Boletín Nº 184 - Marzo 2018
14/03/18
Nanopartículas de cenizas
volcánicas son muy contaminantes
Erupción del volcán Augustine, Alaska, en
enero de 2006 Crédito de la imagen: USGS (United States Geological Survey) /
Cyrus Read, USGS
De un vistazo
Además de
altamente tóxicas, esas nanopartículas se desplazan a grandes distancias
Sistema
inmunológico no las reconoce y se esparcen fácilmente en los pulmones
Miden menos de
100 nanomicras y se conoce poco de su composición química
Por: María Elena Hurtado
[SANTIAGO] Las
nanopartículas de cenizas volcánicas —más dañinas para la saludque las partículas normales porque son
fácilmente inhaladas o absorbidas por la piel— contienen hasta 500 veces más
elementos tóxicos que las identificadas en volúmenes de ceniza volcánica en general, revela un nuevo estudio.
Al analizar la
composición de las cenizas volcánicas de las erupciones de los volcanes
Tolbachic y Klychevskoy, de Kamchatka, Rusia (2012 y 2015), y del volcán
chileno Puyehue en 2011, científicos rusos hallaron nanopartículas (NP) de
nitrógeno, zinc, cadmio, plata, estaño, selenio, telurio, mercurio, talio,
plomo y bromuro en cantidades muy superiores a las detectadas en las muestras a
granel de tales cenizas.
Al ser tan diminutas
—miden menos de 100 nanomicras—, las NP afectan a la salud dado que con la
miniaturización aumenta la superficie de contacto y, por tanto, el potencial
reactivo. Así, una sustancia que es inerte en la escala
micro o macro, puede ser dañina en la escala nano, con el agravante de que se
desplazan más fácilmente a grandes distancias.
"Las
nanopartículas de cenizas volcánicas tienen gran capacidad de desplazamiento en
el ambiente por lo que el problema se puede suscitar en regiones muy alejadas
de volcanes activos".
Petr Fedotov - Instituto Vernadsky
de Geoquímica y Química Analítica de la Academia Rusa de Ciencias.
Su tamaño les permite penetrar a través de
la piel y el torrente sanguíneo, y ni el sistema inmunológico del ser humano o
de los animales las reconoce. Una vez en el organismo, se esparcen fácilmente
en los tejidos de los pulmones, causando daños y problemas respiratorios.
Además, "las NP de
cenizas volcánicas tienen gran capacidad de desplazamiento en el ambiente por
lo que el problema se puede suscitar en regiones muy alejadas de volcanes activos", dice a SciDev.Net Petr Fedotov, coautor del
artículo que será publicado en la revista Chemosphere en junio, e investigador
del Instituto Vernadsky de Geoquímica y Química Analítica de la Academia Rusa
de Ciencias.
Según el estudio, se
conoce poco de la composición química de las NP de ceniza volcánica y su
destino en el ambiente. Esto es así, explican los
autores, porque es complejo aislarlas en muestras voluminosas de cenizas y de
pesarlas una vez aisladas.
"La capacidad de las
NP de cenizas volcánicas para acumular elementos tóxicos debe llevar a una
reevaluación de su potencial impacto biogeoquímico (disciplina que estudia los
procesos y reacciones que influyen la composición del medio ambientenatural) y sus riesgos para la salud", concluye
el estudio.
Según los autores, sus
conclusiones pueden ayudar a los especialistas pues la composición de los gases
volcánicos es una de las variables principales para entender lo que está
sucediendo durante una erupción.
La composición química
de las NP de cenizas volcánicas refleja indirectamente la composición de los
gases volcánicos y, por lo tanto, "puede ayudar a estudiar los procesos dentro
del volcán", dice el trabajo.
Konstantin Moiseenko,
científico del Instituto A.M obukhov de Física Atmosférica de Moscú, Rusia,
quien no participó en la investigación, dijo a SciDev.Net que "el estudio llama
la atención al serio problema de cómo contribuyen las partículas ultrafinas de
cenizas volcánicas a la contaminación ambiental y permite evaluar el grado de
contaminación que producen".
"La metodología
propuesta para separar las partículas permite obtener una descripción completa
de las características en masa de las NP (muestras a granel y distribución del
tamaño de las partículas) y de su composición", añadió.
> Enlace al
resumen del artículo en Chemosphere