Boletín Nº 184 - Marzo 2018
Desarrollan alimento para
disminuir estrés en camarones
Por Joel Cosío
La Paz, Baja
California Sur. 16 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Un
equipo de investigadores multidisciplinario del Centro de Investigaciones
Biológicas del Noroeste (Cibnor), con la premisa de aportar biotecnología que contribuya a la
consolidación de una agroindustria camaronícola sustentable, que impulse el
desarrollo socioeconómico y mejore la seguridad alimentaria en México,
desarrolla alimento para el camarón blanco (Litopenaeus vannamei), que aporte
el balance de nutrientes capaces de disminuir el estrés causado por el manejo
de los organismos en granjas acuícolas.
La alta demanda y
cotización del producto alimenticio en mercados internacionales, principalmente
de países desarrollados, en la última década, ha incentivado el aumento de la
actividad de acuicultura.
Sin embargo, las
granjas tienen potencial impacto ambiental en ecosistemas marinos y costeros,
como bosques de humedales, que actualmente ocupa a los involucrados en los
sistemas productivos.
La maestra en
ciencias Eliza Magdalena Martínez Antonio, becaria por el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el Programa de Doctorado en Ciencias en
el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales del Cibnor —para
desarrollar la presente investigación—, afirmó que están elaborando alimento
para camarones que contribuya a aumentar la producción, talla y resistencia a
patógenos de estos organismos, con el menor impacto en el ambiente.
"La camaronicultura
tiene diversos retos y oportunidades productivas y ambientales, porque la
población mundial está en incremento y son más personas a las que debemos
proveer de alimento de alta calidad. Estamos desarrollando la investigación
porque el camarón es un alimento que puede llenar estas expectativas por ser
de alto aporte nutricional. Para llegar a esto, debemos aumentar su producción
pero sin impactar el ambiente", señaló Martínez Antonio.
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Eliza Magdalena Martínez Antonio.
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El alimento se suma a
una serie de nuevas biotecnologías que están desarrollando en el Cibnor para
mejorar la sanidad acuícola y disminuir la contaminación provocada por la
industria acuícola: microorganismos extraídos de ecosistemas de manglar, con
capacidad biorremediadora e inmunoestimulante para mejorar la calidad del agua
de los cultivos de camarón y mejorar el sistema inmune de los organismos;
líneas de mejoramiento genético de camarón para producir organismos con mayor
crecimiento y más resistentes a enfermedades; métodos innovadores para la
detección de patógenos en granjas acuícolas, que diagnostican en menor tiempo y
a un menor costo el estado de salud del animal, entre otras.
"En la industria
camaronícola existen diferentes estrategias para aumentar la producción sin
impactar el ambiente y en la que estamos trabajando es la de generar alimentos
funcionales. Estos alimentos no solo nutren al animal, que es lo que únicamente
se buscaba hace unos años, también aumentan su capacidad para enfrentar eventos
estresores. Además podemos aplicarlos en organismos criados en sistemas de
cultivos —como acuaponía—, en donde se cultivan vegetales y, por lo tanto, el
uso de agua es más eficiente", afirmó Martínez Antonio.
Los investigadores del Cibnor están evaluando
la respuesta fisiológica que tiene el camarón blanco a los alimentos que están
diseñando con base en soya, trigo, una menor inclusión de harina de pescado —a
causa de su alto costo—, sumplementándolos con vitaminas y minerales, según los
requerimientos nutricionales del organismo.
"Lo que estamos
proponiendo es que este alimento integre no solamente nutrientes sino otros
componentes, como bacterias que ayudan a disminuir los riesgos patológicos y
aumentan el crecimiento, mezcla de ácidos orgánicos y fitoquímicos que ayudan a
la sanidad y sistema inmunológico del animal y que, en su conjunto, ayudan a
disminuir la respuesta de estrés. En mi papel, lo que me importa es la
fisiología del camarón, cómo está respondiendo a estos alimentos y determinar
si son buenos o no para el animal", destacó Martínez Antonio.
