectividad de las medidas que puede tomar un país contra el zika. Y a inicios de julio, en Brasil se anunció que dos formulaciones de vacunas contra este
virus tuvieron éxito en
pruebas de laboratorio con ratones.
Una buena noticia
para la región fue la autorización del gobierno mexicano para
usar la vacuna contra el dengue en su territorio, que potencialmente le ahorraría al país hasta US$ 64
millones anuales.
A mediados de
diciembre, la vacuna comenzó a venderse en doce países del mundo de los
cuales siete son latinoamericanos, aunque con algunas advertencias en cuanto a su eficacia, edad adecuada
para su administración y grandes diferencias de precios entre los países.
Cambios políticos y anuncios de
recortes
Crédito: Luisa Massarani
Asegurar la
continuidad de las políticas de Estado y la inversión en ciencia y tecnología
tras los diversos cambios de gobierno ocurridos en la región a lo largo del año
fue otro reto significativo.
Se observa, sin
embargo, que la tendencia regional en el año que culmina ha sido disminuir los fondos para CTI, a diferencia de lo que ocurre en el
mundo desarrollado, donde los gobiernos se preocupan cada vez más por
fortalecer este sector.
En Argentina, las
esperanzas concebidas por la decisión del presidente Mauricio Macri de continuar la política científica iniciada por el
gobierno anterior, se vieron amenazadas ante la posibilidad de un recorte de hasta 35 por ciento en los fondos disponibles para la
investigación en 2017, pese a que las autoridades durante su campaña habían
prometido aumentar en 1,5 por ciento el presupuesto para CyT.
México, Argentina, Brasil, Costa Rica y
Panamá también anuncian o preparan recortes a
presupuesto de CyT. En el caso de Brasil, la aprobación de la
Propuesta de Enmienda Constitucional el 13 de diciembre, congelará las
inversiones públicas del gobierno federal durante 20 años, lo cual tendrá un
impacto particularmente grave en las áreas de educación, salud y ciencia.
Iniciativas ciudadanas
Crédito: Parque Explora
Ante este
escenario, la ciencia ciudadana está surgiendo como una verdadera
alternativa para los científicos y organismos de investigación.
Mientras un estudio demostró que los científicos ciudadanos
contribuyen decididamente a la ciencia ambiental global, en Chile recientemente
se presentaron varios proyectos y se anunció la creación de la Red Chilena de Ciencia Ciudadana (RC3).
De igual manera,
en Colombia, la ciencia ambiental se ha visto fortalecida gracias a la participación ciudadana, y
existe aún mucho potencial de crecimiento, trabajando con las comunidades
locales el monitoreo de la biodiversidad en hábitats y especies. Y en el resto
de la región, los eventos para interesar a la ciudadanía continúan multiplicándose.
Sin embargo, los
desafíos para involucrar al gran público en la CTI aún son inmensos como lo
demostró el Diagnóstico de la divulgación científica
en América Latina,
impulsado por la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América
Latina y el Caribe (RedPOP).
Presentado en
el I Foro Abierto de Ciencias de Latinoamérica y Caribe (CILAC) realizado en Montevideo (6-9 de
setiembre), el estudio reveló que más de la mitad de las organizaciones que
hacen divulgación carecen de presupuesto para esas acciones y solo 8% del
personal dedicado a la divulgación científica es remunerado, según los
resultados del estudio.
Ambiente y cambio climático
Crédito: COP22
En materia
ambiental no nos fue tan bien: La reducida presencia de Latinoamérica en la 22ª
sesión de la Conferencia de la ONU para el Cambio Climático (COP22) en
Marrakech impidió que la región presentara una
posición climática alineada. Mientras Brasil llevó más de 200 delegados, otros países tuvieron
poquísimos representantes, por debajo del promedio de las delegaciones en
general.
Y a ello se añade
la poca conciencia ciudadana sobre el cambio climático, especialmente en las
ciudades, como lo reveló una encuesta de percepción en Colombia. Pese a que la abrumadora mayoría
concuerda que el cambio climático es una consecuencia de la acción humana, un
tercio de los encuestados en Bogotá cree que el fenómeno es causado por
"voluntad divina".
Una noticia
positiva, justamente en Colombia, fue la creación del Sistema Nacional de Cambio Climático, con el objetivo de acordar estrategias
prioritarias de mitigación y adaptación, así como la finalización de una Ley de
Cambio Climático. Se teme, sin embargo, que el sistema no tenga autonomía
decisoria y, por el contrario, genere una mayor burocracia.
Los jóvenes y la innovación
Crédito: Nicolás Cañete
También ha sido
grato constatar el interés de los jóvenes por apelar a la ciencia para la búsqueda
de soluciones a problemas del desarrollo, con la creación de innovadoras aplicaciones o soluciones en línea, fácilmente
replicables.
Como cada año,
los retos para América Latina y el Caribe en materia de ciencia y tecnología
serán muy grandes para 2017. La generación de conocimiento y una mayor inversión en investigación
científica tienen que ser objetivos principales.
La experiencia de este año enseña que la participación ciudadana es un
camino que genera resultados positivos. Otro paso necesario es la inclusión
de los pueblos originarios y su conocimiento ancestral. En ese sentido, es
crucial la capacitación de las poblaciones indígenas en el uso de la
tecnología y las herramientas necesarias para el cuidado de bosques y el
monitoreo de la biodiversidad, como lo ha demostrado Panamá con la capacitación de pueblos originarios en el uso de drones.
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