Boletín Nº 183 - Febrero 2018
20/02/18
Desde tres continentes llegaron a
América parásitos de malaria
Despistaje de malaria en el
estado de Amazonas, Brasil. Crédito de la imagen: PAHO/WHO
De un vistazo
Parásitos de
malaria que circulan en América proceden de África, Asia y Oceanía
Estudio comprobó
que P. vivax acumuló más mutaciones genéticas que P. falciparum
Hallazgos serán
importantes para elaborar estrategias de control de la malaria
Por: Rodrigo
de Oliveira Andrade
[SÃO PAULO] Dos de las
principales especies del parásito responsable de la malaria llegaron a América tras sucesivas olas migratorias
y cruces genéticos de variedades de parásitos de África y de regiones de Asia y
de Oceanía.
A partir de muestras
de sangre tomadas de individuos infectados con las dos especies de Plasmodium (P. falciparum y P. vivax) que circulan actualmente en Brasil, Venezuela, Panamá,
Tanzania, Indonesia y Papúa Nueva Guinea, un equipo de investigadores
brasileños realizó diversas pruebas genéticas al parásito para investigar cómo
y cuándo ingresaron al Nuevo Mundo.
Al hacerlo, los
científicos pudieron distinguir las diferentes cepas, evaluar el grado de
diversidad de la población del protozoo en todo el mundo desde un punto de
vista genético, y especular sobre los orígenes geográficos de esos parásitos de la malaria humana que
viven en América.
Verificaron que a lo
largo de los años el P. vivax acumuló más mutaciones genéticas en comparación con el P. falciparum, que causa la forma más
agresiva de la enfermedad. Una posible explicación para ello sería que
diferentes linajes de P. vivax, de
diversas regiones del mundo, fueron introducidos a América a lo largo de
diferentes épocas.
Tras analizar su ruta
migratoria, descubrieron que el linaje de P.
vivax que hoy circula en el continente se habría originado en África, Asia
y Melanesia, subregión de Oceanía que se extiende desde la isla de Nueva Guinea
en el Océano Pacífico hasta el mar de Arafura.
"Los resultados amplían el
conocimiento sobre cómo el P. vivax y el P. falciparum llegaron a América y
también enfatizan que la migración humana puede haber jugado un papel
importante en la diseminación de esos parásitos a través de América".
Ricardo Machado, Universidad
Federal Fluminense, Río de Janeiro.
"Creemos que los
descendientes de las poblaciones nativas podrían haber llevado las cepas
melanesias de P. vivax a Sudamérica
mucho antes de que llegaran los europeos", dice la bióloga Priscilla
Rodrigues, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo
y principal autora del estudio publicado en Scientific
Reports.
"Luego, poco
después de la colonización europea, el comercio de esclavos reintrodujo nuevas
variedades de P. vivax de África, lo
que podría explicar la gran diversidad genética observada en las cepas de ese
parásito que circula en Latinoamérica", refiere.
El ciclo de vida del parásito parece haber
sido crucial para el éxito del viaje. En el organismo hospedero, el protozoo se
instala inicialmente en las células hepáticas, en las que se multiplica antes
de entrar en el torrente sanguíneo.
También en el hígado,
algunos especímenes de P. vivax ingresan
en dormancia (o inactividad), con baja actividad metabólica, permaneciendo en
esta etapa durante meses, hasta que se despiertan, se multiplican y entran en
el torrente sanguíneo una vez más.
"Esta propiedad le habría dado el tiempo
suficiente para cruzar el Atlántico y llegar al nuevo continente", sostiene.
La malaria en endémica en
América Latina. Los mosquiteros son una de las medidas de control. (Crédito:
PAHO/WHO).
Por su parte, el P. falciparum puede haberse originado a
partir de una transferencia lateral de gorilas a humanos en el oeste del África
hace 10.000 a 100.000 años.
Desde África, el P. falciparum se habría extendido a
Eurasia y al sudoeste del Pacífico a medida que los humanos modernos
colonizaron estas regiones. Los investigadores creen
que el protozoo pudo haber llegado a América poco después de la colonización
europea por medio del comercio de esclavos.
"Los resultados amplían el
conocimiento sobre cómo el P. vivax y
el P. falciparum llegaron a América y
también enfatizan que la migración
humana puede haber jugado un papel importante en la diseminación de esos
parásitos a través de América", dice a SciDev.Net
el biólogo Ricardo Machado, del Instituto Biomédico de la Universidad Federal
Fluminense, en Rio de Janeiro.
Añade que las
características del parásito con respecto a su biología y su interacción con el
huésped podrían ser importantes para elaborar estrategias de control de la malaria.
"El estudio también corrobora viejas
hipótesis sobre el origen del P.
falciparum", dice la bióloga Karin Kirchgatter, del Laboratorio de
Malaria de la Superintendencia de Control de Enfermedades Endémicas de la
Secretaría de Salud de São Paulo.
"Los hallazgos ayudarían a explicar por qué algunos casos
graves de malaria que ocurren en Brasil debido a esta especie presentan más
complicaciones pulmonares — que van desde leves hasta edemas — que cerebrales",
señala. Las afecciones pulmonares por malaria son más comunes en el sudeste
asiático, mientras que las cerebrales lo son en África.