En los sistemas
acuícolas de cultivo intensivo de camarones, existe una serie de factores que
provocan estrés biótico en los organismos. Con la finalidad de obtener una
mayor precisión en los resultados sobre la relación que existe entre el consumo
del alimento y la reacción al afrontar el estrés, los investigadores
seleccionaron tres de estos elementos para aplicar en los experimentos:
salinidad baja, hipoxia —que es la disminución de oxígeno en el agua— y el
manejo tecnificado del camarón, que es el contacto que tienen los organismos
con el sistema de cultivo.
"Para las pruebas,
habilitamos cultivos de camarón a baja salinidad y los organismos crecieron de
forma similar a los de agua marina, el efecto de la salinidad puede ser
amortiguado por el alimento, en este caso el alimento que diseñamos aumentó la
supervivencia de los organismos a baja salinidad", explicó Martínez Antonio.
"El más grande resultado
es que con el alimento experimental aumentamos el estado energético a nivel
celular y las reservas energéticas, como lípidos y triglicéridos, en el
hepatopáncreas y el músculo, que es tan necesario para afrontar los
eventos de estrés", continuó.
Cultivo de camarones en sistemas de recirculación de agua
de baja salinidad
Los investigadores del
Cibnor tienen interés en cultivar camarones con agua baja en salinidad para
prevenir la incidencia de patógenos potencialmente mortales para los
organismos.
La baja salinidad
permite que haya menor densidad de patógenos, en comparación con el cultivo en
agua marina, en el que es más fácil la proliferación de patógenos que pueden
disminuir la producción y generar pérdidas millonarias.
Además tienen
contemplando proponer el cultivo de camarón en otro proyecto realizado por el
Cibnor, en conjunto con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón
(JICA, por sus siglas en inglés), que consiste en el desarrollo de un sistema
de acuaponía que utiliza agua salobre, en el que actualmente producen tilapia,
vegetales y hortalizas.
"Estamos proponiendo
el cultivo de camarón en el modelo que tiene JICA, en donde utilizan agua de
baja salinidad, agua que está siendo utilizada para acuaponía. Con el alimento
que estamos estudiando hicimos dos experimentos: en el primero, observamos que
funciona igual a baja y alta salinidad; en el segundo, estamos desmembrando
estos componentes que integran este alimento para determinar cuál es el más
importante, para formular estos alimentos", mencionó Martínez Antonio.
"Otra parte importante del alimento, a tomar en
cuenta, es el fósforo en una forma de cadena, como lo tienen los
microorganismos, puede ser asimilable por los camarones y esto ayudaría a
aumentar su energía e incrementar las probabilidades de afrontar de mejor
manera factores estresantes. Al final, generamos un alimento que tenga los
mejores componentes y concentraciones de fósforo ideales para proponerlo en
este tipo de sistemas hiperintensivos, no solo en el proyecto en JICA sino en
todo México", finalizó Martínez Antonio.
Los investigadores concluyen que la
camaronicultura puede ser una actividad sustentable si son tomados en cuenta
los aspectos ecológicos y se buscan soluciones con base en la investigación
científica, desarrollo tecnológico e innovación de la agroindustria.
Cifras en noroeste de México: Baja California Sur
En el noroeste de México está concentrada
la mayor producción de camarón del país, en los estados de Sinaloa, Sonora y
Baja California Sur. De estos, Sinaloa es la entidad que más produce, con
alrededor de 38 por ciento del total, cerca de 107 mil toneladas anuales.
Datos proporcionados por la Comisión
Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), a través de la Subdelegación de
Pesca de Baja California Sur, señalan que la producción de camarón en granjas
de Baja California Sur fue de dos mil 234.6 toneladas, con un valor de 218.5
millones de pesos, tan solo en 2017.